Columnistas Portada

La devolución por el “portonazo” de las Isapres: la violación más masiva de la historia de Chile

Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 12 segundos

El miércoles 28 de noviembre apareció en mi correo un mensaje de la Isapre Cruz Blanca, a la que estuve afiliado hasta marzo del año pasado, cuando haciendo uso del regalo que les entregó Mario Marcel, subieron arbitrariamente el Índice de Costos del Precio de Salud (ICSA) en el contexto de la negociación por el reajuste del sector público de 2024, que puso en marcha “el perdonazo del sistema político” a las ISAPRES. El texto en comento tenía el siguiente relato “En cumplimiento a las instrucciones impartidas por la Superintendencia de Salud en la Circular IF/N°470 y en la Resolución Exenta IF/N°16310, te adjuntamos comunicación con información importante respecto a la restitución de montos asociada a la Ley 21.674 (Ley Corta Isapres) … Los antecedentes relativos a este proceso se encuentran a tu disposición en archivo adjunto”.

Al revisar el adjunto, comprobé que la deuda que tenía la Isapre conmigo por la aplicación de tablas discriminatorias que había calculado a través de la página que en su momento dispuso Conadecus – www.deudaisapre.cl – para sus usuarios, ascendía a aproximadamente 1 millón de pesos se había rebajado después de la intervención del ejecutivo y el legislativo a tan solo 4,4 UF, es decir, a $168. 403 pesos valor actualizado. Hice el cálculo varias veces y revisé la cifra pensando en que tal vez podía haber un error. Incluso llamé a Hernán Calderon, presidente de Conadecus, para contarle mi caso. A esas alturas Hernán ya estaba recibiendo cientos de reclamos por lo mismo.

Pero la broma de mal gusto no terminó allí. Leí más abajo que ese valor me lo pagarían en 40 cuotas a partir de diciembre de 2024. Es decir, un monto plano aproximado de $1.203 pesos mensuales promedio motivo por el cual la deuda por la estafa se extinguiría cuando yo tuviese casi 70 años, es decir en 12 años más.

El fin de semana tuve un encuentro familiar, y en el caso de una de mis hermanas el monto original de casi $1,5 millones de pesos se había reducido a tan solo $250.000 y le devolverían ese dinero en 155 cuotas de $ 1.600 promedio planos.




Así se perpetraba finalmente, la violación y despojo para cerca de 700.000 chilenos y chilenas, perpetración promovida por el gobierno actual a través de su ministro de Hacienda y legalizada por el sistema político en su conjunto en el congreso.

Historia de un ultraje masivo.

La deuda de las ISAPRES con sus afiliados se originó a raíz de una demanda de una particular afiliada a Isapre Colmena.  Ya en 2019, el Tribunal constitucional (TC) había dictaminado que estas instituciones no podían aplicar tablas discriminatorias, sino una sola y uniforme y esto fue ratificado luego por la Corte Suprema (CS), sentencia Rol Nº 16.630-2022, popularmente conocida como el “caso Isapres”. Instancia que dio seis meses de plazo para que entrara en vigor, lo que ocurrió en abril de 2020. Sin embargo, las ISAPRES siguieron aplicando tablas discriminatorias para el cobro de los planes base a sus usuarios. Por ejemplo, a personas por sobre los 55 años, en especial a mujeres les aplicaron tablas de 2,4 UF, en tanto que la CS había fijado un tope de 1,4 UF, incumpliendo abiertamente la decisión judicial, lo que reflejó una grave irregularidad de la Superintendencia de Salud en su momento. Ello, obviando que la propia Corte Suprema ya había dictaminado la prescripción para el período 2010-2020 y mandató devolver el sobre cobro solo desde abril de 2020 en adelante.

El fallo del TC y la CS terminó con esa arbitrariedad, pero las ISAPRES, a vista y paciencia de la superintendencia, continuaron burlando ambos fallos.

Efectivamente fue una “apropiación indebida”, le metieron la mano al bolsillo a sus clientes y pese a haber dos pronunciamientos, ellas decidieron no pagar y levantando el pretexto de una posible quiebra iniciaron su propia campaña para que las salvarán. Lo más grave es que nadie levantó la voz y la Superintendencia de Salud fue la principal responsable, porque era el órgano fiscalizador que debió haber regulado que el mercado funcionará adecuadamente, pero “se hizo el loco” y no exigió la aplicación de los pronunciamientos del TC y la CS. Tuvo que salir el fallo para que recién se empezara a hablar del robo que, no eran ni excesos, ni excedentes, sino lisa y llanamente robo por dinero cobrado de más y de manera ilegal, a los usuarios de estas instituciones.

La Justicia estableció el mes de mayo de 2023 año para que las ISAPRES hicieran la devolución del cobro ilegal de abril de 2020 hasta esa fecha. Ya ellas habían sido beneficiadas con la condonación por prescripción entre 2010-2020, mínimo era que pagaran.

Pero ahí empezó el lloriqueo público, para lo cual contaron con los medios de comunicación del establishment, dándoles una cobertura mediática impresionante en diarios, radioemisoras y televisión abierta. Amenazaron con la quiebra luego de que a fines de 2023 se vanagloriaban de acumular ganancias por $ 13 mil quinientos millones y según una investigación del economista David Debrott, publicada en Ciper, “«En el periodo 1990-2021, los hogares afiliados a ISAPRES han transferido a la industria privada de seguros de salud un monto de $8,6 billones por concepto de ganancia bruta, que no ha ido a parar ni al pago de prestaciones de salud ni de licencias médicas, sino solo a hacer funcionar el sistema».

El extenso lamento tuvo eco en el sistema político, y en particular, en el gobierno de Gabriel Boric, y se inició “el salvataje” a la industria, que tuvo como actores centrales a ellas mismas, el ejecutivo, y el parlamento, donde desempeñó un rol inexplicable el senador socialista y médico, Juan Luis Castro. En la cámara baja fue votada a favor transversalmente, desde la UDI al PC, con las excepciones de Pamela Jiles, el ecologista Félix González y los socialistas, Juan Santana, Marco Ilabaca y Danisa Astudillo, más algunos republicanos.  En el Senado, la propuesta para unificar criterios con la Cámara en torno al informe fue votada favorablemente por 39 senadores, incluidos todos los socialistas, encabezados por el presidente de la comisión Juan Luis Castro, los comunistas, Daniel Núñez y Claudia Pascual, el único senador del Frente Amplio, Juan Ignacio Latorre, y solo se contó el voto en contra de Ximena Rincón.

La ley, según el médico Mario Parada Lezcano, estableció “el perdonazo” a la deuda de las isapres con sus usuarios legalizando “los cobros abusivos”, permitió aumentar los ingresos de estas instituciones a costa de sus afiliados e inició la isaprización de Fonasa y consolidó el multiseguro liberal que “que perpetuará la existencia de las isapres en coexistencia con un seguro público”.

La ley aprobada en mayo de 2023, conocida como ley corta, no estableció un plan para el pago de las ISAPRES a sus afiliados, y éste, era que no, fue presentado por las propias instituciones deudoras a la Superintendencia de Salud que dirige el ex parlamentario DC Victor Torres, institución que nunca hizo ningún esfuerzo para que las ISAPRES establecieran un plazo para el pago de la deuda ordenada por la Corte Suprema  y que, ahora, parece que tampoco observó ni puso reparos al plan propuesto por las propias instituciones deudoras.

El presidente de Conadecus, Hernán Calderón le indició al autor de esta columna que la tabla de pagos además no es plana, empieza con montos inferiores a mil pesos los primeros meses que se aumentan levemente en la medida que pasan los años por lo tanto tampoco se sabe cómo se construyó la fórmula para establecer el monto de los pagos, estimación que es reafirmada por el economista Álvaro Gallegos tras el análisis de una muestra de casos. Es más, agrega que la devolución se ha hecho bajo la fórmula valor UF, más cero, es decir, sin intereses reales, por lo tanto, tampoco nunca se pagará el valor presente de los montos oficiales, sino solo un porcentaje de este.

Epílogo: el largo peso de la noche.

Alfredo Jocelyn-Holt, emulando a Diego Portales, señalaba en uno de sus libros que en Chile las cosas se soportan por el peso de la tradición refiriéndose con ello a que “el orden social se mantiene en Chile por el largo peso de la noche”, que nutre y da vida a “la tendencia casi general de la masa al reposo”; esto es que, el orden y la autoridad se mantienen por el adormecimiento de una ciudadanía demasiado acostumbrada a soportar el hedor de quienes los gobiernan. La débil construcción de ciudadanía en Chile ha normalizado el robo y los despojos institucionales perpetrados a vista y paciencia de quienes deberían haberlos impedidos y de una ciudadanía demasiado acostumbraba a ser abusada y despojada.

Todos sabemos que las ISAPRES y las AFP’S se impusieron a sangre y fuego sobre los chilenos entre fines de la década del terror, los 70’, e inicios de los 80’, el inicio de la institucionalización de la dictadura. No es casual su complementariedad en el tiempo. La una no se explica sin la otra.

Por eso siempre me ha llamado la atención que a pesar de los diversos programas que ha enarbolado la centro izquierda a lo largo ya de casi 35 años de democracia, que siempre postulan la revisión y/o reformulación de ambas institucionalidades, las ISAPRES y las AFP’S permanecen allí incólumes, infranqueables resistiendo por “el peso de la noche”, hasta que el próximo reventón social las vuelva a poner en el foco de la demanda por cambios.

 

 

Edison Ortiz

 

 

 

 

 

 



Edison Ortiz

Doctor en Historia. Profesor colaborador MGPP, Universidad de Santiago

Related Posts

  1. Felipe Portales says:

    Penosa demostración -¡que se añade a tantas otras!- de que nuestro liderazgo de «centro-izquierda» desde fines de los 80 (como lo reconoció crudamente el máximo ideólogo de la Concertación, Edgardo Boeninger, en 1997) experimentó un viraje copernicano hacia la derecha y se ha encargado dese 1990 de legitimar, consolidar y profundizar la obra impuesta a sangre y fuego por la dictadura, incluyendo por cierto a las Isapres y al conjunto de las leyes e instituciones expresivas del modelo neoliberal: Plan Laboral; AFP; legislación tributaria que permite la evasión de los más ricos; privatizaciones de servicios públicos, de gran parte del cobre y el litio, del agua, de la pesca, etc.; irrelevancia de los sindicatos, juntas de vecinos y de colegios de profesionales y técnicos; conversión de la educación en un negocio; subordinación a la globalización neoliberal; etc., etc.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *