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Una monstruosa distorsión del registro histórico

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Frederick Forsyth es uno de los autores británicos más conocidos, y sus libros, muchos de ellos enfocados en acontecimientos históricos novelados, son traducidos a la gran mayoría de los idiomas. Entre sus obras más conocidas están “El Dia del Chacal”, “El expediente Odessa”, “Los perros de la guerra”, etc., y muchas de ellas han sido llevadas al cine.
Una de sus últimas obras es autobiográfica, “El Intruso, mi vida en clave de intriga” (titulo original en Inglés “The Outsider, my life in intrigue”, Editorial Penguin Random House, 2017).
En su traducción al español, y en la página 144, se lee:
“Años después de Berlín, la despiadada DINA, la policía secreta del no tan santo Salvador Allende, de Chile, fue transferida sin la menor incidencia al servicio del general Pinochet. Hasta utilizaban las mismas salas de tortura. Lo único que cambió fueron las víctimas”.
Impactado por la lectura y para descartar cualquier problema de traducción, pedí revisar la edición original inglesa y encontré:
“Years after Berlin the pretty vicious DINA, the secret police of the not-so-saintly Salvador Allende of Chile, transferred without a blip to the service of General Pinochet. They even used the same torture chambers. Only the victims changed” (Pagina 150).
Por lo tanto, no hay error en la traducción del texto, lo que existe es una monstruosa distorsión del registro histórico. Según Forsyth, la DINA, con su estructura, jerarquía, integrantes, centros de tortura y de desaparición de personas, asesinatos cometidos en Chile y en el exterior, y fines de destrucción física de opositores, habría sido creada por el Presidente Allende y Pinochet solo la “habría heredado”.
Este “relato” no tiene justificación alguna por cuanto Forsyth, como ciudadano y como residente en el Reino Unido pudo tener fácil acceso, si lo hubiera querido, a los expedientes y registros del Tribunal de Bow Street en Londres que vio, entre fines de 1998 e inicios del 2000, los antecedentes colocados por las partes para consideración de los magistrados ingleses frente a la solicitud de extradición de Pinochet por la Justicia de España, acusado por crímenes contra la humanidad.
En esas circunstancias envié una carta a Mr. Forsyth a su domicilio en Buckinghamshire, Inglaterra, en julio de 2023, seguida por otra carta a Penguin Random House Company, en Londres, solicitando que en las eventuales siguientes ediciones del libro en comento, se corrigiera el párrafo en cuestión.
No tuve respuesta.
Posteriormente puse en antecedentes de la situación a Amnesty International en Londres (una de los denunciantes de Pinochet en 1998), quienes atentamente me respondieron que enviara la comunicación a la División Internacional de Amnesty, y no a la División Inglesa con la que me había comunicado, aunque ellos mismos, mediante conductos internos, también lo harían.
Por último, en octubre de 2024, tres meses atrás, envié respectivas y sucesivas comunicaciones informando de todo lo anterior a la Senadora Isabel Allende (hija del Presidente gratuitamente injuriado), a la Sra. Marcia Tambutti (Presidenta de la Fundación Salvador Allende y nieta del Presidente), y a la Sra. Fanny Pollarolo, encargada de Derechos Humanos del Partido Socialista.
De ninguna de ellas recibí ni siquiera un acuse de recibo. Tal parece que “la defensa de la verdad”, el resguardo de la Historia, y la debida protección de la imagen e integridad política del Presidente Salvador Allende no están entre las prioridades establecidas por las personas anteriormente mencionadas.

Pedro Alejandro Matta

Santiago, 5 de enero de 2025.



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