Entregan recomendaciones para el consumo seguro de alimentos durante las celebraciones de fin de año
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En el marco de la Campaña de Verano del Ministerio de Salud, Christian García, jefe de Epidemiología, junto a Marcelo Ulloa, del Departamento de Nutrición y Alimentos, entregaron recomendaciones para el consumo seguro de alimentos durante las celebraciones de fin de año y así evitar las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
En esa línea, el doctor García señaló que “durante las celebraciones y paseos se modifican los hábitos y el llamado es a consumir de manera moderada y consciente, sobre todos las bebidas azucaradas y alcohólicas”. El profesional recomendó además “no consumir alimentos en comercio ambulante donde no existe posibilidad de lavarse las manos al prepararlos, lo que hace complejo y peligro el consumo”.
Cabe mencionar que durante esta época se ve un número de brotes asociados a transmisión alimentarias, “a la fecha hay 1.410 brotes con 6.866 personas que han enfermado en el año, y 154 hospitalizados por brotes alimentarios”, lo que muestra un aumento en comparación al 2023.
“Si bien en las últimas semanas hemos visto un descenso, lo que caracteriza las últimas semanas del año es que puede haber un aumento de esto y en especial también durante los meses de enero, por lo que hacemos el llamado especial cuidado y a las recomendaciones”, agregó García.
Durante la época además se registran consultas en urgencias por diarrea, las que se incrementan normalmente durante el segundo semestre, y “en especial en los últimos meses del año hemos visto que han aumentado más que los años anteriores, parte de lo esperable asociado también a paseos, fiestas, a mayor temperatura y pérdida probablemente de la cadena de frío de los alimentos.
Así que tener mucho cuidado, especialmente a las personas con enfermedades crónicas y a los niños más pequeños”, indicó García.
Recomendaciones
Respecto a las recomendaciones, ambos profesionales indicaron:
› Consumir alimentos en locales establecidos y con autorización sanitaria, ya que los principales productos y alimentos involucrados en los brotes de transmisión alimentaria son comidas o platos preparados que las personas pueden comprar ya hechas.
› Al comprar pescados, este debe tener un olor fresco, la musculatura firme y que no se hunda al contacto, las branquias o agallas rosadas de buen color y las láminas separadas. Las escamas deben estar adheridas y brillantes, lo que va a permitir saber que están en buenas condiciones y seguras para el consumo.
› Respecto a las medidas a tomar en el hogar: proceder con un adecuado lavado de manos; mantener los ambientes de preparación limpios, lavar y desinfectar utensilios, mesones y lugares donde preparamos y manipulamos los alimentos para prevenir la contaminación cruzada; refrigerar los productos que requieren frío y mantenerlos entre 0 a 5 grados, de la misma forma, la cocción completa de los alimentos es capaz de eliminar aquello que puede causar enfermedades, por lo tanto, la cocción por sobre 70 grados de los alimentos también logra su objetivo y la recomendación es consumir carnes, pescados, huevos bien cocidos.
› El uso de agua potable es importante tanto en la preparación de alimentos, incluido el lavado de frutas y verduras, como en el lavado de manos.
“Con este tipo de recomendaciones pensamos poder entregar herramientas a la población para que promueva el autocuidado y en esta responsabilidad compartida entre quien realiza la fiscalización, en quien produce los alimentos y en quien finalmente los consume, podemos mantener la mejor salud y prevenir que los alimentos pierdan su inocuidad”, expresó Marcelo Ulloa, del Departamento de Nutrición y Alimentos.
En ese mismo sentido, en lo que respecta a los controles que se hacen a través de las Seremis de Salud, “durante todo este año 2024 (hasta el 7 de diciembre) se han realizado 26.126 fiscalizaciones y que han dado cuenta de poco más de 8.000 sumarios sanitarios”; dijo Ulloa.
“El sumario sanitario es un procedimiento en el cual la Seremi realiza una investigación y verifica los efectos negativos y obliga a la empresa a poder recuperar su estatus de producir alimentos que mantengan esta inocuidad”, agregó Marcelo Ulloa.
“Es necesario señalar al respecto también que cada vez que ocurre un brote de ETA también se realizan estas fiscalizaciones y con ello se contribuye a poder entender cuál es la génesis del problema, identificar el agente causal y tomar las medidas de control que sean necesarios para prevenir la aparición y ocurrencia de nuevos casos.
Esta vigilancia nos permite establecer cuáles son los lugares donde con mayor frecuencia, ocurre una exposición a los alimentos que, posiblemente, pueden enfermar a las personas y en ese sentido, a través de la fiscalización se controla el espectro de la empresa elaboradora de alimentos, la cadena productiva, elaboración, distribución, fraccionamiento, hasta el expendio” de la comida, finalizó Marcelo Ulloa.