Columnistas

Este serio asunto de NO+AFP

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 25 segundos

Resuelto ya el conjuro que posibilitó la salvación, al menos temporal de las ISAPRES, queda ad portas el debate para instalar un nuevo sistema de pensiones.

NO + APF es la consigna, bandera y la batalla. Pensiones dignas es el nombre de la guerra.

Han pasado muchos años desde que bajo el amparo militar diseñaron un oprobioso modelo político/empresarial que les significó obtener recursos gratuitos que se los fueron prestando entre ellos como si de juego entre almaceneros se tratara.

Los trabajadores de un país entero se convirtieron en tabla de salvación para empresarios y grupos económicos. Por ley se autorizó que unos cuantos en nombre del desarrollo de Chile pudieran entrar a los bolsillos de cada uno de los trabajadores para robarles dejando una boleta por pagar. No era posible en esos años salir a protestar ni juntarse enojados.




Manu militari, eso era Chile cuando se volvía del cementerio clamando justicia.

Y comenzaron a surgir como callampa después de la lluvia. Fue fácil, una cruenta dictadura militar los amparaba, les entregó patente de corso, ministros y subsecretarios. Una navidad todos los días.  Para su instalación lo tuvieron todo, utilizando desde el terror, la radio, diarios y la televisión.

Una tras otra se fueron construyendo y contando mentiras.

Cuando el calendario tenga el 2020 la pensión sería igual al último sueldo. José Piñera.

Con salarios esmirriados mensualmente iban a una cuenta de ahorro en las AFP. Era obligatorio para los civiles, los militares no fueron incluidos en el proyecto, no era necesario ellos tienen sus propios mecanismos para salvarse solos. Trabajan algunos decenios y ellos sí pueden jubilan con el último sueldo. Pinochet manifestó que los militares si ingresaban al sistema sostenido por las AFP podrían ser eventualmente estafados.

Si las AFP son una estafa, pero era necesario tener un pozo con monedas de oro para estar bien con los amos, los dueños de Chile, el 1% de ahora. Millones de personas podrían esperar que llegara su hora para gozar el merecido descanso de la vida con una pensión justa y digna. Así no suceden los asuntos actualmente.

“No somos responsables de las bajas pensiones” expresan desde la asociación de AFP.

Hablando en primitivo, se les entrega dinero para que ellos lo administren, para que exista abundancia, ganancia y posteriormente sea repartida entre los que llevan agua a esos molinos. La realidad deja a las AFP con utilidades nunca antes conocidas en Chile, y millones de chilenos exigiendo que el mes sólo sea de quince días para poder seguir viviendo.

Alcanzar pensiones dignas es una urgencia país que ya está instalada. Se pensó en algún momento después de 1990 que se buscaría un nuevo sistema más justo y económicamente sustentable. Nada sucedió, al contrario, se le fueron generando mecanismos para que su presencia aumente en inversiones, beneficios absolutos para el mundo privado, y cargos directivos para políticos derrotados en elecciones o abandonados de sus partidos.

Ximena Rincón, ex PDC y ahora senadora demócrata, fue directora de AFP PROVIDA y el asombro que aún se mantiene vivo, la encontramos luego de superintendenta de seguridad social hasta el 2005.

Los grupos económicos controladores de las AFP son adictos a la política. Sus batallas no son mercuriales. Saben que deben estar bien con todos, así sus aguas respiran siempre tranquilas. En época de elecciones financian campañas fabricando a diputados y senadores para mano de obra. Sin tapujo alguno desde sus añosas poltronas financiadas con dinero público, levantan cortafuegos para sostener el inmaculado modelo.

En las parlamentarias de 2021 PROVIDA aportó dinero para la campaña de Jorge Alessandri Vergara (UDI). HABITAT financió a Diego Schalper (RN), Juan Antonio Coloma (UDI) Felipe Donoso (UDI). La CPC y la CCHC llevaron dinero a la campaña de Enrique Van Rysselbergue (UDI).

Entre los que suben o bajan el telón del teatro del absurdo están los grandes grupos económicos, los banqueros, el retail, las corredoras de la bolsa, las empresas aseguradoras que son finalmente las dueñas de una máquina que entrega a sus víctimas una tarjeta plástica que lo hace un cómplice involuntario.

Dame diez y en diez años te los devuelvo vestidos en diez también, así no has perdido nada.

Cuando se habla de crear un nuevo sistema de reforma previsional, se deja abierta para la batalla el entierro de las AFP. Desde su creación hasta los tiempos actuales usufructuaron descaradamente de la indefensión en que se encuentran millones de ahorrantes obligatorios, sencillamente porque no se ha creado alternativa que altere un modelo extremadamente perverso.

Lo que se escribió en el programa del actual gobierno se cayó, está absolutamente descafeinado. El logo empresarial de AFP fue escondido tras bambalinas y el 6% que debe ser necesariamente repartido para dar unos pequeños pasos en la superación de la desigualdad, la derecha se los apropia y juega a la ruleta para seguir llevando más fondos a las AFP.

De eso se trata el cuento y esta mala historia.

No es posible que en un gobierno que alcanzó el triunfo derrotando a la extrema derecha, estos junto a sus aliados sigan colocando condiciones que constituyen un insulto a la dignidad de millones de hombres y mujeres.

Posiblemente haya que estar en horas de duras batallas, y lo es. La continuidad de la vida después de tantos años trabajados, necesita necesariamente la tranquilidad para vivir y ver crecer a los hijos de los hijos, eso sencillamente.

Lo fundamental no saldrá del congreso. Y en esto se debe ser extremadamente claro. Se le entregó la mayoría para que el actual gobierno entregue respuestas fundamentales. Es la voluntad popular la que desde las calles, las oficinas, las fábricas, colegios y universidades, mercados y pescaderías deben decidir como se debe construir el nuevo sistema de seguridad social.

La derecha se negará. Entonces vamos a la consulta popular, que todos decidamos lo que se parezca a lo más justo y humano. Todos bajo la propuesta de NO +APF parece ser la mejor idea para la batalla que está por llegar en el corto plazo. Repetir el bochorno de salvataje a las ISAPRES no puede ser lo mismo con las AFP.

Sin derechos sociales deben saber los administradores de las empresas AFP que no habrá paz social.

 

Pablo Varas

 

 

 

 

 

 

 

 



Pablo Varas

Escritor

Related Posts

  1. Felipe Portales says:

    Notable «negacionismo» del articulista en cuanto a soslayar que los gobiernos concertacionistas fueron cruciales en la legitimación, consolidación y profundización del modelo de AFP. Y particularmente los gobiernos de Lagos y Bachelet. Solo dice crípticamente: «Se pensó en algún momento después de 1990 que se buscaría un sistema más justo y económicamente sustentable. Nada de eso sucedió. Al contrario se le fueron generando mecanismos para que su presencia aumente en inversiones, beneficios absolutos para el mundo privado y cargos políticos para políticos derrotados en elecciones o abandonados de sus partidos». Pero de las responsabilidades concretas y fundamentales de los cuatro primeros gobiernos concertacionistas (1990-2010), no dice NADA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *