Por concejales y concejalas con experiencia municipal
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 5 segundos
Se acabó el plazo para las inscripciones de candidaturas para las elecciones municipales y regionales, y la conformación de las distintas listas con candidatos y candidatas a lo largo de todo Chile, y la pregunta por quién votar el próximo 27 de octubre se vuelve una incógnita ante tantos nombres.
Lo menciono principalmente por la enorme lista de las y los candidatos a concejales y concejalas que se presentarán y los distintos perfiles y biografías de cada uno de ellos, que hace un poco difícil a quienes vayan a ir a votar ese día puedan hacerlo con claridad y conocimiento del porqué están eligiendo a la persona indicada.
De ahí que puedan existir distintos criterios para elegir a una candidata o candidato a concejal, que van desde su mirada ideológica, su partido político, su experiencia laboral, cercanía personal, su carisma, su vínculo con la comuna, lo conocido que es o las mismas propuestas que presenta, entre muchas otras razones que prioricen las y los votantes.
No obstante, me parece que existe un criterio clave para optar por un candidato o candidata, que es su experiencia en el ámbito municipal, la cual muchas veces no se tiene de parte de quienes aspiran a ser parte del Concejo Municipal a lo largo de las comunas de Chile.
Lo menciono a partir de mi propia experiencia trabajando en distintos municipios de Santiago, en donde me he podido vincular con diferentes direcciones y corporaciones, como lo son de seguridad pública, desarrollo comunitario, educación, salud, deporte, cultura, así como también organizaciones de la sociedad civil.
Con esto no digo que las y los candidatos tengan que tener necesariamente experiencia municipal para presentarse, pero sí ayuda conocer la estructura y las dinámicas internas, que no se saben con un mero conocimiento formal de las leyes pertinentes (orgánica municipal, estatus empleados públicos, rentas, probidad administrativa) y las atribuciones que se tienen (normar, resolver y fiscalizar).
Esto pensando que las atribuciones del concejal no son muchas y necesita conocer la mecánica de los gobiernos locales, que están llenas de vicios internos y que si no se conocen por experiencia, es muy difícil identificar los nudos críticos al respecto, ya que detrás de ellos hay una cultura institucional rígida y que reproduce formas que entorpecen el rol que debiera tener un municipio de cara a sus vecinas y vecinos.
En consecuencia, se hace muy difícil el fiscalizar la gestión del alcalde o la alcaldesa, el cumplimiento de programas, servicios o de instrumentos como lo son El Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), el Presupuesto o el Plan Regulador, si se desconocen por ejemplo aspectos como la falta de transparencia en evaluaciones y contrataciones, y el drama que significa que los trabajadores de planta sean inamovibles, a pesar de la falta de formación y pésimo desempeño de algunos de ellos.
Por otro lado, también creo que la experiencia municipal puede ayudar también por el vínculo directo que uno genera como trabajador en el plano educacional, comunitario y con distintas organizaciones de la sociedad civil, que son las encargadas de levantar demandas, tensionar a la municipalidad y articular a distintos actores, ampliando así la participación.
En mi caso particular, como profesional de un programa de prevención de consumo de drogas a nivel comunal (Senda Previene), he podido vincularse en diferentes municipalidades no solo con múltiples oficinas y departamentos municipales, también he podido relacionarme y trabajar en conjunto con Juntas de Vecinos, Centros de Estudiantes, Centros de Apoderados, Comités de Seguridad, Centros de Madres.
Dicho todo lo anterior, creo firmemente que la experiencia previa trabajando en municipios de parte de las y los candidatos al Concejo Municipal, como es mi caso trabajando como profesional en distintas comunas por ejemplo, puede ser de gran ayuda para un mejor conocimiento de la realidad local.
Andrés Kogan