Comienzan a sonar las maracas
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Las maracas son unos artefactos musicales hechos de calabazas y semillas, muy usados en el caribe para acompañar los ritmos fogosos de sus bailes.
Cuando comienzan a sonar las maracas, es que se abre el espectáculo, con bailes insinuantes y con ropas mezquinas, que regalan una exhibición generosa de torneadas piernas, brazos, pechugas, caderas sinuosas y gracia rítmica infinita.
La política, en Chile, viene haciéndose farandulera desde hace un rato. Es que la música la pone la televisión, y cuando eso acontece, para hacer carrera en la política, debes posicionarte primero en la pantalla.
Ya nos hemos divertido viendo a los candidatos y las candidatas dando espectáculo televisivo: bailes, chistes, maromas, canturreando, recitando. Cualquier cosa que suene a histrionismo, divertimento o jocoso pasar por la escena o la pasarela (si es candidata).
Pero, bueno….eso es parte de la “ política de masas”. Desde Lyotard, ya nadie está dispuesto a darse la lata con arengas o mega discursos (magarrelatos, los llama el filósofo franchute).
Eso le gustaba a los abuelos. Las nuevas generaciones son visuales, lúdicas, musicales. Si un político desubicado en el tiempo y el espacio comienza con su verborrea florida e insustancial y persiste en apropiarse el micrófono, lo más probable es que le vuelen una oreja, como ya le pasó a uno por ahí.
Pero como los más advertidos de los políticos ya se ubican en el escenario cultural en el que se desenvuelven, entonces van remontando la cuesta, de llegar a ser “famosos”. Usan el Tik Tok y ahora esas páginas exclusivas a las que se accede pagando una cuota.
De esta forma las damas que aspiran a financiar sus “carreras” en postulaciones de cargos de elección popular, se las están ingeniado para lucrar con lo que tienen, sus encantos intimos.
Unas, acusadas de defraudar, se dedican a exhibirse con LENCERIA de muy buena calidad y reducido tamaño…y les va estupendamente bien. Claro que su figura les acompaña, también sus insinuantes poses… , de hecho la mercadería se vende bien. Si hasta los argentinos se están arrimando a comprar en Chile. Eso quiere decir que nuestra lencería es de calidad y comparativamente más barata.
Es que en la política transandina, Milei ofrece un espectáculo que cuesta bastante más caro a su público.
Pero volviendo a estas divas, estamos observando que se han montado en el caño, y el exhibicionismo sube de tono y de precio. Ahora se valorizar por presas, como esos carteles que ponen las carnicerías para que el público sepa a qué parte del animal corresponde cada corte: tapapecho, barriguita, lomo liso, entrepierna, costillar, rabo, lengua, etc.
Yo pienso que estas damas políticas saben que los chilenos barones se han vuelto tan adictos a la carne como los argentinos, uruguayos o paraguayos. Basta ver los intercambios de los audios entre dos machos bien representativos: “La fulana está buenísima, yo creo que aguanta un aporreo. Tiene cara de ser buena para la…..”. Es decir, ahí hay un potencial a explotar sin remilgos. En estos tiempos el que no corre se encarama. Así es que a “ emprender” chiquillas.
Bueno, pero qué dirán sus padres o sus suegros, algunos son muy serios, incluso pertenecen a órdenes religiosas…y sus esposos, si son casadas.
En eso de la seriedad hay que ser relativista. En el caribe, el popularico tiene un dicho famoso y burlón: “Cara seria, culo rochelero”. Rochela, es sinónimo de fiestero, alegre.
En todo caso vivimos un mundo cultural de gran tolerancia., Bawman, el sociólogo famoso, lo llama “liquido”…y eso de líquido se confunde con “liquidez”, es decir, constante y sonante. Estamos bajo el imperio del dinero, del interés simple o compuesto y si es compuesto de interés carnal…bueno, será. Los del poder nos vienen enseñando que el Estado no regala, hay que EMPRENDER. Y PARECE QUE NUESTROS POLITICOS (CAS) Se la tomaron en serio.
Hugo Latorre Fuenzalida
