Proyecto de ley migratoria en Chile: Organización denuncia racismo estructural en nuevas restricciones
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El Movimiento de Acción Migrante (MAM) presentó una declaración este 3 de diciembre para abordar un tema crítico y poco debatido: el racismo estructural que afecta a las personas migrantes en Chile. En el contexto de una discusión parlamentaria sobre un proyecto de ley que endurece los derechos migratorios, el MAM denuncia la prevalencia de discursos y políticas públicas con tintes racistas que perpetúan la exclusión y la precarización de los migrantes.
Migración y racismo: una conexión ineludible
El MAM resalta que la migración en Chile no solo enfrenta discriminación general, sino una racialización que combina racismo, desposesión, superexplotación y ausencia de libertad. Según la declaración, esta condición racializada es evidente en las prácticas laborales, donde los migrantes son explotados como temporeros agrícolas o empleados domésticos, y en los discursos que los vinculan injustamente con la delincuencia.
El racismo, según el MAM, va más allá de un trato desigual; es un sistema de dominación que naturaliza las diferencias y construye un “racismo cotidiano” presente en discursos políticos, mediáticos y sociales. Esto perpetúa estigmas y justifica políticas restrictivas, como la idea de expulsar a migrantes en situación irregular o cerrar fronteras para evitar flujos migratorios.
La confusión entre discriminación y racismo
Un punto clave en la declaración es la diferenciación entre discriminación y racismo. Mientras que la discriminación se basa en un trato desigual por características específicas como género o religión, el racismo es una formación histórica y sistémica que estructura relaciones sociales. Esta confusión, advierte el MAM, minimiza el problema del racismo, dificultando su reconocimiento y perpetuando su normalización en la sociedad chilena.
La organización enfatiza que tratar el racismo como una forma más de discriminación obstaculiza las políticas específicas necesarias para combatirlo. Ejemplo de ello es la Ley 20.609, conocida como Ley Antidiscriminación, que introduce el concepto de “discriminación arbitraria” sin abordar directamente las barreras del racismo, lo que perpetúa desigualdades estructurales.
El rol del Estado y las políticas públicas
El MAM recuerda que Chile ha ratificado la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, comprometiéndose a combatir el racismo en todas sus expresiones. Sin embargo, denuncian que las políticas públicas han sido insuficientes para abordar las manifestaciones estructurales de este problema.
En lugar de implementar medidas concretas, el Estado ha permitido que el racismo persista en la legislación, los discursos oficiales y las instituciones. Esta falta de acción refuerza la exclusión de comunidades racializadas, como los pueblos originarios, la afrodescendencia y los migrantes.
Hacia una sociedad inclusiva y justa
El MAM propone acciones concretas para enfrentar el racismo en Chile. Entre ellas, destacan:
- Reconocer las especificidades del racismo como un problema estructural y no coyuntural, ligado a la historia de la colonización y la esclavitud.
- Promover la educación antirracista en escuelas, universidades e instituciones, para cuestionar los discursos y prácticas normalizadas que perpetúan el racismo.
- Implementar políticas públicas específicas que eliminen las barreras que enfrentan las comunidades racializadas, enfocándose en la inclusión y la igualdad de oportunidades.
Un llamado al cambio social
El Movimiento de Acción Migrante concluye su declaración con un llamado a la sociedad chilena a reflexionar sobre sus propias prácticas y discursos, reconociendo cómo el racismo se ha incorporado en las formas de pensar y sentir. Además, insta a las instituciones del Estado a asumir su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa y vivible para todos sus integrantes, incluyendo a las personas migrantes que contribuyen al desarrollo del país.
La declaración es un recordatorio urgente de que el racismo no es un problema del pasado, sino una realidad que sigue afectando a comunidades enteras y que debe ser enfrentada con determinación para avanzar hacia una sociedad más inclusiva.
DECLARACION MAM