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Sebastián que no estás en los cielos

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Le faltó un peldaño para serlo.

Precaria es la herencia política/social de quien fue presidente durante dos periodos en Chile.

Cuando el cuerpo de Piñera aún mantenía su tibieza, se iniciaba la disputa por ungirse como el heredero de la obra, el futuro Campeador, el mejor piñeirano, los agradecimientos por los bonos recibidos. A estas alturas va quedando al descubierto un manifiesto estado psíquico/celestial a resolver con urgencia.

Si le entregamos algún valor a las encuestas aquellas que lo posesionaron con el  más bajo nivel de aceptación popular la cifra es evidente, fue el presidente del 6%. Sencillamente números lapidarios.

Aquello ya es irrelevante. La memoria corta dejó el espacio para que uno tras otros, políticos, empresarios, medios de comunicación fueran ensalzando hasta dejarlo un peldaño más abajo. Da Vinci dijeron algunos, brillante puntero derecho, aseguraron a coro. El mejor presidente de la historia, el listado es muy largo como lista de supermercado en un día de pago con bono incluido.

Sus dos gobiernos volvieron a Sebastián Piñera un hombre más millonario aún, su ubicación en la revista Forbes es indesmentible. Merece diploma para ubicarse entre los mil ciudadanos más ricos del mundo. Supera con creces los más de dos mil millones de dólares. Superó con creces su inicio su fortuna con dos pollitos.

En sus inicios se relacionó con la construcción de casas, pero luego pasó al mundo de la especulación y la ganancia. Compró papel, vendió papel y llevó la plata a un lugar seguro donde no haya que pagar impuestos, sus billetes encontraron cómodos y amplios espacios en los condominios de la Islas Vírgenes Británicas, de la cual no conocemos como se llama el presidente ni el nombre de la capital.

Se recordará que en apoyo a un candidato a la presidencia de Ecuador disparó endemoniado contra los pecadores que se escondían entre oscuros laberintos para hacer del dinero asuntos clandestinos. Ya de vuelta a Chile se olvidó y efectuó una voltereta más como las ya ampliamente conocidas.

Una foto en el Caupolicán en los años 80 y una entrevista donde reconoce haber votado NO, no alteran ese tufillo dictatorial característico que mantenía cuando Hernán Buchi iniciaba su carrera presidencial llevado de la mano por Augusto Pinochet. Piñera en esos momentos ocupaba el alto cargo de abanderado/jefe de la campaña del candidato de la dictadura. No habló de las violaciones a los derechos humanos. Silencio absoluto. El enemigo a vencer era el comunismo.

No fue un demócrata desde el primer día. No lo fue, aunque lo diga el presidente Gabriel.

Defensor a ultranza de Pinochet, amenazó quemar al mundo si no era devuelto a Chile el más sanguinario dictador que recuerda nuestra historia. Aunque en algo se parecían; uno había robado en el banco de Talca y Pinochet había escondido el dinero robado en Chile en el banco Riggs, hermanos con alma de banqueros.

Se puede decir que su administración estuvo centrada en hacer de la participación privada a sus amigos, a los grupos económicos. Absolutamente ninguna intención de alterar el modelo, todo lo contrario. Basta recordar la condonación/perdonazo de una deuda tributaria por cien millones de dólares de Johnson’s, un desparpajo que sería imposible en otro lugar. En Chile sí fue posible bajo el gobierno de Piñera.

Lo llamó el mejor Censo de la historia, un fiasco. Millones de dólares a la basura lo que obligó al siguiente gobierno a realizarlo sin la parafernalia piñeirana. Después se quedó mirando alguna esquina en el techo como esperando que saliera alguna araña.

El presidente realizó gestos humanos, pero tomó aliento para destacar asuntos que no son realidad. Una nube al parecer le tapó su mirada crítica esa que construyó en la calle dando palos al sistema y con lista en mano nombres y apellidos.

Para Piñera, la política que posiblemente sea el arte de gobernar él la utilizó a su antojo para hacer pingues ganancias. Tráfico de influencias, uso y abuso de información privilegiada, evidentes conflictos de intereses, absoluta falta de transparencia y finalmente traición a la patria, así de sencillo, un traidor.

La traición es asunto muy delicado, más aún cuando se trata de quien es en ese momento el presidente de todos los chilenos y una banda presidencial.

Aparece entonces Exalmar. Piñera tenía inversiones en Perú. En el tribunal de La Haya se discutía un diferendo con Perú, cuestión no menor y que viene desde el siglo pasado. Chile perdió el juicio y el país vecino aumentó su espacio como país en alta mar. Las acciones de Exalmar aumentaron de precio lo que significó mayores ganancias para sus accionistas, entre los cuales estaba Sebastián Piñera. Nótese que estas no estaban en el famoso fideicomiso ciego del cual se alardeó tanto como muestra de haber pasado la prueba de la blancura.

Falta enumerar las violaciones a los derechos humanos cometidos por la policía de la que dieron cuenta instituciones de carácter internacional, y que obligarán que el actual Director de Carabineros tenga que presentarse ante un tribunal para rendir cuenta del maltrato de miles de chilenos cuyos apaleos y disparos, fueron ordenados desde la casa de los presidentes.

Una vez más el presidente Gabriel se equivoca por falta de historia.

 

Pablo Varas

 

 

 

 

 

 

 

Pablo Varas

Escritor

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  1. Margarita Labarca Goddard says:

    Chile se ha vuelto un país de hipócritas. Todas las alabanzas a Piñera que provengan del gobierno son pura hipocresía, para no usar palabras más desagradables o groseras.

  2. lo ramon roman says:

    Vamos, vamos, Chile es un país donde la mayoría de los ciudadanos se enajenaron totalmente con el sistema capitalista neoliberal del total consumo y si piñera resucitara, yo estoy completamente seguro que la mayoría lo volvería a elegir por dos nuevos períodos. No culpemos al muertito, sino que tratemos de mirarnos internamente y veremos donde está la respuesta al Chilito y sus ciudadanos de hoy en día.

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