Caos en el empadronamiento de migrantes: Eduardo Cardoza del MAM critica las políticas migratorias y exige soluciones de fondo
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 21 segundos
Un desorden total se vivió este lunes en el Estadio Víctor Jara de Santiago, donde cientos de migrantes llegaron para participar del proceso de enrolamiento biométrico anunciado la semana pasada por el Registro Civil. La alta convocatoria, la falta de organización y la evidente precariedad de las medidas desplegadas generaron tensión y frustración entre los asistentes, reflejando nuevamente los problemas estructurales de las políticas migratorias en Chile.
Ante esta situación, Eduardo Cardoza, vocero del Movimiento Acción Migrante (MAM), entregó su análisis crítico, cuestionando la manera en que se han gestionado las crisis migratorias en el país desde 2018.
Una regularización tardía y la crisis política migratoria
Cardoza enfatizó que regularizar a los migrantes no solo es necesario, sino que representa “una medida mínima” en el contexto de políticas migratorias fallidas y regresivas que han persistido en el tiempo. Para el dirigente, el caos vivido en el Estadio Víctor Jara es una consecuencia directa de años de malas decisiones institucionales, donde se ha priorizado un discurso basado en el miedo y la criminalización.
“Lo que regula las migraciones no son los decretos ni las represiones. Los marcos jurídicos regulativos son necesarios, pero deben respetar la dignidad humana, sin racismos ni condicionamientos”, afirmó Cardoza.
En su opinión, los efectos negativos de la desinformación y las políticas restrictivas son evidentes: miedo en la población, precarización crónica de las comunidades migrantes y uso político del problema migratorio con fines electorales.
“El efecto llamada es un cuento”
Uno de los puntos más polémicos abordados por el vocero fue la reiterada acusación de un “efecto llamada” cuando se aplican procesos de regularización. Cardoza calificó esta idea como una falsedad impulsada por intereses políticos que buscan perpetuar la crisis para luego utilizarla como herramienta de campaña.
“El temor a que el país se replete de migrantes es una imaginación. La mayoría de quienes llegan a Chile son trabajadores que buscan empleo. Si no lo encuentran, parten por voluntad propia, como ocurrió durante la pandemia”.
En este sentido, el vocero del MAM destacó la contradicción entre el discurso de ciertos sectores políticos y las demandas de los empresarios que financian a esos mismos partidos. Según Cardoza, los empresarios reconocen la importancia de la migración para un país como Chile, con baja natalidad y una creciente necesidad de mano de obra.
Migración y delincuencia: un vínculo injusto
Cardoza también rechazó categóricamente la tendencia de mezclar la migración con la delincuencia, señalando que el delito no tiene nacionalidad y que criminalizar a los migrantes solo profundiza la desinformación y el racismo.
“El delito crece donde el Estado falla. Es un fenómeno independiente que afecta tanto a nacionales como a extranjeros. La migración, en cambio, tiene su origen en necesidades económicas, sociales o ambientales que obligan a las personas a buscar una vida digna en otro país”.
Un llamado a políticas migratorias humanas y sostenibles
El vocero del MAM llamó a superar las políticas migratorias regresivas y avanzar hacia soluciones reales, basadas en el respeto a los derechos humanos y la cooperación regional. Criticó las medidas actuales y los proyectos de ley, afirmando que no responden a la realidad del país ni a los compromisos internacionales asumidos por Chile.
Finalmente, Cardoza alertó sobre la urgencia de una regularización amplia, ya que al menos 185.000 personas migrantes viven actualmente en situación irregular y sin acceso a derechos básicos.
“Es previsible que la regularización por sí sola no resuelva el problema. Si no hay buenas políticas migratorias, seguiremos condenando a miles de personas a vivir en condiciones indignas y a enfrentar crisis cíclicas que podrían evitarse”.
El caos de este lunes es un síntoma más de la falta de políticas migratorias estructurales en Chile. Las palabras de Eduardo Cardoza apuntan a la necesidad de un cambio profundo, donde el respeto a la dignidad humana y la cooperación internacional sean los pilares de una gestión migratoria eficiente y justa.
Para el vocero del MAM, la solución no está en la criminalización ni en la militarización de las fronteras, sino en medidas que informen, acojan y orienten a quienes llegan al país, facilitando su integración social y económica.
