Diputada Claudia Mix critica persecución mediática y legal contra Catalina Pérez por supuesto aborto
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En el marco de la investigación del caso Democracia Viva, donde se indagan millonarios traspasos irregulares entre la Seremi del Minvu en Antofagasta y la fundación liderada por Daniel Andrade, nuevas aristas han puesto a la diputada Catalina Pérez en el centro de la polémica. Recientes filtraciones de chats entre Pérez y su expareja Andrade, difundidos por diversos medios, han desviado el foco hacia su vida privada, derivando en una causa penal en su contra por presunto delito de aborto.
Según lo informado por La Tercera, las conversaciones revisadas por la Fiscalía Regional de Antofagasta revelaron que Pérez habría interrumpido un embarazo, lo que abrió una nueva línea de investigación. Este caso ha generado un intenso debate público, especialmente porque en Chile el aborto sólo está permitido bajo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo vital para la madre y violación, ninguna de las cuales se habría aplicado en este caso.
La crítica de Claudia Mix a la cobertura mediática y la persecución legal
Ante el giro en la investigación y el escrutinio sobre la vida privada de Pérez, la diputada Claudia Mix, jefa de bancada del Frente Amplio, expresó un enérgico rechazo a lo que calificó como una «persecución legal y mediática».
“El interés desbordado por la vida privada de nosotras las mujeres llega a estos extremos, en el que se habla con mucha soltura provocando la persecución legal y mediática de una mujer por la sospecha de haber ejercido el derecho de elegir sobre su propio cuerpo”, señaló Mix, enfatizando el carácter deshumanizante de las acusaciones.
La parlamentaria también llamó a reflexionar sobre la necesidad de avanzar en la despenalización del aborto más allá de las tres causales vigentes. “Es imprescindible elevar el debate y legislar para evitar una situación así de deshumanizante y carente de empatía de nuevo”, concluyó.
El contexto legal y mediático
El abogado de Catalina Pérez, Gonzalo Medina, calificó las acusaciones como parte de una campaña de desprestigio contra la diputada, vinculada al caso Democracia Viva. Medina argumentó que las filtraciones de los chats tienen como objetivo desviar la atención del debate de fondo, que involucra irregularidades en los traspasos de fondos públicos a la ONG liderada por Andrade.
La situación se ha visto exacerbada por la cobertura mediática de los hechos. Algunos medios de comunicación, especialmente aquellos de línea editorial conservadora, han utilizado el supuesto aborto de Pérez para atacar no sólo a la diputada, sino también al Frente Amplio en general. Este enfoque ha sido criticado por sectores progresistas, quienes sostienen que se está instrumentalizando la vida privada de una mujer para fines políticos.
En este contexto, las palabras de Claudia Mix han resonado como un llamado a cambiar el enfoque de las discusiones públicas y avanzar hacia una legislación que proteja el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos sin temor a la persecución legal o mediática.
Por ahora, Catalina Pérez enfrenta un complejo escenario, con una solicitud de desafuero presentada ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta, en el marco del caso de fraude al fisco que involucra a la fundación Democracia Viva. No obstante, la nueva arista de las acusaciones ha encendido un debate que trasciende lo legal y se adentra en lo ético, político y social.