Asalto sobre las materias primas de Ucrania
Tiempo de lectura aprox: 3 minutos
El asombro, el miedo ante los cañones y la presencia mágica del hombre blanco dominaron a las sociedades de los pueblos originarios de nuestra América. La sangre y la esclavitud fundaron al saqueo de las potencias europeas para apropiarse del oro y la plata, las materias primas codiciadas de la época.
Al igual que en la conquista de América y en la devastación de África, ahora los miles de muertos rusos y ucranianos son utilizados por Donald Trump para asaltar las materias primas de Ucrania. Se trata de una ofensiva neocolonial sobre un suculento botín, codiciado en todo el mundo.
Trump, obliga al presidente Zelenski a entregarle el 50% de sus futuros ingresos por la extracción de los recursos naturales de Ucrania. Se trata de 21 «materias primas críticas», que representan alrededor un alto porcentaje de las reservas mundiales. Y, la justificación sería la compensación por el financiamiento estadounidense en la guerra con Rusia, que Trump arbitrariamente estima en 500 mil millones de dólares.
Volódimir Zelenski intenta resistirse ante la inseguridad sobre el entendimiento que, a sus espaldas, intenta Trump con Putin para terminar con la guerra, con costos desconocidos sobre el definitivo control de los territorios de Ucrania. Y, en reunión de hoy 28 de febrero quedan en evidencias las diferencias entre ambos presidentes. Trump clausuró la visita de Zelenski comunicando que “falto el respeto a los Estados Unidos y que no está listo para la paz”.
La inédita situación constituye una increíble presión imperial que olvida las sucesivas faltas de respeto a Zelenski a quien Trump calificó de dictador y comediante de cuarta categoría. El futuro de Ucrania se torna incierto.
Trump ataca la vasta riqueza mineral de Ucrania, que permitirá a empresas estadounidense acceder a las «tierras raras», fundamentales para la oligarquía tecnológica, encabezada por el asesor de Trump, Elon Musk. Se trata de materias primas que se utilizan para fabricación de teléfonos inteligentes, computadoras, equipos médicos e industria militar.
Además de las tierras raras, Ucrania también posee lo que se conoce como minerales críticos como el litio, grafito, cobalto y titanio, esenciales para una serie de industrias, desde la defensa hasta los vehículos eléctricos.
El término de la guerra en Ucrania se convertirá entonces en un gran negocio y no sólo para EE. UU. sino también para Rusia. En efecto, Vladimir Putin ha propuesto a Trump explotar de forma conjunta los yacimientos minerales y las tierras raras tanto en Rusia como en Ucrania.
En entrevista para la televisión rusa el 24 de febrero el presidente Putin señaló:
“Estamos dispuestos a trabajar con nuestros socios, incluidos los estadounidenses en el norte del país, así como en el Cáucaso, Siberia, Extremo Oriente y en los “nuevos territorios”. Por “nuevos territorios” Putin se refiere a las zonas ocupadas de Ucrania, los que albergan importantes materias primas con reservas de titanio, litio, uranio y tierras raras.
Hay que destacar que los recursos minerales de Ucrania se encuentran repartidos a lo largo de todo su territorio, pero, desde la invasión de 2022, se estima que más del 20% se encuentra bajo control ruso
El chantaje de Trump sobre Zelenski por las materias primas y del mismo modo su apuesta por comprar Groenlandia tiene que ver con la competencia económica y tecnológica con China, país que domina la cadena mundial de tierras raras.
América Latina también sufre un asalto sobre sus materias primas
En nuestro caso el instrumento de dominación que comienza a utilizarse son los “memorándum de Entendimiento para Asociaciones Estratégicas sobre Materias Primas “. Se numera en éstos una lista de 16 materias primas estratégicas” (que incluye litio y cobre, entre otras) y luego 24 “materias primas críticas”, que la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos están obligando a firmar a los países de América Latina.
Esos Memorado son también un manifiesto intento de control colonial de nuestros recursos naturales. Y no es sólo un asunto económico, sino tiene una trascendencia estratégica ineludible, porque los países del capitalismo céntrico constatan, con extrema preocupación, su debilidad económica y tecnológica frente a China.
Los Estados Unidos iniciaron la ofensiva colonialista, enviando al trasto el libre comercio e instalando el proteccionismo; en cambio, ahora exigen un acceso privilegiado a nuestros recursos naturales
La jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, en entrevista con el Atlantic Council, se refirió a los ricos recursos naturales de Latinoamérica, señalando que le corresponden a los Estados Unidos.
“El 60% del litio del mundo se encuentra en el triángulo Argentina, Bolivia y Chile” (Viral, 23-01-2023), y sostiene la importancia de América Latina para los intereses norteamericanos, “porque está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios que se aprovechan de ella” (en el medio Then 24, reproducido por Bio Bio.cl, 14-03-2023).
Terminado el libre comercio, la política de EE. UU. y las grandes potencias occidentales es asegurar que las materias primas de América Latina no sean compradas por China.
En consecuencia, se debe poner atención sobre el neocolonialismo que se impone en Ucrania con la captura de sus recursos naturales. Es una lección que nuestra región debe aprender.
América Latina no puede seguir entregando generosamente sus recursos naturales, renunciando a la industrialización. Si no enfrentamos el accionar neocolonial de EE. UU. y otros países céntricos que asaltan nuestras materias primas, seguirán cerradas las puertas al desarrollo económico.
Roberto Pizarro Hofer
28-02-2025
