Silenciar la democracia: las desapariciones forzadas son una grave amenaza para la libertad electoral, afirman expertos de la ONU
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Las desapariciones forzadas en un contexto electoral suelen servir como castigo ejemplar y crear un clima de represión y un efecto amedrentador en la sociedad, en particular en los opositores, lo que dificulta la participación en el proceso electoral, afirmaron hoy expertos independientes de la ONU*.
“El año 2024 está marcado por un número sin precedentes de elecciones en todo el mundo, con miles de millones de votantes en más de 60 países que acuden a las urnas para elegir a los funcionarios públicos. Nos preocupa la tendencia al aumento de las violaciones de los derechos humanos, incluidas las desapariciones forzadas, durante los períodos electorales”, afirmó el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias.
En un informe presentado al 57º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, el Grupo de Trabajo examina la interrelación entre las desapariciones forzadas y las elecciones. El informe analiza las características principales, los desafíos de rendición de cuentas y las medidas preventivas que se pueden poner en marcha para abordar esta violación de múltiples derechos humanos.
El Grupo de Trabajo expresó su preocupación por el impacto más amplio de las desapariciones forzadas, que se extiende más allá de la violación de los derechos individuales y tiene un impacto duradero en el tejido democrático de los Estados, especialmente considerando el número de elecciones en 2024.
“La violencia electoral, incluidas las desapariciones forzadas, sirven como una herramienta estratégica para la influencia política, especialmente cuando se utilizan para maximizar las posibilidades de ganar y afectar los resultados electorales”, dijeron.
El informe analiza un cambio en las medidas represivas, desde tácticas más duras y generalizadas utilizadas antes, durante y después de las elecciones, hasta permitir desapariciones forzadas por períodos más cortos.
“La brevedad de los períodos de detención y la falta de transparencia por parte de las autoridades que realizan la detención crean dificultades para recopilar pruebas y la reaparición de las víctimas antes de que se puedan presentar denuncias formales proporciona una capa de impunidad para los autores del delito”, dijeron los expertos.
Dijeron que “la desaparición forzada o el riesgo de que ocurra crea un efecto amedrentador en la participación electoral, lo que aumenta la sensación general de desempoderamiento entre los ciudadanos y conduce a una mayor violencia electoral. Esto es particularmente cierto para los grupos en situaciones de vulnerabilidad, cuya participación en las elecciones debe ser alentada, y no disuadida”.
El informe contiene varias recomendaciones dirigidas a múltiples partes interesadas, incluidos los Estados miembros, los organismos electorales, el ACNUDH, los operadores de plataformas en línea y los organismos intergubernamentales involucrados en el apoyo electoral.
*Los expertos: Aua Baldé (Presidenta-Relatora), Gabriella Citroni (Vicepresidenta), Grażyna Baranowska y Ana Lorena Delgadillo Pérez, Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias.
Los Grupos de Trabajo forman parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y vigilancia del Consejo. Los titulares de mandatos de los Procedimientos Especiales son expertos independientes en derechos humanos designados por el Consejo de Derechos Humanos para abordar situaciones de países específicos o cuestiones temáticas en todas partes del mundo. No son personal de la ONU y son independientes de cualquier gobierno u organización. Actúan a título individual y no reciben un salario por su trabajo.
Felipe Portales says:
El punto, Serafín, es que también en muchos Estados formalmente democráticos y con elecciones pluripartidistas -como en Colombia y México- se han producido también miles de desapariciones forzadas en varias décadas.
Serafín Rodríguez says:
Lo que cuenta son los hechos. Los hechos determinan si un cierto Estado es o no democrático, algo que en Chile sabemos bien aunque la gran mayoría juegue a que lo es, ente ellos muchos columnistas y comentaristas en este medio. Democracia electoral? Qué es eso? El mejor cuento de hadas que se haya inventado! El hecho de que no se asesine ni haga desaparecer a nadie, no la hace menos dictatorial sino que dictatorialmente más perfecta! El mundo feliz!
Serafín Rodríguez says:
Es absolutamente obsceno afirmar que las desapariciones forzadas, sean breves o de largo plazo (permanentes), son un peligro para la libertad electoral en vez de denunciiarlas como propias de un regimen dictatorial y opresivo, lo que es el fondo de la cuestión.