Evelyn Matthei lidera las encuestas presidenciales: ¿Qué pasa con el electorado chileno?
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 57 segundos
En el complejo escenario político chileno, una figura ha emergido como líder indiscutible en las encuestas y como posible carta presidencial de la derecha: Evelyn Matthei, actual alcaldesa de Providencia y destacada representante de la ultraderechista UDI. Los números no mienten: según la encuesta Cadem publicada recientemente, Matthei ostenta una ventaja significativa sobre diversas figuras políticas, incluyendo una diferencia de 14 puntos sobre Michelle Bachelet, 31 puntos sobre José Antonio Kast, 34 puntos sobre Carolina Tohá, 42 puntos sobre Camila Vallejo y 43 puntos sobre Tomás Vodanovic.
Sin embargo, para comprender el fenómeno que representa la popularidad de Matthei, es necesario analizar diversos aspectos de su trayectoria política y del contexto social chileno. Matthei, con una larga carrera política que se remonta a la era de la dictadura de Pinochet, ha ocupado roles destacados como diputada, senadora y ministra bajo los gobiernos de Sebastián Piñera. Incluso incursionó como candidata presidencial en las elecciones de 2013, aunque no logró superar a la socialista Michelle Bachelet.
Uno de los puntos que suscita mayor interés y debate es el pasado político de Matthei, ligado estrechamente al régimen de Pinochet. De partida su padre, Fernando Matthei, general de aviación y miembro de la junta militar durante la dictadura. Esta conexión histórica ha generado críticas y cuestionamientos por parte de sectores que recuerdan con dolor y rechazo los años oscuros de la dictadura. Matthei estuvo en Londres durante la detención de Pinochet y presionó cuanto pudo para su liberación. Su raigambre pinochetista quedó totalmente transparentada y todo Chile pudo verla.
Sin embargo, la realidad política actual en Chile parece mostrar un apoyo significativo hacia la figura de Matthei. ¿Qué motiva a los chilenos a respaldar a alguien con este tipo de historial político? ¿Es un fenómeno genuino o una construcción mediática y encuestadora impulsada desde la derecha?
Una de las hipótesis que se plantean es que la figura de Matthei representa una continuidad en la línea política de la derecha chilena, que ha ganado terreno en los últimos años. Su perfil como líder firme y con experiencia en cargos gubernamentales podría estar atrayendo a un sector del electorado que busca estabilidad y continuidad en las políticas de la transición.
Pero no se puede ignorar el papel de las encuestadoras y los medios de comunicación en la construcción de la imagen pública de los candidatos. En este caso, la encuestadora Cadem, que ha sido señalada por tener un sesgo de derecha, ha impulsado la candidatura de Matthei con resultados que reflejan un respaldo sólido.
Es crucial señalar que esta evaluación es una mirada a largo plazo y que el panorama político puede cambiar de manera significativa en el tiempo que resta hasta las elecciones presidenciales de noviembre de 2025. No obstante, el ascenso de Evelyn Matthei como una figura prominente en la política chilena plantea interrogantes interesantes sobre las preferencias del electorado y los factores que influyen en la configuración del escenario político en el país.
En fin, la candidatura de Evelyn Matthei como posible representante de la derecha en las próximas elecciones presidenciales es un fenómeno complejo que involucra tanto aspectos históricos y políticos como dinámicas contemporáneas de opinión pública y medios de comunicación. Su ascenso en las encuestas sugiere una tendencia hacia la consolidación de ciertos sectores políticos en el país, pero también plantea desafíos y cuestionamientos éticos sobre el papel de la memoria histórica y la evaluación de los legados políticos en la sociedad chilena actual.
Serafín Rodríguez says:
Por el momento, en Chile no hay izquierda políticamente viable.
Patricio Serendero says:
Lo ha dicho el propio articulo. Una imagen creada por la Derecha. Esa señora no tiene una sola propuesta.
Como se les cayó Kast por su estruendoso fracaso en el plesbicito, han levantado por libreto a Matthei. Mientras tanto a ver si encuentran alguiem mejor.
Hugo Murialdo says:
¿De qué nos extrañamos? Juan Antonio Coloma, presidente de la juventud pinochetista, presidente del Senado, segunda autoridad política de la «República» de Chile, hasta hace apenas unos días.
Serafín Rodríguez says:
Lo que a mí me gustaría saber es lo siguiente: ¿Cuál es, en los hechos, la gran diferencia en cuanto a todo lo económico entre los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y el Merluz por una parte y los gobiernos de Piñera y un eventual gobierno de Matthei por otra? Restrinjo la pregunta a lo económico pues es la base que para todos los efectos prácticos determina lo demás. ¿Es que los gobiernos que menciono no han sido más que variaciones superfciales del mismo tema, el neoliberalismo a ultranza que le impuso la dictadura al país y que todos los presidentes de postdictadura han profundizado, incluido el del Merluzo con el TPP11, la guinda del pastel?
Serafín Rodríguez says:
Si no hay mayor diferencia, tenemos al «Chile entre dos derechas» del famoso grito que terminó en chilldo de Sergio Aguiló (2002) y la diferencia entre ellas es apenas una cuestión de bemoles más, bemoles menos. En otros términos, da lo mismo cuál de ellas gobierne y el electorado sigue explorando cuál lo podría hacer mejor. A lo mejor por ahí va la respuesta que se planeael artículo de El Clarín…
Renato Alvarado Vidal says:
Supongo que por «dinámicas contemporáneas de opinión pública y medios de comunicación», quieren decir campañas publicitarias para vender un demasiado conocido producto en envase nuevo a 18 millones de giles. A propósito, a estas alturas del partido en la administración anterior, se daba por segura candidata a Pamela Jiles, y esta dama no llegó ni a octavos de final.
Que se este instalando el tema de la candidatura presidencial cuando recién vamos en la mitad de la presente, retrata la chatura e indigencia de nuestra casta política; si el asunto fuese en serio estaríamos discutiendo visiones y proyectos de país, programas y no personas.