Uruguay elige presidente en una reñida segunda vuelta electoral
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Más de dos millones 700 mil uruguayos están llamados a las urnas hoy para elegir al presidente y vicepresidente que gobernarán el país durante el período 2025-2030. La jornada, marcada por el voto obligatorio, enfrenta a dos fórmulas que representan visiones políticas contrapuestas: Yamandú Orsi y Carolina Cosse, del opositor Frente Amplio (FA), y Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, del oficialista Partido Nacional y la Coalición Republicana.
Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 08:00 horas y recibirán votantes hasta las 19:30, con la posibilidad de extender el horario si aún hay filas. Se espera que los primeros resultados preliminares se conozcan entre hora y media y dos horas después del cierre. Sin embargo, el ministro de la Corte Electoral, José Korzeniak, advirtió que en caso de un resultado ajustado, podría ser necesario esperar el conteo de las papeletas observadas, tal como ocurrió en 2019.
Un balotaje históricamente decisivo
Esta es la quinta ocasión desde la reforma constitucional de 1996 en que Uruguay define a su presidente mediante una segunda vuelta. Según la normativa, si ningún candidato supera el 50% de los votos en la primera ronda, los dos aspirantes más votados compiten nuevamente en el último domingo de noviembre.
De acuerdo con los sondeos, Orsi lidera con una leve ventaja dentro del margen de error, lo que los analistas califican como un «empate técnico». Históricamente, los favoritos en las encuestas han ganado en balotaje, pero la estrecha diferencia genera expectativas de un resultado incierto.
El Frente Amplio, liderado por Orsi, promete mayor equidad en la distribución de la riqueza, un mensaje que parece haber resonado en la primera vuelta, donde la coalición obtuvo la mayoría en el Senado y un significativo respaldo en la Cámara de Diputados. Además, fue la fuerza más votada en 10 de los 19 departamentos, un hecho sin precedentes en la historia política reciente del país.
Por otro lado, Delgado busca capitalizar el apoyo combinado de los partidos que conforman la Coalición Republicana, cuyo total de votos en octubre superó al de la alianza de izquierda. El oficialismo apuesta por dar continuidad a las reformas impulsadas durante la administración de Luis Lacalle Pou, en lo que denominan «un segundo piso» de transformaciones.
Una jornada crucial
La elección de hoy no solo definirá el rumbo político del país, sino que también pondrá a prueba la capacidad del sistema electoral para manejar un posible conteo ajustado. Según Korzeniak, en caso de un margen estrecho, los votos observados serán determinantes. Estos se escrutarán en el proceso departamental que comienza el martes, lo que podría retrasar la confirmación del ganador.
El resultado de este balotaje será crucial para determinar si Uruguay apuesta por la continuidad del modelo oficialista o abre paso a un nuevo ciclo de gobierno liderado por el Frente Amplio. La expectativa y tensión por conocer el desenlace se sienten en todo el país, mientras los ciudadanos ejercen su derecho en una jornada clave para la democracia uruguaya