Gustavo Gatica critica la falta de valentía de la Izquierda para defender el significado del estallido social
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A casi cinco años de haber quedado ciego por el disparo de un carabinero durante las protestas del estallido social en Chile, Gustavo Gatica, joven psicólogo y activista, reflexiona sobre la falta de defensa por parte de la izquierda chilena respecto al significado de las manifestaciones de 2019. En una entrevista con la agencia EFE, publicada en Radio Cooperativa, Gatica expresa su descontento con la narrativa criminalizadora que se ha instalado en el país y critica la falta de valor de la izquierda para contrarrestar este discurso.
«Hace dos o tres años que hay una disputa por la narrativa del estallido social y, lamentablemente, se logró instalar que estuvo muy ligado a la delincuencia, a los saqueos. Se habla de estallido delictual, lo que me parece una falta de respeto hacia todos los que salieron a manifestarse», señaló el activista de 26 años.
El estallido social de octubre de 2019 marcó un hito en la historia reciente de Chile, siendo la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura militar. Las manifestaciones, que comenzaron como un rechazo al alza en el precio del boleto de Metro, se convirtieron en un reclamo transversal por un modelo económico más justo y mayores derechos sociales. Sin embargo, estas protestas también estuvieron acompañadas de episodios de violencia y una cuestionada represión policial, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos, y motivó investigaciones judiciales contra altos mandos de Carabineros.
Gatica, quien en ese entonces era estudiante de Psicología, recuerda cómo las marchas sirvieron para que la gente «se encontrara» y construyera «comunidad» en una sociedad que, según él, estaba muy individualizada. «Fue la primera vez en mi vida que yo veía que la gente se interesaba por la política y quería pensar este país, pensar cómo podían ser las cosas. Se manifestaron contra lo que les parecía injusto y fue hermoso», añadió.
No obstante, el apoyo ciudadano al estallido social ha disminuido en los últimos años. Según un sondeo reciente del Centro de Estudios Públicos (CEP), solo el 17% de la población considera que fue «positivo o muy positivo», mientras que el 50% lo califica como «muy malo o malo». Gatica atribuye esta caída en el respaldo a la influencia de la derecha, aunque también critica a la izquierda, incluido el Gobierno de Gabriel Boric, por no haber defendido con firmeza la narrativa del estallido. «Quienes debieron defender la otra narrativa de lo que fue el estallido social no lo hicieron (…) Creo que la izquierda chilena no ha estado a la altura», lamentó.
De cara al próximo 18 de octubre, Gatica espera que el Gobierno, compuesto por el Frente Amplio, el Partido Comunista y fuerzas de la centroizquierda, defienda el legado de las protestas, aunque teme que su respuesta sea “muy mesurada”. Este aniversario también coincide con el inicio del juicio contra Claudio Crespo, el ex teniente coronel de Carabineros acusado de disparar a Gatica. «Tengo esperanza en la Justicia. Creo que las instituciones que se han encargado de estudiar y de investigar mi caso han hecho un trabajo excepcional. Ojalá hubiese sido así con todos los casos. Lamentablemente no fue así», afirmó el joven, al recordar que de los 10.142 casos de violencia policial registrados, solo el 0,42% han concluido en investigaciones, según Amnistía Internacional.
A lo largo de estos cinco años, Gatica ha logrado titularse en Psicología, independizarse y trabajar en una Defensoría Penal, además de montar su propia consulta online. También ha aprendido a tocar la batería y se ha unido a una banda de rock compuesta por otros heridos oculares. A pesar de sus logros, sigue sintiendo que las demandas del estallido social continúan vigentes y que el país «ha cambiado poco». «Cuando empecé a procesar esto (la ceguera), estábamos en el primer proceso constituyente. Estaba optimista de cómo se venían las cosas. Ya no lo soy tanto. Tampoco soy pesimista, sino más bien realista», confesó.
Las protestas de 2019 dieron lugar a dos procesos constituyentes fallidos y a una creciente desilusión ciudadana, con una fuerte fatiga electoral y un escepticismo político generalizado. «No veo muchas salidas, al menos por ahora. Hay una resistencia de la élite en Chile que no permite hacer cambios», concluyó Gatica
