Bajaron los precios en junio
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El IPC bajó en -0,1% en junio respecto a mayo. Los precios de la energía no variaron y los de los alimentos subieron en 1,3%. El resto de precios (IPC-SAE), en cambio, disminuyó en -0,6% en el mes, lo que explica el resultado promedio.
Así, la economía recibió en junio un impacto a la baja de -0,3% de los precios de los bienes sujetos al comercio internacional y de -0,2% de aquellos con precios volátiles, en contraste con un aumento de 0,5% del precio de los servicios y de 0,2% en los precios de los bienes no transables internacionalmente. Esto muestra la importancia de los precios externos en la inflación chilena.
La comparación mes a mes anual presentó en junio un aumento a 4,2%, aunque el IPC está evolucionando hacia una inflación cada vez más baja en los últimos meses.
En efecto, el promedio del IPC en el trimestre abril-junio alcanzó un 0,2% mensual, mientras en el primer trimestre fue de 0,6% mensual. Para alcanzar la meta de 3% anual de inflación, se requiere llegar a un aumento del IPC de no más de 0,25% promedio mensual. El 3% anual es una meta a alcanzar en un horizonte de 24 meses.
El IPC sin alimentos y energía (SAE) es una medida adicional a observar para evaluar la inflación subyacente y orientar la política monetaria doméstica más allá de los precios más fluctuantes de origen externo que inevitablemente impactan en el IPC. El IPC-SAE va todavía más a la baja que el IPC general y pasó de 0,6% promedio mensual en el primer trimestre a 0,0% en el segundo.
También cabe observar el IPC de productos que no son objeto de comercio internacional, cuya evolución es sensible a la demanda y oferta internas. Este subconjunto pasó de un aumento de precios de 0,7% promedio mensual en el primer trimestre a 0,2% en el segundo. El de servicios pasó de 0,7% a 0,3% promedio mensual en los mismos períodos. Esto indica que las presiones inflacionarias por el lado de la demanda interna existen pero son moderadas, lo que justifica más rebajas de la tasa de interés de la política monetaria para estimular la economía y evitar una recesión. Recordemos que se acumula un trimestre marzo-mayo con caídas sucesivas del Imacec y que se debe tener en cuenta que las rebajas demoran meses en surtir efecto.
Por su parte, se produjo un aumento de 0,9% del tipo de cambio peso/dólar en junio. El peso se había revaluado en -4,4% en mayo y -0,8% en abril, suavizando en parte el impacto al alza del tipo de cambio en los precios de los bienes importados y en el IPC general en el primer trimestre del año, cuando se había devaluado en un 10,7% y encarecido las compras en el exterior, como también ocurrió levemente en junio.