Marcela Cubillos contraataca: Tohá es «la del gatillo fácil» y «aliada de Maduro»
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La polémica entre Marcela Cubillos y Carolina Tohá sigue subiendo de tono. Después de que la ministra del Interior comparara el estilo de la candidata a la alcaldía de Las Condes con el de las autoridades venezolanas, Cubillos no tardó en responder a través de su cuenta en la red social X, lanzando una serie de ataques directos a Tohá y vinculándola con el gobierno de Nicolás Maduro.
La exministra y militante de la UDI, en un tuit cargado de agresividad, calificó a Tohá como “la del gatillo fácil” y aseguró que gobierna “con los aliados de Maduro”. El mensaje, lejos de apaciguar la situación, ha añadido más combustible a una controversia que ya parecía lo suficientemente incendiada.
“Usted, @Carolina_Toha, la del ‘gatillo fácil’ y ‘habituales’ 37 asesinatos por feriado, que llamó a aprobar la Constitución del octubrismo, gobierna con los aliados de Maduro, insultó a una concejal que la criticó y defiende la frontera con megáfonos”, escribió Cubillos en un intento de desviar la atención de las acusaciones por su sueldo millonario en la Universidad San Sebastián.
El ataque de Cubillos hace eco de su estrategia habitual: acusar a sus detractores de ser parte de un movimiento político de izquierda radical, al que ella denomina «octubrismo», en alusión a las protestas sociales de octubre de 2019. La candidata ha utilizado este término repetidamente en medio de la polémica, intentando posicionar las críticas en su contra como parte de una campaña de la izquierda para desprestigiarla. De hecho, en su reciente entrevista con T13, también se refirió a las denuncias sobre su abultado sueldo como una “acción política” que, según ella, busca coartar la libertad de las universidades privadas de fijar sus políticas de remuneración.
La respuesta de Cubillos no sorprende a quienes han seguido su trayectoria política: cuando se ve acorralada, su reacción es atacar con fuerza, acusando a sus críticos de estar alineados con sectores que considera enemigos ideológicos. Sin embargo, este nuevo round con la ministra del Interior ha puesto de manifiesto una vez más su inclinación a evitar explicar las irregularidades por las que está siendo investigada. En lugar de abordar con claridad las acusaciones sobre su sueldo de 17 millones de pesos mensuales mientras vivía en España, Cubillos parece enfocarse en desviar la atención con ataques políticos y referencias a Venezuela, un país que se ha convertido en un símbolo recurrente en su discurso para denigrar a sus adversarios.
Tohá, por su parte, había sido directa en su respuesta inicial, criticando a Cubillos por recurrir a los insultos en lugar de dar explicaciones con transparencia. La ministra comparó el estilo de la exministra de Educación con el de las autoridades venezolanas, en un claro llamado a que Cubillos asuma su responsabilidad en lugar de lanzar ataques sin fundamento.
A medida que la campaña para las elecciones municipales se intensifica, queda claro que esta disputa entre Cubillos y Tohá no se resolverá pronto. Mientras la Fiscalía continúa investigando las denuncias en contra de Cubillos por los pagos que recibió de la Universidad San Sebastián, la candidata parece más enfocada en encender el debate político y polarizar aún más el ambiente.
Si bien algunos podrían ver esta estrategia como una forma de desviar la atención de los problemas reales que enfrenta, para otros, Cubillos parece estar buscando consolidar su base de votantes en Las Condes, un bastión tradicional de la derecha. En cualquier caso, el intercambio entre ambas figuras ha dejado claro que, lejos de tranquilizarse, la polémica en torno a Marcela Cubillos seguirá creciendo en intensidad.
Felipe Portales says:
Podrá, por supuesto, ser electa alcaldesa de Las Condes; pero sus ambiciones políticas mayores han quedado prácticamente pulverizadas. Su furibunda reacción -¡incluso contra la UDI!- la ha dejado en un pésimo pie para el futuro. En Chile predomina la mala memoria, pero nunca tanto…
Bastias says:
Todo punga niega la evidencia. La seńora Cubillos no es la excepción à la regla.