¿Qué esconde Daniela Peñaloza en Las Condes?
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Luego de la muerte de Sebastián Piñera y la realización de un funeral de Estado por haber sido presidente de Chile, han habido múltiples demostraciones de dolor ante su partida, lo que es comprensible, pero también ha ido acompañado por un aprovechamiento y oportunismo de sectores políticos determinados, que están usando su figura no solo para limpiar la imagen de Piñera, sino para limpiar la de ellos mismos.
Es el caso de la alcaldesa de la Municipalidad de Las Condes, Daniela Peñaloza, militante de la UDI, a quien se le ocurrió hacer una consulta online a los vecinos para poner el nombre de Sebastián Piñera en una calle (1), ya que el ex presidente tuvo su residencia en aquella comuna del sector oriente de Santiago.
A primera vista, se podría decir que no debiera tener nada de malo que una alcaldesa consulte sobre algo así, pero el problema es que lo está haciendo en un momento de receso del Concejo Municipal debido a vacaciones, además de que la encuesta tiene errores técnicos y sea más bien una acción impulsiva de parte de ella, como han planteado distintas concejalas de la comuna (2), por lo que se vuelve incomprensible el apuro de Peñaloza.
De ahí que este apuro de la alcaldesa, sin tener las condiciones mínimas para realizar una consulta ciudadana de este tipo, me parece que solo busca complacer a la mayoría de los vecinos de Las Condes, que seguramente votarán a favor del cambio de nombre de la calle, para desviar así la atención a la enorme cantidad de irregularidades que tiene su gestión, la cual se vuelve cada vez más insostenible, si pretende ir por la reelección.
En otras palabras, Peñaloza busca usar la figura de Piñera, la cual ha sido elevada por los grandes medios como un supuesto gran demócrata, para beneficiarse a sí misma y sumar apoyo, dentro de un escenario de fuertes cuestionamientos de manera transversal y desde su propio sector a su administración, luego de conocerse grandes escándalos que van en contra de la probidad y la transparencia en la Municipalidad de Las Condes.
En consecuencia, la lista de denuncias es larga, y van desde sobresueldos a funcionarios del Teatro Municipal, irregularidades del jefe de compras, pago de subvenciones a entidades privadas sin ser rendidas adecuadamente, compra de una propiedad por el doble de su valor para la construcción de un CESFAM y el pago de millones en horas extras injustificadas (3), de las cuales la misma Peñaloza se benefició cuando fue funcionaria de la Municipalidad de las Condes y se encontraba Joaquín Lavín de alcalde.
Por lo mismo, no debe extrañar que Contraloría haya detectado en más de una ocasión la falta de transparencia de la Municipalidad de Las Condes, e instituciones de la sociedad civil, como lo es Chile Transparente y su directora ejecutiva, María Jaraquemada, señalen que la comuna es un caso icónico en el país, llegando al extremo de falsear actas del Concejo Municipal, lo que es gravísimo, al ser un instrumento público (4).
Dicho lo anterior, llegó el momento de que Daniela Peñaloza se haga cargo de todas esas irregularidades y deje de desviar la atención en consultas como estas, que podrán ser muy simbólicas para un determinado sector político de Las Condes, pero termina siendo una cortina de humo para esconder un sistema de administración corrupto, que al parecer lleva muchos años operando y no se ven cambios profundos para modificarlo.
Por suerte, este 2024 será un año de elecciones municipales en Chile, en donde el tema de la integridad municipal y la transparencia serán ineludibles para las y los candidatos a alcaldes y concejales, por lo que Daniela Peñaloza estará obligada a dar la cara frente a la comuna y al país, si quiere seguir siendo alcaldesa.
Pero no solo ella debiera dar la cara, sino también el partido que es militante, como lo es la UDI, que lleva décadas gobernando una comuna riquísima en recursos, con un discurso de buena gestión, pero siendo incapaz de tomarse en serio el servicio público, el cual debe ser intachable frente a las y los vecinos, ya que los municipios son la puerta más visible y cercana del Estado para la ciudadanía
Por último, como vecino de la comuna de Las Condes, si bien voté en contra del cambio de nombre de la calle, ya que Sebastián Piñera no fue para mí un líder político positivo para el país, lo que más me preocupa es vivir en una comuna que naturaliza la corrupción y mira para otro lado con lo que hacen con nuestros impuestos, fruto de nuestros ingresos y de nuestro trabajo.
Por Andrés Kogan Valderrama