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Las esferas de una ex alcaldesa y otras historias
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ESFERAS EN PROVIDENCIA
A mediados del año pasado, y como fruto de una larga discusión acerca de cómo enfrentar el aumento progresivo del comercio ambulante en la zona, la Municipalidad de Providencia acordó acoger el plan propuesto por Katherine Martorell, asesora de seguridad de la comuna, de instalar esferas de cemento en las veredas que dan acceso al ‘mall’ Costanera Center. Según lo que, más tarde, señalaría Macarena Fernández, una de las concejales de esa casa edilicia:
“Cuando se nos presentó esta idea en el Concejo Municipal la resistimos mucho. Era una solución parche, no armónica con el espacio, en una vereda donde transitan cientos de personas por minuto, con escaso aporte al desarrollo de la ciudad. Pero el municipio la aplicó igual”[1].
En efecto, la propuesta no era buena en modo alguno. Resolver los problemas sin ir a las causas de los mismos, no es diferente a curar enfermedades con paliativos; disminuir el espacio de circulación de los peatones para erradicar el comercio ambulante es una idea tan disparatada como la que tuvo don Otto al vender el sofá de su casa para evitar que su mujer lo engañase ahí con Federico. Pero en la política de nuestro país, las ideas irracionales tienden a imponerse por sobre las racionales. Más, aún, cuando la alcaldesa de ese entonces, la actual candidata a la presidencia de la República, Evelyn Matthei, había decidido no consultar a los expertos en urbanismo[2]. Así, la suerte estaba echada para que el Concejo Municipal, con mayoría opositora, aplicara la medida sin mayor dilación. Por tanto, se encargó la fabricación de las esferas a cierta empresa, solicitándosele las instalara a la brevedad en el paseo. Las críticas llovieron. La Municipalidad debió explicar que la medida era parte de
“[…] un plan de intervención realizado junto con Carabineros y Cenco Malls, con el objetivo de ‘abordar diversas problemáticas de seguridad, comercio ilegal y tránsito’ […] Estas esferas que hoy se encuentran fuera del centro comercial forman parte de la tercera etapa de la intervención, que se encuentra en ejecución sin que se haya definido una ubicación final”[3].
PIEDRAS EN ESTACIÓN CENTRAL
Las ideas estrambóticas tienden a repetirse, aunque no de la misma forma ni con los mismos actores. Y es lógico que así sea pues la historia jamás se repite. A la disparatada propuesta de Katherine Martorell se unió otra simular en el Municipio de Estación Central con la diferencia que, en vez de esferas, se instalarían piedras en las veredas de la calle Toro Mazote. No podía ser de otra manera. Claro. Nos enseña Marx que cuando los de arriba tocan el violín, no les queda a los de abajo sino ponerse a bailar.
“Tratando de imitar, pero de peor manera, lo hecho por Costanera Center, en Estación Central buscaron combatir el comercio ambulante con arquitectura hostil y no con urbanismo y áreas verdes.
Pero el resultado es absolutamente errado. En calle Toro Mazote a la salida del Metro, se instalaron piedras sin ningún patrón urbanístico y sólo por ponerlas, con nulo diseño y sin ningún miramiento hacia la seguridad de los peatones”[4].
Lo que sucede en Toro Mazote es la reproducción a escala reducida de lo sucedido en Providencia, porque lo que ocurre en los sectores ricos no puede ser reproducido en forma igual en aquellos que no lo son. Pero sus efectos han sido, sí, los mismos: reducción de los espacios destinados al desplazamiento de los peatones. En palabras más simples, para terminar con la delincuencia y el comercio callejero, se reduce el derecho a desplazamiento de la población civil y la posibilidad de mejorar su calidad de vida. Entonces, si ese es el fundamento de la medida, uno tiene el derecho a preguntarse, estupefacto, si acaso no sería mejor abolir las veredas para terminar de una vez con el problema.
NO MÁS PERMISOS EN LA MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO
Podríamos suponer que, en la Municipalidad de Santiago, con un alcalde crítico vociferante de la administración anterior, las cosas irían mejor. Pero no. El actual, Mario Desbordes, en sus primeros días, intentó, vanamente, terminar con el comercio callejero a través del empleo de la fuerza. Había criticado a la anterior administración por haber sido débil en la realización de tal cometido e intentó enseñar cómo debía hacerse aquello. El lugar elegido fue el llamado ‘Barrio Meiggs’ y la Plaza de Armas de la ciudad, lugares ideales para mostrar eficacia en cuanto a terminar con la presencia tanto de los ‘toldos azules’ como de la prostitución y la comida callejera. No pudo hacerlo y no sabemos si, en un futuro próximo lo hará. Lo único que podemos afirmar es que la máxima autoridad, exhausta por el trabajo realizado, se vio obligada a tomar unos días de vacaciones. Se supuso que, a su regreso, esa tarea iría a reiniciarse; pero no. No hubo tal. Y el jefe municipal —que, al parecer, seguía agobiado— volvió a tomar otros días de descanso, sin olvidar que, ante todo, debía otorgar un ‘perdonazo’ a su colega republicano Agustín Romero, quien se desempeñó como funcionario de esa casa edilicia bajo Felipe Alessandri, y era investigado por la Contraloría respecto a un pago de 11 millones de pesos por concepto de horas extraordinarias[5].
¿Algún plan de la Municipalidad para terminar con el comercio callejero, con la prostitución en las calles, con la cocinería ilegal y el peligro que representa para la salud de los turistas?
Al regreso de sus ‘merecidas’ vacaciones, el vociferante edil ha informado a la prensa que no se concederán más permisos para ejercer el comercio callejero. Punto. Acostumbrado como está, a participar en los matinales televisivos, el crítico militante de Renovación Nacional señaló sobre el particular:
“[…] estamos haciendo una persecución penal de esta gente, no los vamos a soltar, vamos a exigir que haya condenas […] se normalicen, que paguen patentes. Esa es la única salida que tienen. Permisos no van a tener“[6].
Bueno, digamos… Esa es su estrategia: restricción de los permisos municipales para ejercer el comercio callejero. Fantástico. Y una promesa: terminar con todo el problema en septiembre de 2027. Escuchémosle:
“Algunos dicen: ‘No, lo que dijo es que iba a erradicar el comercio ilegal y no lo ha hecho’. Claro que lo voy a erradicar, y eso lo mantengo. El 100% yo espero tenerlo erradicado de aquí a por lo menos unos dos años y medio más”[7].
O sea, a un año del término de su gestión. Sospechoso, ¿no? Pero no era eso lo que había prometido a su electorado. Según lo relata un medio informativo:
“A 24 horas de asumir la alcaldía, Desbordes anunció que bajo su administración, los toldos azules iban a ser “erradicados” de los barrios de Santiago, aunque a los días sostuvo que terminar con el 100% del comercio ilegal en la vía pública “es casi imposible”[8].
¿POR QUÉ ES DIFÍCIL ERRADICAR EL COMERCIO AMBULANTE?
El comercio ambulante o callejero es un fenómeno social que se relaciona con la falta de empleo y oportunidades. Adquiere caracteres de gravedad cuando es potenciado por la migración.
Comercio ilegal y migración, por lo demás, son factores ligados a la delincuencia. Pero son fenómenos predecibles y cuya ocurrencia es relativamente fácil de prever. Eso lo saben los economistas. Ecuaciones fáciles de construir determinan el volumen que puede alcanzar la delincuencia cuando la tasa de desempleo experimenta un incremento determinado.
Los vendedores ambulantes ofrecen mercancías. Si son personas pobres, ¿dónde se proveen de los artículos que ofrecen? ¿Quién los abastece? Digamos aquí que el comercio callejero (ambulante, ilegal), además, se encuentra ligado a otro factor que es importante señalar: el empresariado.
En efecto, en su perpetuo afán de acaparar cada vez mayores cuotas de plusvalor, algunos empresarios entregan a personas desempleadas determinados volúmenes de mercancías para que las vendan en la calle rehuyendo, con esa maniobra, el pago de impuestos.
Hace varios años, hubo un gran escándalo en los Países Bajos al descubrirse un cuantioso contrabando de cigarrillos que, inmigrantes pobres y desempleados, vendían en la calle. Y fue que la policía descubrió que los proveedores de esas mercancías eran las propias empresas fabricantes de los cigarrillos, en otras, la Phillips Morris International PMI (fabricante de los cigarrillos Philips Morris, LM, Marllboro, etc.).
Junto a esas industrias existen, además, empresas organizadas para la comisión de delitos, dedicadas al robo de mercancías, constituidas precisamente para proveer de las mismas a los vendedores ambulantes. ¿Necesitamos relatar aquí las veces que hemos visto, a plena luz del día, aunque a horas tempranas de la mañana, camiones que reparten entre los vendedores ambulantes cajas con papel higiénico y otros elementos para que los vendan en las calles? ¿Y el reparto descarado de las importadoras de cigarrillos falsificados?
Como en todos los casos, hay ediles que conocen esas prácticas y otros que las ignoran. Excuso a quienes las ignoran, no así a quienes las conocen y nada hacen para ponerles fin.
Ignoro si Desbordes sabía de la existencia de esos empresarios antes de ser elegido alcalde o si solamente lo descubrió luego de asumir como tal el 6 de diciembre del pasado año. Pero no dejan de ser sugerentes sus expresiones a propósito de su lucha contra el comercio ambulante cuando, refiriéndose a la imposibilidad de luchar contra los llamados ‘toldos azules’, dijo:
“Son personas que están apoyadas por empresarios, importadores, que ganan millones de dólares al año en esto”[9].
Desbordes sabe lo que hay detrás de todo este comercio ilegal. La pregunta que salta de inmediato es que si lo sabe ¿por qué no lo denuncia a las autoridades? ¿Por qué no lo hace ante los tribunales? ¿Por qué no pide que un fiscal investigue esa práctica? ¿Por qué no le pide ayuda a su partido? ¿Por qué si está en esa cruzada, no pide ayuda a quienes están a cargo de las instituciones estatales, llámense Gobierno, Parlamento, Municipalidades, en fin?
POR QUÉ, ENTONCES, NO SE ACTUA
La primera pregunta es fácil de responder. Si se plantea la tarea de poner fin al comercio ilegal es porque se considera como tarea posible, aunque requiera de medidas al respecto.
¿Cuáles son esas medidas? La más socorrida por los sectores políticos es aquella que viene repitiéndose, en todas las sociedades, a lo largo y ancho de la historia: la aplicación de la fuerza física, medida discutible, a menudo ineficaz, insuficiente, pues se aplica sobre el simple ‘soldado’, y no a su instigador. Eliminándose al soldado no se elimina la guerra, que puede seguir activa con otros soldados; y, también, con otros medios.
La segunda medida es el empleo de herramientas que la sociedad ha incorporado a su acervo jurídico por considerarlas necesarias: aplicación de multas, confiscación de la mercancía, prisión al reincidente, en fin. Sin embargo, todas esas medidas atacan, del mismo modo, al mercader, al sujeto que ejerce el comercio, al ‘soldado’. No a quien está detrás y aprovecha de la situación de indigencia de otros para incrementar su patrimonio tanto a costa de aquellos como de la sociedad en donde se desenvuelve. En palabras más directas, se trata de medidas que atacan al ‘soldado’, al que hace el trabajo sucio, no a quienes dan las órdenes, práctica que es consubstancial sistema capitalista.
Sin embargo, en formaciones sociales como la sueca, en donde el dinero efectivo ha sido, en la práctica, abolido, el comercio ambulante experimenta un notorio retroceso. La vigilancia se ejerce sobre quienes mantienen abultadas sumas en los bancos y no pueden explicar su origen. El secreto bancario se encuentra abolido para las investigaciones que realiza el Estado.
¿Por qué no hacer algo similar en Chile? ¿Por qué no terminar con el dinero en efectivo? ¿Por qué no cambiar los billetes actuales por otros nuevos, y declarar nulos todos los que hay en circulación o fijar un plazo para cambiarlos en el Banco Central? Pues, porque el Parlamento y los miembros de la ‘élite política’ no lo aceptan, no lo admiten y, en especial, el partido del edil Desbordes. ¿Intereses? Al parecer, sí.
‘Honi soit qui mal y pense’ (‘Maldito sea quien mal piense’) dijo una vez un soberano en Francia. Pero no: no es aventurado suponer que más de algún miembro de la ‘elite’ mantenga vínculos con empresas trasgresoras. O realice personalmente acciones ilícitas. ‘Piensa mal y acertarás’ nos enseña otro refrán muy chileno. Porque no se explica de otra manera la porfía a no aceptar la abolición del secreto bancario o la eliminación del efectivo en las transacciones comerciales. Y, de eso, la gran responsabilidad es de la ‘elite política’ nacional que parece encontrar goce en la realización de conductas abiertamente reñidas con la moral.
NATURALEZA DE LA ‘ELITE POLITICA’
La ‘élite política’ está compuesta, en su gran mayoría, por académicos, categoría que viene, hoy, a equivaler a lo que fue el título nobiliario en el modo de producción feudal. Por consiguiente, pueden ser buenos profesionales, personajes doctos en su especialidad. Pero eso no basta para ejercer un cargo político, en donde sí se requieren aptitudes y conocimientos, vinculados a la interdisciplinariedad.
La ‘elite política’ posee una política confrontacional y verborreica. O, lo que es igual, la aplicación, de una u otra manera, de la fuerza física o intelectual. Me atrevería a decir que ni siquiera conocen el rol que han de ejercer en el desempeño de su cargo. Aunque, en verdad, no lo necesitan pues el sistema capitalista tiene su propio ritmo. Es cuestión de seguirlo.
En los Municipios, la situación es tanto o más grave pues las facultades de los alcaldes les permiten transformar a dichas corporaciones en verdaderos feudos suyos. No es casualidad que, bajo la administración de Rodolfo Carter, la Municipalidad de La Florida haya pasado a ser una empresa de Chile Vamos y acogiese como funcionarios de la misma a los familiares tanto del edil como de su amiga Cecilia Pérez[10]. No debe sorprender. Los sectores mayoritarios, que conforman la representación política de las clases dominantes, a diferencia de antaño, que si lo eran, no son personas adineradas sino sujetos de sólo grandes aspiraciones (‘trappa up’, se les denomina en Suecia, que equivale a ‘trepadores’, en castellano). Estos sujetos buscan asegurarse el desempeño en cargos de representación que les brinden altos ingresos e inamovilidad, algo muy importante en estos tiempos de empleos inestables y mal remunerados. La política se les presenta como el camino que puede conducirlos al éxito y la felicidad. Poco o nada les importa la sociedad, poco o nada les importa engañar, poco o nada les importa el futuro del país. Traen a la memoria los versos de aquel gran poeta que fue Luis de Góngora y Argote:
“Ande yo caliente y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno…”
Representan, en suma, el producto ideal del mercado: el sujeto indolente e individualista, presto a emplear la competencia como legado cultural. No debe, pues, sorprender la cosecha que se puede esperar de esta siembra terrible, parafraseando a Julius Fucik.
Manuel Acuña Asenjo
Santiago, febrero de 2025.
[1]Betancour, Felipe: “El fracaso de las esferas anti comercio ambulante en Providencia: transeúntes denuncian que vendedores se ubican a pasos del Costanera Center”, ‘The Clinic’, 25 de noviembre de 2024.
[2] Betancourt, Felipe: art. citado en (1).
[3] Vergara, David: “Instalan esferas gigantes en la vereda del Costanera Center para combatir inseguridad”, ‘Radio Biobío’, 19 de noviembre de 2025.
[4] Neira, Cristián: “Otra mala idea contra comercio ambulante: Así son las piedras en veredas de Toro Mazote de Estación Central”, ‘El Desconcierto’, 14 de febrero de 2025.
[5] Redacción: “Vacaciones apenas con un mes de trabajo y perdonazo de $11 millones por horas extras irregulares a diputado republicano marcan inicio de gestión de Mario Desbordes en Santiago”, ‘Resumen’, 17 de enero de 2025.
[6] Ernst, Juan Pablo: ““Cero permisos”: Desbordes descartó entregar autorizaciones a vendedores ambulantes en Santiago”, ‘El Dínamo’, 14 de febrero de 2025.
[7] Navarrete, José: “Septiembre de 2027: el plazo que fijó Desbordes para erradicar el 100% del comercio ilegal en Santiago”, ‘La Tercera’, 23 de febrero de 2025.
[8] Navarrete, José: Id. (7).
[9] Hodge, Isabel:” Desbordes advierte sobre mafias en toldos azules de Barrio Meiggs: «Están apoyadas por empresarios», Radio Biobío, 12 de febrero de 2025.
[10] Saleh, Felipe: “Todo en familia: la red de parientes que instalaron Rodolfo Carter y Cecilia Pérez en La Florida”. ‘El Mostrador’, 21 de febrero de 2025.
Felipe Portales says:
A las acertadas apreciaciones del autor respecto de la notable ineptitud de nuestra elite política; agregaría el hecho de que tiene muy poco poder efectivo; debido al control económico, social y cultural de nuestra sociedad por unas decenas de gigantescos grupos económicos; a la autonomía operativa de que disfrutan -en virtud de la legislación y la práctica- las FF. AA. y Carabineros; a la desmoralización general que reina en el conjunto de la sociedad; y a la carencia real de un Estado de Derecho, partiendo por una gran incapacidad e injusticias del propio Poder Judicial.