Economía y Mercados en Marcha

Aquí no ha pasado nada

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Los dos primeros meses del año pueden ser un período muy corto como para hacer comparaciones definitivas de los cambios que puedan tener lugar, de un año en otro, en materia de comercio exterior, pero es necesario, en todo caso, monitorear los valores e indicadores de este período corto, para ver cómo se modifican o no a lo largo del año.

Si comparamos enero y febrero del 2023 con enero y febrero del 2024, lo que salta a la vista es que no estamos en presencia de modificaciones cuantitativas relevantes, lo cual no deja de ser una situación interesante e incluso preocupante.

En materia de exportaciones de bienes, en el primer bimestre del 2023 se vendieron al exterior mercancías por un valor total 16.705 millones de dólares, y esa cantidad bajó a 16.699 millones de dólares en el primer bimestre de presente año. Una baja tan insignificante que para todos los efectos prácticos podemos decir que nuestras exportaciones en el primer bimestre de este año permanecieron iguales a las del mismo período del año anterior.

En lo que respecta a las importaciones de bienes, valoradas a precios FOB, en el primer bimestre del año pasado se compraron en el exterior bienes por un valor total de 12.626 millones de dólares, y esa cifra disminuyó a 12.552 millones de dólares en los dos primeros meses del presente año. Nuevamente nos encontramos con un cambio lo suficientemente pequeño como para decir que todo ha permanecido constante.

De acuerdo con esas cifras, podemos visualizar que el saldo de la balanza comercial de la balanza de pagos – que está dada por la diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes – tuvo un saldo positivo de 4.146 millones de dólares en el primer bimestre del año recién pasado y de 4.080 millones de dólares en el mismo período del año presente. Seguimos, por lo tanto, en el campo de modificaciones casi marginales en las grandes cifras de nuestro comercio exterior.

Como dato interesante cabe mencionar que las exportaciones de carbonato de litio, en el cual se cifran tantas esperanzas, pasó de 953 millones de dólares en el primer bimestre del año 2023 a 626 millones de dólares en el año 2024. Las cerezas, en cambio, que ocupan un lugar destacado en nuestras exportaciones frutícolas aumentaron de 1.809 millones de dólares a 2.096 millones de dólares en el período mencionado

¿Qué importancia tiene todo esto? Lo primero que podemos decir al respecto es que el crecimiento del país tiene que reflejarse en un incremento de las importaciones de bienes de consumo y de insumos industriales. Si las importaciones están casi estancadas, es altamente posible que eso sea un reflejo de la falta de crecimiento. Además, el crecimiento a mediano plazo depende en alta medida de la compra en el exterior de bienes de capital, lo cual, cuando sucede, debe dejar huellas en el monto de las importaciones.

Además, el saldo en la cuenta comercial contribuye a financiar el saldo, generalmente negativo, de la cuenta de servicios – donde se contabilizan los pagos por concepto de transporte, seguros, viajes, servicios financieros, telecomunicaciones, etc. Igualmente, ese saldo comercial contribuye a pagar todo o parte de nuestra deuda externa. Si esa cuenta comercial no crece, nuestras posibilidades de crecimiento y de pago de obligaciones queda supeditada a las inversiones extranjeras que puedan llegar, al nuevo endeudamiento que se pueda contratar o a la disminución de los fondos de reserva con que cuente el país. De todo ello se desprende que la mejor forma de crecer es aumentando las exportaciones. Ojalá en el resto del año avancemos en esa dirección.

 

Por Sergio Arancibia

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Sergio Arancibia

Economista

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