Chile: la dignidad todavía no es costumbre
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Aunque muchos seguirán negándolo, la posibilidad de cambiar el modelo neoliberal se anuló con el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución del 15 de Noviembre 2019: allí se definieron las reglas con las cuales se escribiría la Nueva Constitución: un fracaso, por desinformación y rechazo de este mismo acuerdo, que nos hace llegar a la propuesta constitucional republicana, que nada tiene que ver con la propuesta inicial.
18 de octubre 2024: ya son 5 años de la Revuelta. En ese entonces, la subida de las tarifas del metro fue la “gota demás”: los estudiantes decidieron manifestarse, la población los siguió. Quienes salieron a la calle, pedían pensiones justas, trabajos dignos, salud pública y educación gratuita. No sólo se cuestionaba el Estado chileno y su Constitución, sino su modelo, económico y político, denominado neoliberalismo.
“Lo que estamos viviendo hoy es el resultado de varios problemas sociales y políticos, los estudiantes dicen que no es más el aumento de 30 pesos que los últimos 30 años: voy a corregir a los estudiantes, porque según yo son 46 años y medio. El punto de partida de todo esto es la dictadura de Pinochet; porque la dictadura y la transición a la democracia son dos partes de un mismo modelo económico y social, que es el modelo neoliberal”, había declarado, durante la primera semana del Estallido Social, Sergio Grez, historiador.
Hoy las movilizaciones populares han disminuido, pero no han parado. Por otra parte, el Estado siguió respondiendo, firme, a través de la represión: entre muchas, la ley Naín Retamal, que autoriza Carabineros a apelarse a la legitima defensa y matar si necesario, fue aprobada el 5 de abril del año pasado y añade una sombra obscura a la represión de las protestas sociales.
En el mientras, los jóvenes presos durante la Revuelta permanecen encarcelados, muchos de ellos considerados como presos comunes. Es el caso de Nicolás Piña, ingeniero condenado a 10 años por homicidio frustrado, quien se le detuvo el 12 de febrero de 2021, tras participar en una manifestación por la libertad de los presos políticos del estallido social, sin sospechar que terminaría siendo uno de ellos. Su madre, Paola Palomera, denunció que su hijo “fue detenido violentamente por funcionarios policiales vestidos de civil (los llamados “intramarchas”), quienes luego lo subieron a un vehículo particular y se lo llevaron sin dar ninguna explicación”.
Fue la activación de la ubicación en el celular del ingeniero lo que permitió que se enterara del destino: la 33° Comisaría de Carabineros. Son las “pruebas” de los “intramarchas” que llevaron a Nicolás Piña a ser condenado por un crimen que no ha cometido.
Los jóvenes presos de la Revuelta no son los únicos jóvenes en espera de reparación: demasiados ya son los suicidios entre las víctimas de trauma ocular. La ausencia de asistencia hace que las personas se sientan aisladas y olvidadas. “En el gobierno de Piñera se creó el programa Piro, con muy mala gestión. Ahora, bajo el gobierno Boric, se llama Pacto: el programa solo cambió de nombre y ubicación, pero sigue deficiente. Ahora, estoy buscando trabajo, pero no estoy diciendo que soy discapacitado, porque puedo tener problema por haber salido a protestar: nosotros mismos nos estamos silenciando, y nadie nos apoya”, denuncia una de las víctimas de trauma ocular.
“En cierto modo, lo que estamos viviendo es el resultado de la adaptación de la centroizquierda (Demócratas Cristianos, Socialistas y Partido por la Democracia) a la Constitución de 1980 (heredada de la dictadura) y al modelo neoliberal. La derecha, por razones obvias, y el centro-izquierda asimilados a las lógicas neoliberales, han mejorado sus ingresos (en particular parlamentarios y altos funcionarios) y han vaciado paulatinamente la política de contenido ideológico. Y eso todavía no se resuelve, y lleva a los problemas actuales, los cuales, hasta un cambio de modelo, no se podrán resolver”, Mario Garcés, historiador.
Enseguida, entrevista a Braulio, Estudiantes por la Causa Popular.
Serafín Rodríguez says:
Como buen historiador, Sergio Grez la tenía clarita cuando en octubre del 2019 denunció que «la dictadura y la transición a la democracia son dos partes de un mismo modelo económico y social, que es el modelo neoliberal”. Ergo, la madre de todos los males que afectan al país en cuanto a trabajo, salarios, vivienda, salud, educación, transporte, pensiones y un largo etcétera, es el sistema económico y los poderes institucionales y fácticos que lo sostienen y mantienen —la constitución real del país, la que manda y somete a la servidumbre ciudadana. Mientras ésta perdure, la dignidad no se hará nunca costumbre.