La dramática situación de los adultos mayores en Chile: el caso del hombre que intentó quemarse a lo bonzo
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La desesperada acción de un hombre de 66 años que intentó prenderse fuego en una oficina de ChileAtiende en Valparaíso, en protesta por su baja pensión, ha desatado un profundo debate sobre la precariedad en la que viven muchos adultos mayores en Chile. El acto de extrema desesperación quedó plasmado en una carta difundida por Radio Bío Bío, donde el hombre relató su impotencia frente a un sistema que lo ha dejado desprotegido tanto en lo económico como en lo personal.
“Estado, Gobierno y políticos. Como ciudadano chileno exijo una ayuda económica porque mi pensión es muy baja y no alcanzo a llegar a fin de mes”, escribió el hombre, quien además expresó su dolor por la muerte de su esposa mientras esperaba una operación en el sistema público de salud.
Crisis alimentaria y sanitaria
Este hecho saca a la luz un panorama alarmante. Según la encuesta de Salud, Seguridad Alimentaria y Calidad de Vida, realizada por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, el 20% de las personas mayores de 60 años consume una limitada variedad de alimentos saludables debido a la falta de dinero. Además, un 5,6% ha pasado días sin comer por falta de recursos.
La encuesta también evidencia problemas en salud oral y visual, pues más del 50% de los adultos mayores carece de la mayoría de sus dientes, y un porcentaje similar tiene dificultades para leer información en envases de alimentos.
El senador Juan Luis Castro calificó estas cifras como una «fotografía preocupante» de la desnutrición y la incapacidad económica que afecta a los adultos mayores. “Es fundamental implementar políticas públicas que cierren esta brecha alimentaria y sanitaria”, señaló.
Reforma de pensiones en el limbo
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, subrayó que este caso extremo refleja la urgencia de avanzar en la reforma previsional. “No podemos seguir postergando una solución a los temas que afectan a nuestros jubilados”, declaró, haciendo un llamado a priorizar este debate en el Congreso.
Sin embargo, la reforma lleva nueve meses estancada en el Senado. Según el diputado Diego Ibáñez, esto responde a tácticas dilatorias de algunos sectores políticos. “Hoy vemos a una persona mayor queriendo quemarse a lo bonzo porque no le alcanza para vivir. ¿Qué estamos haciendo para cambiar esta realidad?”, cuestionó, llamando a una pronta modernización del sistema de pensiones.
Desesperanza y desamparo
La sensación de abandono que sienten muchos adultos mayores, que se sientes invisibilizados al jubilarse, puede llevar a generar estos actos irracionales y desesperados, que en el fondo buscan hacer un llamado al Estado y la ciudadanía.
Carlos Ramírez, psicoanalista y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago (Usach), quiso ahondar en un tema relevante, y del que poco se habla en la sociedad chilena: la temática del suicidio en la tercera edad.
«Es una problemática que se viene haciendo muy preocupante, muy significativa para la salud mental actual, más o menos desde la pandemia hacia adelante. Guarda relación por un lado con la problemática de la soledad y la desvinculación frente a un escenario de vida en el cual las personas estamos mayormente con un panorama de expectativas de vida cada vez más altos».
El especialista aseguró que esto podría empeorar con el paso de los años, y que es vital la toma de acciones, sobre todo del Estado, sobre todo en el ámbito del bienestar. «En 30 años más probablemente los adultos mayores van a estar sobre los 90, pero eso no asegura que la calidad de esa vida sea algo que esté en el campo del bienestar. Y eso tiene que ver con el poder poner condiciones materiales, afectivas, relacionales que sostengan a estas personas», afirmó.
El experto también se refirió al caso del hombre que quiso quemarse a lo bonzo e indicó que «si pensamos en la situación de este adulto mayor, el acto de atentar contra su propia vida responde en gran medida a una situación de desesperanza, a un escenario donde la vivencia del desamparo y del sinsentido de la existencia se hace tremendamente agobiante».
El psicoanalista y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago (Usach), detalló que es vital pensar en políticas sociales que puedan hacer más llevaderas esta etapa de la vida. «Que la puedan hacer grata, placentera, donde el sentido de la idea del júbilo, de la jubilación, sea real, y no una referencia a una palabra vacía».
Por último, manifestó que «la situación de esta persona que se quiso quemar a lo bonzo pone en evidencia una fragilidad que no es solo individual, sino social, y eso nos lleva a pensarnos y a cuestionarnos respecto de qué estamos haciendo, cómo nos posicionamos frente a una problemática que nos interpela a todos como sociedad».
