Pinpilinpausha: la herencia de la comida española
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«Cuando era primavera en España:
junto a la orilla de los ríos,
las grandes mariposas de la luna
fecundaban los cuerpos desnudos
(…)
y los nardos crecían silenciosos
dentro del corazón
hasta taparnos la garganta…»
(Emilio Prados)
Parte de la historia del exilio republicano español trajo un invaluable aporte cultural e intelectual a varios de nuestros países latinoamericanos. En el caso de Chile son recordadas las llegadas de ciudadanos españoles con sus familias en esos barcos en los cuales se vieron forzados a nacer nuevos sueños. Varios de estos exiliados hicieron grandes contribuciones en el desarrollo de la filosofía, la música, el teatro, la historia, la poesía, sin duda hay una deuda que marca el siglo XX apartándose de la herencia colonial.
En el caso de la comida sucede lo mismo, ese es el testimonio que nos ofrece el restorán Pinpilinpausha que toma esa hermosa y rítmica palabra vasca que significa mariposa fundado por el matrimonio de Mauricio Sanz y Carmen Jauregui, continuado por Mauricio hijo, su esposa María Elena Raab y sus siete hijos junto a los nietos. Este espacio para la comida y la cultura como pocos en Chile cuenta con el orgullo de ya ir participando en él una cuarta generación, considerando su fundación en el año 1940, aún se recuerda este histórico lugar en la céntrica calle Matías Cousiño del centro de Santiago.
En la actualidad Pinpilinpausha se encuentra en el protagónico barrio gastronómico de Isidora Goyenechea, en una hermosa casona que ha sido intervenida con criterio, consolidando un grato lugar de encuentro para disfrutar de las sabrosas preparaciones que hemos heredado de la comida española con exquisitos frutos de mar, ampliando la carta a otras preparaciones que destacan por su fina elaboración. Sabrosos platos ofrecidos con productos de alta calidad junto a una carta de vinos excelente y variada (distintos valles y distintas cepas), más una exquisita coctelería. Aquí se respeta el buen comer y el buen beber con un destacado servicio ofrecido en las mesas reflejándose el cariño que las nietas del fundador aportan preocupadas de esos detalles que el rito de la alimentación requiere.
La experiencia que aquí se ofrece considerando la calidad y la historia que hemos comentado son fundamentos consistentes para afirmar que este espacio cultural-gastronómico merece la categoría de «bar notable» o de «sitio de interés cultural» de nuestra ciudad. El transitado barrio Isidora Goyenechea tiene en este restorán uno de esos rincones privilegiados que conviven con lo urbano, esta experiencia refleja ese bienestar que dignifica a la condición humana. Los detalles finalmente confortan al ser ayudando a la satisfacción de la existencia que quiebra el ritmo monótono al cual a veces nos condena lo cotidiano.
Testimoniar parte de nuestra historia es parte de la misión adoptada por esta familia que representa lo valioso de la multiculturalidad cuando se aporta a la convivencia. Saborear la herencia de la comida española, en esos salones que visualmente nos trasladan a España con esa música que también porta.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra
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