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Todos los Hermosilla van al cielo

El estudio jurídico Chadwick-Hermosilla actuaba como el Oráculo de Delfos.

Existe información donde se asegura que era algo así como el ojo rector el mundo en versión patriota. Podían predecir el futuro en asuntos políticos y no entregaba recetas, eso se hacía de manera discreta, silenciosa como una marcha de billetes y facturas falsas como estandartes.

Fue el oráculo de Delfos quien dijo que Edipo mataría a su padre y se casaría con su madre, así fue y así sucedió.

La caída en desgracia del abogado Hermosilla no le quita el sueño a los que habitan La Pintana, San Miguel o Colina, allí viven los desfavorecidos quienes son justamente víctimas de los grandes empresarios y grupos económicos, esos que eran representados por Hermosilla-Chadwick.  Agresión es un salario bajo, sistema de pensión precario y un modelo de salud que te ofrece más vida pasando primero por la caja registradora.

Estrepitosa fue la caída del Director de la PDI por información encontrada en el teléfono de Hermosilla, a partir de ese momento lentamente el telón de la miseria humana comienza a dejar heridos en su escenario, y el miedo inunda a los conspicuos en su mayoría hijos de la pontificia.

Difícil encontrar en la historia jurídica chilena una relación donde la profundidad de los niveles de corrupción, dicen algunos, hace peligrar el sistema democrático del país. La foto más complicada está en el Poder Judicial donde la ética, la moral y hasta las buenas costumbres no causen dudas ni menos asombro. Un juego de cartas marcadas entre la inocencia y la culpabilidad.

Hermosilla sentado en la plaza pública como si del templo de Apolo se tratara escuchaba los pedidos de favores, llamaba y un nefasto sistema a su servicio  funcionaba mientras en paralelo, miles de millones de pesos enardecidos y furibundos festejaban que un empleado pagado a bajo costo, les entregara información para obtener más y más dinero.

Chadwick, inseparable de Piñera, el bastión de la derecha, heredero de la dictadura, declaró que Hermosilla era su amigo de toda la vida, un hermano fundamental. Entre ambos compartían mesa de juegos para salvar a los hermanos Sauer, a Topelberg, hoy día caminan por los pasillos de la prisión. Los cargos no son menores: estafa, infracción a la Ley del Mercado de valores, lavado de activos y delitos tributarios.

El SII acusó a los Sauer de facilitar 9.970 facturas falsas a más de 100 empresas de diferentes rubros, con la friolera numérica de $12.988.219.183.

Mauricio Ojeda, que oficia de diputado republicanos en una clase magistral en el parlamento pidió se toman las medidas más ejemplares para los corruptos, le hacen daño a la patria y a todos los chilenos. la ciudadanía pierde la confianza en sus instituciones, se pasó algunos pueblos dijeron sus compañeros de bancada al exigir se les quite la nacionalidad.

Evelyn ha sido muy escueta, le dijeron que diga: caiga quien caiga.

Ya se acabaron los tiempos cuando se decía que Chile era un oasis en el infierno de la corrupción de todo el continente. La realidad deja y tiene al país como si de un jarrón chino se tratara, en el suelo y destrozado, donde los responsables los encontramos en el 1% más rico y sus lacayos

Cuando octubre se instaló como una piedra en los zapatos del país todos se encontraron. Desde los que clamaban que había que dar hasta que el bolsillo duela y los que traicionaron las justas y urgentes demandas populares. Se deja constancia que no se ganado nada, pero si salvaron a las ISAPRES y la AFP gozan de muy buena salud.

Había que salvar al gobierno de Piñera víctima de un golpe de estado atípico, empujado por cientos y cientos de venezolanos y cubanos, envalentonados por el hip hop coreano. Para salvar el sistema democrático se unieron los amigos de siempre y alguno que otro invitado de última hora. La mujer del entonces presidente clamaba que perderían sus privilegios.

Así nuevamente Chile volvió a ser el mismo.

Pasó la pandemia que se llevó a miles de chilenos y volvieron a florecer como siempre los mismos, pero esta vez más depredadores con sus guaripolas Hermosilla-Chadwick.

Sucede que el carnaval nunca se fue.

Cuando unos cuantos se dan la tarea de debilitar el Estado, al que le niegan la sal y el agua, debería entonces hacerse el mismo recorrido. Sentar en alguna mesa para firmar alguna mentira vestida de proyecto de ley para enterrar a la corrupción, pero no en el mismo ataúd a los corruptos.

Tienen mucha suerte Hermosilla, Chadwick, y aquella larga fila de crápulas de no estar en la China en los tiempos actuales. Finalmente el desprestigio de Delfos fue perdiendo presencia e inició su recorrido hacia la desaparición. Se espera entonces que las oficinas de Hermosilla-Chadwick le suceda algo parecido.

Atención. El país no está salvado del fuego. El Poder Judicial debe responder y el parlamento deje de bailar como si de una usada muñeca de trapo se tratara.

Evidentemente los tiempos actuales no son para devaneos.

 

 

 

Pablo Varas.

 

 

 

 

 

Pablo Varas

Escritor

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