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¡Ay Europa!
Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 43 segundos
Me avisan que debo volver a Europa en los próximos días. ¡Ay Europa! Se me subliveya hasta la pepa del alma al pensar en ti.
El deslenguado de Medvédev te describió como una solterona débil, fea e inútil. ¡¿Qué tipo, eh?! Tratar así a una dama madura que se ve a si misma representada en alguien como doña Úrsula von der Leyen, señora ya algo fané pero que ejerce de todopoderosa.
El problema es que a la todopoderosa Úrsula nadie la eligió para ese papel y no es la única ficción a la que Europa se aferra como al fantasma de un pasado esplendor.
La noticia de esta semana ha sido la hora y media de teléfono entre Putin y Trump, por llamada de este último. Esto significó que en noventa minutos se había cancelado toda la estrategia de aislamiento hacia Rusia, Putin dejó de ser un proscrito y Europa se encontró poniendo todo su empeño en una vía muerta, todavía lanzada y comprometida en la estrategia que el Imperio acababa de cancelar ante sus narices.
¡¿Y nosotros?! salieron gritando; exigiendo su participación en las conversaciones acerca de Ucrania, diciendo que eran imprescindibles. Hay que ser muy desubicado o muy patudo. El gran aporte europeo en el drama ucraniano ha sido propiciar la guerra e impedir la paz; Ángela Merkel y Francois Hollande confesaron abiertamente que nunca tuvieron la intención de cumplir los acuerdos de Minsk y que todo fue una farsa para engañar a los rusos mientras armaban a Ucrania; luego tras las conversaciones sostenidas en Estambul, cuando la paz estaba al alcance de la mano ¿quién lo impidió? pues el Primer Ministro de Gran Bretaña. ¡Vaya aportes!
Este delirio de grandeza se explica porque Europa, representada por la Unión Europea, se mira al espejo con los ojos cerrados y se queda con la imagen de comienzos del siglo pasado, cuando aún no comenzaba a suicidarse con la Primera Guerra Mundial, cuando representaba la culminación de una cultura, una potencia dominante en lo político y económico, una autoridad moral, una voz que todo el mundo debía acatar ya que representaba la luz de la razón triunfante sobre el oscuro y confuso tribalismo pagano del resto del planeta. En otras palabras; la UE no se percibe como el apéndice de la OTAN que es actualmente.
Lo divertido del asunto es que la UE estaba de lo más cómoda dentro de la OTAN mientras esto le permitía descansar en la capacidad militar de Estados Unidos, abaratando su propio presupuesto militar, pero por supuesto obligándola a seguir sin cuestionamientos la estrategia impuesta desde Washington; y esto la UE lo estaba cumpliendo devotamente. Pero he aquí que el maquinista cambió de idea y sin preguntar a los europeos metió la locomotora por otra vía, de modo que si la UE quiere perseverar en su estrategia agresiva, ahora tendría que empujar el convoy con sus propias fuerzas.
Todo esto es expresión de la contradicción en el campo capitalista entre los “globalizantes” y los “territoriales” ¿Se acuerdan de cuando la alternativa era entre la “revolución mundial permanente” y el “socialismo en un solo país”? Eran otros tiempos, ahora la pugna es entre los que buscan asegurarse dominándolo todo y los que piensan que quien mucho abarca poco aprieta y mejor cada uno para su santo.
¡Vaya perspectiva para la vieja Europa! Compitiendo con desventaja comercial con China, desplazada por ésta de casi todo el “sur global”; en guerra con su principal proveedor de energía, marginada y dejada a su suerte por su patrón y protector, atrapada por su propia normativa ¿Cómo y por dónde podría hacerse de nuevo competitiva? ¿Qué nuevos mercados podría conseguir? Según el Primer Ministro húngaro, siguiendo por esta vía la ruina de la UE a corto plazo es tan segura que ni siquiera vale la pena salirse de ella, ya que se está desmoronando sola.
Claro que un cambio de rumbo que sirva de algo tendría que ser algo tan drástico que está mucho más allá del alcance de la manga de serviles irresponsables que la UE ha tenido por dirigentes hasta la actualidad. Bueno, no podía ser de otro modo, ya que si bien la unión es una buena idea, una unión en base al capitalismo ya no lo es y engendra la superestructura que se merece.
¿Qué podría hacer la UE? Creo que lo primero y con carácter de urgencia sería liquidar la OTAN, así por lo menos se evitarían el peligro de ser arrastrados a un enfrentamiento termonuclear con Rusia a raíz de un numerito de algún chiflado del Báltico; en 1914 el polvorín estaba al otro lado del continente, en los Balcanes, pero igual bastó una sola chispa en Sarajevo para hacer estallar todo. Lo segundo sería hablar con Putin y decirle: Ups, fue un mal momento, nada personal, usted sabrá comprender y…¿a cuanto nos dejaría litro de gas y el kilowatt, caserito?
Y lo más importante sería acordarse de que Europa es más, mucho más que sus dirigentes, también existe su pueblo, su gente, cuya opinión es ignorada como en Francia, acallada como en Alemania o descalificada como en Rumania, pero que es quien al final paga la cuenta.
En cuanto a mercado para su industria y sus servicios, parece que España sería la mejor posicionada para enfrentar el naufragio, debido a sus vínculos con Hispanoamérica, lo que le permite vendernos cualquier chatarra. Me viene a la memoria un “retorno del tren” a Puerto Montt, con toda la entonces dirigencia máxima del PS y PPD felicitándose mutuamente. El dichoso tren era de una tecnología tan ridícula que había resultado ruinosa en España apenas puesta en marcha; acá duró unas pocas semanas y luego falleció con pena y ninguna gloria, ¡debido a que los pasajeros quisieron usarlo en exceso!, según se explicó en la ocasión ¡Juee, cómo se las habrían visto en la India!. No cabe duda de que el PSOE tiene buenas amistades por estos lados.
A Francia la han estado echando a patadas de África en los últimos tiempos, Alemania no logra vender ni en la propia Europa y Gran Bretaña ve que su mercado en USAlandia depende de los aranceles que Trumpeta quiera imponer. No es precisamente una perspectiva halagüeña para el Viejo Mundo. Bueno, ya que Europa no logra verse en el espejo, tal vez pueda al menos hacerse una selfie que sus nietos puedan amononar con aplicaciones digitales.
¿Y Ucrania?
Citando a un célebre poeta chileno, podemos esperar que “nadie se va a meter en hueás por Ucrania”.
Desde los siempre atareados muelles de Chinquihue
Renato Alvarado Vidal
14 de febrero de 2025, Día del Volantín.
Antonio Pizarro says:
Efectivamente el papel de la Unión Europea en la política internacional
esta sometida a los intereses de EEUU
La UE y su doble vara de medir conflictos y agresiones
Sugiero este articulo de D. Rafael Poch de Feliu al respecto
Nos llevan a una guerra mayor
Rafael Poch de Feliu
https://rafaelpoch.com › 2024/06/03 › nos-llevan-a-una..
Los estados y sus pueblos :
La inmensa solidaridad internacional de los pueblos desde el norte europeo
hasta el mediterráneo y sur de Europa a la lucha antidictatorial en Chile , a sus organizaciones políticas ,sociales
y de DDHH , estarán sin duda en nuestra memoria
Salir del territorio , mirar , escuchar y aprender si es posible , fortalece y agranda el conocimiento de toda persona que tenga curiosidad y la oportunidad para viajar
Siempre habrá un momento para dar las gracias en la tumba de Gustaf Harald Edelstam o frente a la placa de Marcos Ana en la madrileña calle de Narváez
Buen viaje
Nos llevan a una guerra mayor
Rafael Poch de Feliu
https://rafaelpoch.com › 2024/06/03 › nos-llevan-a-una…
Felipe Portales says:
Así es. Europa mostró una patética incapacidad de comprender el «nuevo mundo» de mucho mayor independencia de Estados Unidos que se le abría con el desplome de la Unión Soviética. Incluso, no fue capaz de escuchar a la pléyade de intelectuales y diplomáticos estadounidenses de todos los «colores» que advirtieron de lo nefasto que sería la expansión de la OTAN hacia el Este, cercando a Rusia. Desde Henry Kissinger a Noam Chomsky, pasando por George Kennan, Joseph Stiglitz y muchos otros. Y, antes, el fin de su colonialismo requirió de varias guerras absurdas, además de criminales. Es cierto que aprendió de las dos guerras mundiales (¡a qué costo!) y construyó la Unión Europea , aunque la subordinó a EE. UU.; y construyó el «Estado de bienestar», aunque también lo ha ido desdibujando crecientemente ante la «ola neoliberal» que promovió Estados Unidos.
Otra cosa es -como lo insinúa el autor al final de su artículo- lo patético que ha sido nuestra América Latina. Y para qué decir nuestro querido Chile, ilustrado con la grotesca anécdota «laguista» de los trenes de desecho españoles…
jaime norambuena says:
Bastante curioso «» volver»» a Europa..
Renato Alvarado Vidal says:
¿Qué tiene de curioso regresar a un sitio?
Antonio Pizarro says:
Feliz día del volantín D. Renato
Renato Alvarado Vidal says:
El 14 de febrero era el día de san Volantín ¿No?
Antonio Pizarro says:
Si usted lo dice D. Renato, así será
Lo dicho , buen viaje , cuidese mucho
A su vuelta nos encontrara celebrando el dia de la Cambucha que también tiene su sitio en la historia de volantines y chonchitas