La inflación declina en mayo
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El nuevo IPC, que rige desde enero, se incrementó en mayo en 0,3% respecto al mes previo. Esto es menos que en abril (0,5%), marzo (0,4%) y febrero (0,6%). El promedio del IPC en el trimestre marzo-mayo es de 0,4% mensual.
Para alcanzar la meta de 3% anual de inflación, se requiere llegar a un aumento del IPC de no más de 0,25% promedio mensual, por lo que el resultado del trimestre más reciente se mantiene por encima de esa meta, pero ya en un nivel más cercano que en el primer trimestre del año, cuando el promedio mensual del IPC alcanzó un 0,6%. Cabe tener en cuenta que el 3% es una meta a alcanzar en un horizonte de 24 meses.
El IPC sin alimentos y energía (SAE) es una medida adicional a observar para evaluar la inflación subyacente y orientar la política monetaria doméstica más allá de los precios más fluctuantes de origen externo que inevitablemente impactan el IPC. El IPC-SAE aumentó en mayo también en 0,3% y su promedio en marzo-mayo es igualmente de 0,4%. Los precios de los alimentos aumentaron en 0,1% en mayo. En cambio, los de la energía lo hicieron en 0,4%, empujando el IPC general a la mencionada alza de 0,3% mensual.
El IPC de los bienes y servicios que no son objeto de comercio internacional, cuya evolución es sensible a la demanda interna, varió en el mes en solo un 0,1% y ha registrado una tendencia a la baja en el trimestre marzo-mayo. Incidió en el resultado mensual el IPC de la vivienda, que aumentó en 0,3%, mientras el de los servicios no varió.
Por su parte, el peso se revaluó frente al dólar en un 4,4% en mayo, después de haberlo hecho en un 0,8% en abril, suavizando en parte el impacto en el alza en los precios de los bienes importados en el primer trimestre del año, cuando se había devaluado en un -10,7%.
