Curiosidades de la Luna al cumplirse 55 años desde la primera visita del ser humano.
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Este hito permitió establecer al 20 de julio como el Día de la Luna.
Aprovechando esta instancia, el astrónomo José Utreras, del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), nos cuenta datos y aspectos llamativos de nuestro satélite natural que muchos desconocen, como que se está alejando de la Tierra y que tiene los restos de un ser humano.
El pasado 20 de julio se cumplieron 55 años desde que el ser humano llegó hasta nuestro satélite natural en el Apollo 11 y Neil Armstrong, pronunció esa histórica frase para el bronce “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”.
Más allá de este hito, antes y después, la Luna ha sido el cuerpo espacial que más nos ha cautivado y generado estudios.
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“A pesar de que podemos ver la Luna casi todos los días, hay muchas cosas que desconocemos sobre ella, desde su formación hasta algunos ‘recuerdos’ que hemos dejado en su superficie”, José Utreras, encargado de Contenido y Divulgación del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), nos cuenta con motivo de este aniversario.
1.- La generó un protoplaneta errante
La principal teoría del origen de la Luna indica que probablemente se formó después de que un cuerpo del tamaño de Marte colisionó con la Tierra hace unos 4.500 millones de años. Los restos resultantes de nuestro propio planeta y del objeto que lo impactó se acumularon para formar nuestro satélite natural.
Respecto de su tamaño, la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol. Sin embargo, está 400 veces más cerca de la Tierra, de ahí que el tamaño aparente de ambos cuerpos, vistos desde nuestro planeta, sea prácticamente el mismo.
2.- La Luna se aleja
Los astronautas que la visitaron en las misiones Apolo dejaron cinco reflectores en su superficie. Así, al lanzar un pulso láser hacia estos espejos desde la Tierra, nos entrega su distancia con una precisión de un milímetro. De esta forma, se ha establecido que la Luna se aleja 3,8 centímetros al año, debido a las mareas que provoca sobre la Tierra.
En promedio, durante su ciclo, la Luna se encuentra a unos 384.400 kilómetros de distancia, espacio suficiente para colocar a todos los planetas entre la Tierra y nuestro satélite natural.
¿Qué tan cerca estaban una de la otra en el pasado?
Simulaciones computacionales de astrónomos indican que la Luna habría estado casi 15 veces más cerca de la Tierra de lo que está hoy.
3.- Llena de cráteres
Contrariamente a lo que muchos creen, la Luna no es un escudo para evitar que asteroides impacten a la Tierra, porque su gravedad es más baja que la de nuestro planeta y se encuentra muy lejos. No obstante, cuenta con más de 500 millones de cráteres con un diámetro mayor a diez metros, huellas que pueden tener hasta 4 mil millones de años de antigüedad.
Estas cicatrices, muchas de las cuales se aprecian a simple vista o pequeños telescopios, se han mantenido porque la Luna no es geológicamente muy activa y al tener poca atmósfera, donde no hay viento ni lluvia, no se produce una erosión superficial.
Sin embargo, su lado visible posee menos cráteres. Como la corteza lunar en esta zona es más delgada, al ser fragmentada por grandes impactos de asteroides en el pasado, permitió el flujo de magma desde el interior de la Luna, cubriendo la superficie y borrando las huellas de estas colisiones.
4.- Pesamos menos
Debido a que la Luna tiene menos gravedad que la Tierra, una persona que pesa 68 kilos, en ella tendría una percepción de solo 11 kilos.
Aunque podría parecer idílico sentir un peso menor, las temperaturas en su superficie la vuelven un lugar infernal. Con un día que tiene 14 días de luz y 14 días de oscuridad las temperaturas diurnas en su lado soleado alcanzan los 134 ºC y en el lado oculto llega a unos fríos -153 ºC.
5.- Una fea huella
Ir a explorar nuestro satélite natural también ha tenido consecuencias negativas. Antes de que Neil Armstrong pisara su suelo, la tripulación del Apollo 11 lanzó una bolsa con 30 kilos con basura y desechos humanos.
Se estima que las distintas expediciones y sondas enviadas a la Luna han acumulado 181.000 kilos de desechos.
Entre estos hay un martillo y una pluma de halcón que se usaron para verificar experimentalmente que, con mucha menos gravedad que en la Tierra, ambos objetos caen al mismo tiempo al suelo. Además, existe un palo de golf que utilizó un astronauta para practicar este deporte durante unos breves instantes.
Y, aunque parezca increíble, los restos mortales de un ser humano permanecen en el suelo lunar. Se trata de Eugene Merle Shoemaker, pionero en la exploración del sistema solar y la ciencia lunar.
El 31 de julio de 1999 la sonda Prospector de la NASA, destinada a buscar hielo en el polo sur de la Luna, dejó una urna de aluminio sellada al vacío de ocho centímetros con sus cenizas.