Denuncian fuga de excoronel condenado por asesinato de Rodrigo Rojas de Negri

En un giro que evoca dolorosos recuerdos del pasado, la noticia de la fuga del excoronel Iván Figueroa debe ser denunciada. Figueroa, condenado a 20 años de cárcel por el brutal asesinato de Rodrigo Rojas de Negri y el homicidio frustrado de Carmen Gloria Quintana, ha eludido la justicia tras conocer su sentencia.

Los hechos que llevaron a esta condena se remontan a un oscuro capítulo de la historia chilena: el año 1986, cuando ambos jóvenes fueron quemados vivos por miembros del Ejército. La Corte Suprema dictaminó la condena definitiva a principios de enero, pero la previsión de la madre de Rodrigo, Verónica De Negri, sobre una posible fuga se hizo realidad.

La indignación y la consternación se han propagado en las redes sociales, con el Espacio de Memoria, Londres38, agregando a Figueroa a una lista ya larga de prófugos de la dictadura, que ahora cuenta con 15 nombres. La pregunta sobre quiénes protegen y encubren a estos criminales resuena en los círculos de derechos humanos, mientras que el Ejército guarda un silencio elocuente sobre el caso.

En una entrevista reciente, Verónica De Negri expresó su preocupación por la posibilidad de que los condenados se fugaran, a pesar de las medidas de arraigo y vigilancia domiciliaria. Lamentablemente, su temor se ha hecho realidad con la huida de Figueroa.

Las organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil han levantado su voz exigiendo que las autoridades intensifiquen la búsqueda de este criminal. Se hace un llamado urgente a cualquier persona que pueda proporcionar información sobre su paradero para que la entregue a las autoridades pertinentes.

Este caso resalta la importancia de la justicia y la necesidad de enfrentar el pasado para construir un futuro basado en el respeto a los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. La impunidad no puede ser tolerada, y la sociedad chilena debe unirse en su rechazo a cualquier intento de eludir la responsabilidad por crímenes atroces como los perpetrados contra Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana.