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El final del último de los coroneles

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Compraron sin pedir rebaja todas las palabras de Jaime. Aquella mezcla entre el incienso y la subordinación del hombre al gremialismo con sus características excluyentes y sesgado.

La dictadura militar los amparó y se prepararon para volver a la política contingente en algún momento, para ellos no era asunto urgente. Sus principios estaban marcados a fuego desde el alto mando militar. Se instalaron sin cuestionar nada, por el contrario, jamás se les escuchó defender la vida de millones de chilenos, tampoco preguntar donde estaban los que hasta ahora nos hacen falta. Miraron desde sus balcones el PEM y el POJ como efectos colaterales de lo dictado por Milton Friedman.

Llegar a instalarse entre los altares de los ángeles neoliberales nada fue difícil. La precariedad ideológica, falta de ética, principios y valores entre tantos galones y laureles, posibilitó esa mirada perversa desde las alturas. Chile iba bien, mientras se operaba bajo Estado de Sitio. Fue cercenado el Estado Docente. El circo/farándula se hace rico con las ISAPRES. El final de un sistema de pensiones para cambiarlo por un pozo sin fondo donde está el dinero ahorrado por millones de chilenos con el cartel de “sálvate solo”.

Entonces todo era vendible, todo tiene su precio y la salud no quedó exenta. Si estás enfermo nosotros te salvamos con módicos planes. Allí estaba los brujos sanadores agitando que el mercado se regula sólo. Y como corolario años después el parlamento les salva la vida, y la cuenta a pagar por lo robado debe salir de los bolsillos de los embaucados.




Los coroneles de la UDI estaban instalados, eran fundamentales antes de entrar al confesionario para contar solo algunos pecados.

Posiblemente esos años entre regimientos y cuarteles convirtieron a los coroneles en hombrecillos bajo el halo de la impunidad, donde todo lo pensado era posible de hacer. Robar sin tocar la puerta, allí está ese artilugio conocido como La Familia, una especie de caja negra donde la llave eran dueños algunos pocos, entre ellos Jaime. Salieron limpios dejando a cientos y cientos sin dinero, la obra gremialista necesitaba de papeles frescos.

Y se inventaron una Constitución alejada de toda norma, un adefesio como si de una casa construida por un loco se tratara, hasta le tomaron sus fotos y en santa liturgia se la ofrecieron a Dios para que se la aprenda de memoria. De rodillas los tribunales y bajo Palio el Nuncio Angelo Sodano colocó su dígito pulgar derecho, mientras la muerte azolaba las calles dejando su reguero de muerte.

 

Muerto Jaime, Novoa y Longueira en el ostracismo, Coloma es ya foto sobre la chimenea de la casa de la UDI, pero quedaba Chadwick, el heredero de Piñera, el ungido para continuar la obra del trafico de influencias, el adorador de los paraísos fiscales, el rey del bambo en la información privilegiada, un ex presidente sin banderas patrias salvo la de su propio mercado personal como Exalmar.

Andrés acusado constitucionalmente busca el amparo en una universidad, que no es Libertad y Desarrollo, pero posibilita junto a ciertas comunas la triangulación de fondos pensando en las elecciones por llegar. Los próximos candidatos deberán enfrentar campañas y aquello cuesta dinero.

Entonces aparece Hermosilla, los dos compartiendo oficina en un edificio cuyo dueño Jallaf del Grupo Patio, entregaba dádivas a los dos por los favores recibidos como si de San Expedito se tratara. Trámites rápidos, declaraciones de amor casi eterno, porque como sucede también entre parejas, todo se rompió como si de un jarrón chino se tratara. Andrés llegó a su oficina y discreto guardó sus fotos, sus diplomas, sus preseas doradas y abandonó la madriguera que por años los cobijó.

Todos se van a negro. El ex encargado jurídico del Ministerio del Interior en el gobierno de Piñera apellidado Hermosilla se saltó todas las reglas, y se conoce entonces un juego donde algunos altos magistrados en la Corte Suprema, sus sillones eran las monedas que quedaban entre los acuerdos de la elite piñeirista.

Una vez más los chilenos se enteran que la elite es corrupta pero que sobrevive siempre porque hay manos que la salvan, y como se comenta en esos bajos fondos amor con amor se paga.

Lo sucedido en la USS es ya un asunto muy conocido. Cuando pierdes el gobierno buscarás un pagador. Así está la foto de los profesores en una institución que es sencillamente una caja pagadora, y también las municipalidades. Ximena Rincón en su momento salió con su tarrito limosnero esperando tiempos mejores.

Todo esto lo dijo octubre hasta el cansancio. Un país sin derechos y entregado al mercado, bloques políticos haciendo defensas corporativas, en una relación de política y empresas pocos conocidas para la inmensa mayoría, pero recorrido sabido en la elite. Muere el último de los coroneles en el partido con marcado halo autoritario y militar, pero no la clase que ellos representan. La batalla debe continuar.

Cuando la vida te coloca frente a un caramelo debe ser aprovechada. No es posible perderse cuando la extrema derecha logra instalarse entre los sectores más sencillos con sus propuestas populistas, que son tan atractivas nacidas del fracaso de los encargados ya tradicionales.

No son tiempos de galgos flacos.

 

Pablo Varas

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Pablo Varas

Escritor

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