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Andrés Chadwick bajo la lupa: exministro del Interior declara como imputado en el Caso Audio

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El exministro del Interior, Andrés Chadwick, declaró en calidad de imputado ante la Fiscalía Metropolitana Oriente por la arista Parque Capital del conocido Caso Audio. Esta investigación, que ha destapado una red de tráfico de influencias, corrupción y favores políticos, involucra directamente al exministro, quien llegó acompañado de su abogado defensor, Samuel Donoso, para declarar frente al fiscal jefe de Alta Complejidad, Miguel Ángel Orellana.

La audiencia, que se realizó en completa reserva y tuvo una duración de dos horas y media, pone a Chadwick en el centro de una investigación que, según las declaraciones del diputado Daniel Manouchehri (PS), busca desenmarañar una red donde el exministro actuaba como «el tentáculo político» de Luis Hermosilla, abogado actualmente en prisión preventiva. «Esperamos que la Fiscalía investigue a fondo, sin presiones, y se castigue con el máximo rigor de la ley», afirmó Manouchehri, querellante en el caso.

El vínculo con Parque Capital

De acuerdo con información revelada por CIPER Chile, el Caso Audio expone cómo Hermosilla, en su rol de asesor del Ministerio del Interior entre 2020 y 2021, logró agilizar en tiempo récord la emisión de permisos para el proyecto inmobiliario Parque Capital, desarrollado por el Grupo Patio en Lampa, una zona rural de la Región Metropolitana. Según los registros de chats filtrados, Hermosilla mantenía contacto directo con Álvaro Jalaff, entonces director del Grupo Patio, y Andrés Chadwick, estrecho colaborador del expresidente Sebastián Piñera.

Los antecedentes apuntan a que la intervención de Chadwick habría facilitado la emisión de certificados de factibilidad en solo dos meses y medio, un tiempo inusual para este tipo de trámites. Estas gestiones levantan sospechas de tráfico de influencias, particularmente considerando que Hermosilla tenía acceso directo a las altas esferas políticas y judiciales, red de la que Chadwick sería una pieza clave.

Exigencia de justicia sin privilegios

La declaración de Chadwick ha generado fuertes reacciones en el ámbito político. La diputada independiente Camila Musante, también querellante en el caso por delitos de tráfico de influencias, fue enfática al señalar: “Espero que responda como todos los chilenos y chilenas, y que no se lleguen a acuerdos de clases de ética ni a esos arreglos como en los casos Penta y SQM”.

Musante también planteó una inquietud sobre el entorno que durante años blindó a Chadwick: “¿Quién lo defenderá ahora que su gran amiga, la ministra Vivanco, ha sido destituida de la Corte Suprema? ¿Cómo enfrentará la justicia cuando sus aliados ya no están para protegerlo?”.

Las declaraciones de la parlamentaria reflejan el hartazgo de la ciudadanía frente a los casos de corrupción donde las élites políticas y económicas logran salidas negociadas, mientras el resto de la población enfrenta el peso total de la ley.

El desafío de juzgar sin redes de poder

El Caso Audio no solo es un episodio más de corrupción, sino también una prueba para la justicia chilena. La necesidad de procesar a Chadwick sin privilegios ni redes de protección es un tema central en el debate público. Como bien señalan los querellantes, el resultado de esta causa será un termómetro para medir si las élites políticas finalmente rinden cuentas como cualquier otro ciudadano o si, nuevamente, logran escapar con sanciones simbólicas.

El Caso Audio se suma a una lista de episodios que han puesto en jaque la credibilidad de las instituciones chilenas. En esta ocasión, la sociedad exige que el proceso avance con transparencia y que no se repitan los “arreglos” que marcaron casos emblemáticos como Penta y SQM.

 

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