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La ascensión de la derecha radical en el Parlamento Europeo: un desafío fragmentado

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La reciente escalada de los partidos de derecha radical en numerosos países de la Unión Europea (UE) refleja un cambio significativo en el panorama político del continente. Sin embargo, a pesar del aumento en su popularidad, es poco probable que estos partidos formen un bloque cohesionado en el próximo Parlamento Europeo. Este análisis examina las similitudes y diferencias entre estos partidos, revelando una “familia radical” diversa con puntos de coincidencia y profundas divisiones.

Actualmente, los partidos de derecha radical se agrupan en dos principales coaliciones dentro del Parlamento Europeo: Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que cuenta con 68 eurodiputados, e Identidad y Democracia (ID), con 58 eurodiputados. Se espera que ambos grupos aumenten su representación en el próximo Parlamento, con ECR alcanzando 76 escaños e ID 81, según diferentes encuestas.

Coincidencias: inmigración, euroescepticismo y representación popular

Uno de los elementos unificadores más fuertes entre estos partidos es su aversión a la inmigración. Esta postura común se refleja en sus políticas y retóricas, que frecuentemente denuncian la inmigración como una amenaza para la identidad y seguridad nacional. Además, el euroescepticismo es otro punto de confluencia. Ambos grupos se oponen a una mayor integración europea y promueven la soberanía nacional sobre las políticas supranacionales de la UE.

Otro punto en común es su autoidentificación como representantes de la «gente corriente» contra el sistema establecido liberal y progresista. Estos partidos se posicionan como defensores de los ciudadanos comunes frente a las élites políticas y económicas, criticando a los partidos tradicionales y a las instituciones europeas por estar desconectadas de las necesidades reales de la población.

Además, hay una oposición compartida hacia las políticas ecologistas, vistas como perjudiciales para la economía y el tejido productivo de los países europeos. Esta postura es evidente en sus votos en contra de las medidas del plan ‘Fit for 55’, que busca reducir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.

Divisiones profundas: la guerra en Ucrania y la política exterior

A pesar de estas similitudes, existen divisiones significativas, particularmente en política exterior y la guerra en Ucrania. Los partidos miembros de ECR apoyan firmemente a Ucrania y se oponen a cualquier concesión a Rusia. En contraste, los partidos de ID son reticentes a apoyar a Ucrania y abogan por iniciar negociaciones de paz con Vladimir Putin. Esta divergencia ha llevado a reconfiguraciones dentro de los grupos, como el traslado del partido Verdaderos Finlandeses de ID a ECR.

Incluso dentro de los grupos, hay disensos. Por ejemplo, mientras el partido francés Agrupación Nacional condena firmemente la invasión rusa, figuras como Maximilian Krah de Alternativa para Alemania sugieren que Ucrania debería ceder territorios orientales y que su ingreso a la UE es inviable.

La influencia de la derecha radical en el Parlamento Europeo

El euroescepticismo en estos partidos varía en intensidad. Los partidos de ID tienden a ser más radicales y extremistas en su oposición a la UE, mientras que los de ECR adoptan una postura más constructiva. Esta diferencia se refleja en Italia, donde Hermanos de Italia, parte de ECR, ha adoptado una postura más moderada hacia la UE, mientras que la Liga mantiene una retórica más dura con lemas como «Más Italia, menos Europa».

La diferencia en el posicionamiento también se relaciona con la participación en gobiernos nacionales. Los partidos de ECR, al estar más frecuentemente en el poder o en coaliciones gubernamentales, adoptan posturas más pragmáticas y menos extremistas.

Riesgos y oportunidades

El ascenso de la derecha radical podría tener un impacto significativo en las políticas de la UE, especialmente en áreas como el Pacto Verde, que busca reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Aunque una unificación de ECR e ID parece improbable, podría haber una mayor cooperación entre estos partidos para influir en el Partido Popular Europeo (PPE). Esta cooperación potencial podría otorgarles un poder de veto efectivo sobre ciertas legislaciones, particularmente aquellas que desagraden a sus votantes.

Conclusión

La expansión de los partidos de derecha radical en el Parlamento Europeo representa una fuerza fragmentada pero influyente. A pesar de compartir una aversión a la inmigración, el euroescepticismo y una retórica populista, las divisiones sobre política exterior y otros temas clave impiden una unificación completa. Sin embargo, su creciente presencia y posible cooperación estratégica podrían desafiar las políticas actuales de la UE y alterar significativamente el curso futuro de la integración europea y otras iniciativas comunitarias. La capacidad de estos partidos para navegar sus diferencias y maximizar su influencia determinará en gran medida su impacto en la política europea en los próximos años.

 

Fabián Bustamante Olguín.

Doctor en Sociología, Universidad Alberto Hurtado. Académico del Instituto de Ciencias Religiosas y Filosofía, Universidad Católica del Norte, Coquimbo

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Fabián Bustamante Olguín

Doctor en Sociología, Universidad Alberto Hurtado Magíster en Historia, Universidad de Santiago Académico del Instituto Ciencias Religiosas y Filosofía Universidad Católica del Norte, Sede Coquimbo

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