Sobre Guillermo Rodriguez, El Ronco
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El Ronco nos dejó y estoy desolada. Pero en verdad era su hora, y es demasiado lo que nos deja! Fue un militante integral del MIR y de la vida, que unió la acción a la reflexión, resultando de esto último la elaboración de libros, documentos, entrevistas, testimonios y colaboraciones con otros investigadores, una sistematización “en caliente” que constituye una contribución importante y única a la memoria del MIR y del pueblo. Es única porque el Ronco es un protagonista de las luchas por el poder popular y su autodefensa, de los Consejos de Guerra, la prisión y exilio y más tarde del retorno clandestino a Chile en dictadura, de los combates de la Resistencia en los destacamentos milicianos, de la segunda prisión política y del envenenamiento, entre otros.
La división y fragmentación del MIR no anuló su pasión de revolucionario. Fue ajeno a la maledicencia pero agudo en el balance y la crítica política bien fundamentada. Indoblegable, siguió actuando, observando, experimentando y construyendo, ajeno a toda cooptación en los tiempos interminables de la mal llamada transición y sus continuadores. Partió rodeado del amor de su pareja, la compañera Isabel, y de la solidaridad activa de los más variados colectivos miristas y populares acicateados por su amigo y camarada de siempre, Javier Bertin. El Ronco también un compañero fraternal, cálido y de gran espíritu colectivo cuya huella y legado siempre honraremos.
Lucía Sepúlveda