Poder y Política

Elección de gobernadores 2024: representación sin aroma de mujer

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Las elecciones de autoridades regionales realizadas los días 26 y 27 de octubre (primera vuelta) y el 24 de noviembre (segunda vuelta) han dejado una inquietud recurrente: ¿pueden medidas como la paridad de entrada superar la realidad de que, durante los próximos cuatro años, todas las gobernaciones regionales estarán encabezadas por hombres?

 

La representación de mujeres en la elección

 

En la primera vuelta, solo 23 mujeres se postularon como candidatas a gobernadoras, lo que representa un 24,21% del total de postulaciones inscritas y validadas por el Servicio Electoral (SERVEL). Este porcentaje, aunque refleja un cierto avance, también pone de manifiesto profundas desigualdades en términos de género. Por ejemplo, mientras en la Región de Los Lagos el 60% de las candidaturas correspondieron a mujeres, en cuatro regiones (Tarapacá, Atacama, Ñuble y Araucanía) ninguna mujer estuvo en la papeleta.

 

A continuación, se presenta la distribución de candidaturas femeninas por región:

 

Tabla 1: Participación de mujeres en las candidaturas a Gobernación Regional

 

RegiónTotal

Candidatos

Mujeres% Mujeres
Arica y Parinacota6116,67
Tarapacá500,00
Antofagasta8337,50
Atacama700,00
Coquimbo9111,11
Valparaíso6116,67
Metropolitana de Santiago8337,50
O’Higgins5240,00
Maule5240,00
Ñuble500,00
Biobío7228,57
Araucanía600,00
Los Ríos4250,00
Los Lagos5360,00
Aysén4250,00
Magallanes5120,00
Total952324,21

 

Fuente: SERVEL




 

En la segunda vuelta, cuatro candidatas lograron competir en las regiones de Antofagasta, Maule, Valparaíso y Los Lagos. Sin embargo, ninguna resultó electa.

 

Tabla 2: Resultados de las candidatas en la segunda vuelta

 

RegiónCandidataPactoPartidoVotos

obtenidos

%
AntofagastaMarcela Hernando PérezTu Región RadicalPartido Radical151.06947,82%
ValparaísoMaría José Hoffman OpazoChile VamosUnión Demócrata Independiente464.23537,49%
MauleCristina Bravo CastroPor un Chile MejorPartido Demócrata Cristiano362.27748,26%
Los LagosClaudia Reyes LarenaRepublicanos e IndependientesPartido Republicano240.06248,13%

 

Fuente: SERVEL

 

Un análisis sistémico del retroceso en igualdad de género

 

La falta de mujeres en los cargos de gobernación regional refleja múltiples desafíos estructurales y culturales que perpetúan la desigualdad de género.

 

I.  Retroceso en la igualdad de género

 

  1. Desbalance en avances políticos: Mientras se han logrado avances significativos en el Congreso gracias a la paridad, esta no se ha replicado de manera equitativa en los niveles
  2. Barreras estructurales y culturales: Las mujeres enfrentan limitaciones como el acceso desigual a financiamiento, la falta de respaldo partidario y prejuicios persistentes en la percepción de votantes.
  3. Impacto simbólico: La ausencia de lideresas regionales refuerza la idea de que la política es un espacio predominantemente masculino, lo que desincentiva la participación de mujeres jóvenes.
  4. Limitaciones en políticas inclusivas: Una menor presencia femenina implica menos voces para abordar problemas críticos como la violencia de género, la brecha salarial y el acceso equitativo a recursos públicos.

 

II.  Falta de diversidad en la toma de decisiones

 

La exclusión de mujeres afecta tanto la legitimidad como la calidad de las políticas públicas:

 

  1. Visión limitada: Las decisiones suelen ignorar las perspectivas de género, afectando la atención a problemas que impactan especialmente a mujeres y comunidades vulnerables.

 

  1. Representación simbólica: La falta de lideresas perpetúa estereotipos negativos, disuade a nuevas generaciones y refuerza desigualdades estructurales.

 

Conclusión: Avanzar hacia una paridad efectiva

 

Es urgente impulsar cambios legales y culturales que garanticen la representación equitativa de género en todos los niveles de la política. Esto requiere:

 

  1. Cuotas de género más estrictas que aseguren la igualdad desde la postulación hasta la elección.
  2. Programas educativos que transformen las percepciones culturales sobre el rol de las mujeres en el liderazgo político.
  3. Apoyo efectivo a candidatas, incluyendo financiamiento y mentoría, para competir en igualdad de condiciones.

 

Estos pasos son necesarios para construir un sistema político verdaderamente inclusivo y representativo, donde las voces de todas las personas sean escuchadas y consideradas.

 

 

Rossana Carrasco Meza



Cientista política

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  1. Renato Alvarado Vidal says:

    Otro comentario sobre este importante asunto:
    He visto en otro medio de comunicación una serie de proposiciones para remediar la ausencia femenina en los cargos de representación popular, incluso había uno muy curioso ya que planteaba establecer por ley la igualdad «de salida», es decir forzar que fuesen elegidos hombres y mujeres en cantidades iguales; el problema reside en que esto significa torcer la voluntad del electorado, al que suponemos soberano.
    También es llamativo que todas las normas correctivas propuestas son superestructurales, parten ya desde lo que las directivas partidarias decidan, pero ninguna apunta a algo tan simple como considerar la participación real de hombres y mujeres en la base de esos partidos ¿qué proporción de hombres y mujeres hay en su militancia de base?
    Si encontrásemos una militancia igualitaria o mayormente femenina estaríamos ante una clara discriminación negativa y sería un problema que los propios partidos tendrían que resolver.
    Si la proporción fuese mayoritariamente masculina el reciente resultado electoral estaría solamente reflejando una realidad, y esta sería igualmente incómoda para los partidos ¿por qué no hay más mujeres militando?
    En ambos casos el problema radica al interior de los partidos políticos ¿Tendrá algo que ver su abrumador descrédito ante la ciudadanía?
    Cualquier solución «por arriba» será solamente un parche ante lo que es evidentemente una crisis de representación, y lo que es peor, una persistente crisis de legitimidad.

  2. Renato Alvarado Vidal says:

    Me pregunto si forzar la igualdad a través de medidas administrativas sea buena idea, y me refiero a las «cuotas de género más estrictas».
    Presentaré un ejemplo concreto: Cuando en 1968 hicimos la Reforma en la Universidad de Chile, una de las medidas que tomamos en la Escuela de Medicina fue precisamente eliminar la cuota de género, la que entonces limitaba el ingreso de mujeres a sólo el 25%, y no la reemplazamos por otra, simplemente levantamos la barrera y que entre quien tenga los merecimientos; el resultado fue – y es hasta ahora – que ingresan más mujeres que hombres.
    Si hubiésemos impuesto una estricta cuota de género esta tendría que haber sido del 50%, para garantizar la igualdad, pero a la luz de los resultados reales y concretos esto habría dejado fuera a muchas chicas con los méritos suficientes para ingresar.

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