En un contexto global donde las amenazas a los derechos humanos y la democracia se han intensificado, diversas organizaciones han decidido unirse para formar la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos. Esta nueva iniciativa busca fomentar la solidaridad y la lucha por sistemas verdaderamente democráticos fundamentados en el respeto a los derechos humanos, en respuesta a la preocupante ascensión de políticas ultraderechistas y neofascistas que ponen en peligro las conquistas sociales alcanzadas a lo largo de los años.
La creación de la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos se anunció en medio de una creciente preocupación por el avance de políticas que representan serios retrocesos en materia de democracia y derechos humanos. Las organizaciones firmantes han decidido coordinar esfuerzos para enfrentar estos desafíos globales, promoviendo la hermandad entre los pueblos y la solidaridad internacional.
Carlos Margotta, presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CChDH), explicó a El Clarín la relevancia de esta convocatoria y subrayó que la plataforma es una respuesta organizada ante la gran amenaza que significa el avance de ideas ultraderechistas, que no solo atentan contra los derechos humanos fundamentales, sino también contra los sistemas democráticos que se han construido con gran esfuerzo. «Esta amenaza trae consigo ideas que van en total desmedro de los avances conseguidos por los pueblos organizadamente en pos de garantizar derechos humanos fundamentales», afirmó Margotta.
La iniciativa, impulsada por la Comisión Chilena de Derechos Humanos, ha congregado a organizaciones de diversos países, principalmente de América Latina, incluyendo Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Guatemala y Chile, así como una organización italiana. Sin embargo, el objetivo es crear una plataforma de carácter universal, abierta a organizaciones de Europa, Asia y África, con el fin de tener una perspectiva global sobre los desafíos actuales y promover una defensa férrea de la democracia, los derechos humanos y la paz.
La preocupación central que motiva la creación de esta plataforma es el avance de las ideas ultraderechistas y neofascistas en diversas partes del mundo. Según Margotta, estos movimientos y partidos políticos no solo representan un retroceso civilizatorio, sino que también utilizan el miedo y el desconocimiento para promover sus agendas, que incluyen homofobia, misoginia, racismo y xenofobia. Estos movimientos buscan desmantelar las conquistas sociales alcanzadas por los pueblos organizados y poner en riesgo los sistemas democráticos que se han construido con tanto esfuerzo.
Margotta señaló que ejemplos recientes, como el triunfo electoral de Jair Bolsonaro en Brasil y Javier Milei en Argentina, demuestran cómo estas ideas han ganado terreno. «No podemos permanecer impávidos ante la amenaza que significa el avance de estas ideas ultraderechistas que conforman una mirada del neofascismo que hoy día se expresa de distintas formas», dijo.
La Plataforma Internacional por los Derechos Humanos no solo pretende articularse como un espacio de coordinación entre organizaciones que comparten ideales comunes, sino también promover cambios dentro del sistema internacional de derechos humanos y de Naciones Unidas. La plataforma busca reformas profundas que conviertan al sistema de protección internacional de los derechos humanos en un mecanismo eficaz, ágil y autónomo, capaz de responder a las vulneraciones graves que ocurren en los estados y brindar una protección real a los pueblos.
En este sentido, Margotta expresó su preocupación por la ineficacia actual de Naciones Unidas, especialmente del Consejo de Seguridad, para enfrentar situaciones críticas como el genocidio en Palestina. «Vemos con estupor cómo la vieja organización de Naciones Unidas y particularmente el Consejo de Seguridad no están dando el ancho para enfrentar debidamente estos desafíos», indicó.
En momentos como los actuales, iniciativas como la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos son cruciales. La creciente polarización y el avance de ideologías extremistas ponen en riesgo no solo los derechos individuales, sino también la estabilidad y la paz global. Al unir fuerzas, las organizaciones de derechos humanos pueden crear un frente común para defender los valores democráticos y proteger a las poblaciones vulnerables de abusos y retrocesos.
La plataforma también pretende fomentar una cultura de paz y cooperación internacional, basada en el respeto a los derechos humanos. Esta tarea es más urgente que nunca, dado el contexto de múltiples crisis globales que incluyen conflictos armados, persecuciones políticas y discriminación sistemática contra minorías.
La creación de la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos es un paso significativo hacia la construcción de un mundo más justo y equitativo. Al promover la solidaridad y la cooperación internacional, esta iniciativa ofrece una esperanza renovada para aquellos que luchan por la justicia y la dignidad en un contexto global cada vez más adverso.
Para Margotta, la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos representa una respuesta necesaria y urgente a las amenazas contemporáneas contra la democracia y los derechos humanos. Al unir a organizaciones de todo el mundo, esta iniciativa tiene el potencial de fortalecer los sistemas democráticos, promover la paz y garantizar que los derechos humanos sean respetados y protegidos en todas partes. Es un llamado a la acción para todos aquellos que creen en la justicia, la igualdad y la dignidad humana, y una oportunidad para construir un futuro basado en estos principios fundamentales. Antes que sea tarde.
Paul Walder
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