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La muerte de Narciso y la desmemoria de un pueblo enajenado

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Y llegó Narciso ese día donde él pensaba que estaba la esencia de quien le atormentaba día y noche desde hacía mucho tiempo: el enemigo cruel, despiadado y poderoso. Sin embargo, el lugar se encontraba desierto, no se divisaba ese enemigo en persona; al no existir un arroyo cercano que le permitiera reflejar su “hermosa” figura, decidió perpetuar su imagen en ese lugar, plasmándola en una fotografía. Mientras posaba, su pensamiento se detenía en el poder que inmortalizaba ese momento: “Yo tengo más poder que ese enemigo cruel y poderoso”. Tan fuerte se grabó ese pensamiento en su subconsciente, que lo llevó a murmurar esas mismas palabras. La ninfa Eco, que se encontraba detrás del monumento desde donde Narciso contemplaba en lontananza hacia la ciudad en la que inyectaba su poder, escuchó y repitió las últimas palabras: “enemigo cruel y poderoso”. Al escuchar esa voz que repetía sus últimas palabras, Narciso salió repentinamente de su estado de éxtasis que le deparaba ese momento bello e inolvidable, miró a su alrededor buscando quien osaba escuchar sus murmullos y repetir la frase que lo atormentaba desde hacía muchos años.

Al no encontrar a nadie, confundido y bastante temeroso, producto de su acendrada paranoia, emprendió, raudo y veloz, la retirada de ese espacio abierto y generoso que por un instante lo había mantenido extasiado en su delirio de grandeza. Durante el camino, Eco le repetía “un enemigo cruel y poderoso”.

Al día siguiente, cada vez que necesitaba expresar alguna de sus continuas alocuciones, el estribillo emanaba de sus labios y, sin poder evitarlo, repetía: “enemigo cruel y poderoso”. Llegó a tal punto que esta muletilla, cada vez que reflejaba su figura ante el espejo, se hacía escuchar: “enemigo cruel y poderoso”. Trataba de asir la imagen reflejada, ante tal imposibilidad, se fue percatando que la imagen sólo lo reflejaba a él mismo, hasta identificarse en su plenitud con ese “enemigo cruel y poderoso”.

Estos tres párrafos corresponden a la última parte del artículo titulado Quien engañe, encontrará siempre quien se deje engañar, publicado en Clarín con fecha 12/5/20. (1) Fue en esos días de plena pandemia que Narciso, al ver que Dignidad había desaparecido, aprovechó la oportunidad de sentarse a los pies de la mole que, otrora, había representado el poder con el que se identificaba y con el cual se encontraba imbuido.




Desde el primer momento de su muerte, como era de esperar, prácticamente todas las “fuerzas vivas” del país han copado los medios de comunicación con sus comentarios, la mayoría de alabanzas, a la azarosa vida de tan ilustre personaje. Los medios, al referirse a Narciso, lo han hecho nombrándolo por su apodo con el cual siempre actuó en su actividad pública: Sebastián Piñera Echenique.

Por este motivo, y por ser su apodo, más conocido que su nombre real, en esta nota lo nombraré por su “alias”.

Pues buen, aunque ya varios columnistas, detractores de sus andanzas por el mundo, han expresado críticas acerbas (qué crueles, Boric debe estar furioso), al actuar del personaje de marras, me permitiré aportar algunos comentarios que no han sido explicitados en los medios.

Primero: Piñera nunca llegó a ser empresario: jamás creó una empresa, por lo tanto, no creó puesto de trabajo alguno. Sólo fue un especulador bursátil utilizando, además, todo tipo de artimañas al borde de la ley. Incluso cometiendo actos totalmente reñidos con la legislación y con la ética. (2)

Segundo: fue un tipo sin escrúpulos de ningún tipo: aquí se podría citar la máxima de Maquiavelo (aunque ha sido tergiversada por la historia), “el fin justifica los medios”. Recordemos el caso KIOTO contra Evelyn Matthei (aunque ella sufre el síndrome de Estocolmo y lo alaba como un santo).

Tercero: todos sus actos estaban fríamente calculados para que le reportaran un beneficio personal; “no daba puntada sin hilo” (o brinco sin guarache, como dicen en México). Recordar el caso del famoso papelito de los 33 mineros. Pidió que no lo mostraran a la prensa hasta que él llegara; tenía que ser Narciso el que debía mostrarlo y luego pasearlo por todo el mundo. Y, tal vez, lo más escandaloso: su frustrado viaje a Cúcuta con “ayuda humanitaria” que pagamos todos los chilenos y que nadie sabe dónde fue a parar.

Cuarto: la derecha lo describe como un patriota; qué tiene de patriota un especulador que no invierte un peso en su país y prefiere poner a buen recaudo sus capitales en paraísos fiscales para eludir y evadir impuestos.

Quinto: dar la orden de quemar el metro para tener la excusa de desatar la represión con la violación de los derechos humanos que todos hemos condenado, menos el que te dije. Este hecho lo explico con más detalles en el artículo Quien engañe… del que hago mención más arriba.

Sexto: recordar que la represión del presidente Piñera no sólo hay que referirla al así llamado “estallido social” de 2019 y 2020. En su primer mandato, reprimió con inusitada violencia las protestas por las demandas de los habitantes de Aysén en febrero y marzo de 2012, siendo ministro del interior Rodrigo Hinzpeter:

https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2012/02/23/los-testimonios-que-revelan-la-violencia-policial-en-aysen/

https://www.24horas.cl/noticiarios/reportajes24/reportajes-24-las-victimas-de-las-protestas-en-aysen-a-cinco-anos-del-movimiento-2338584

Hasta aquí los breves comentarios sobre Narciso, alias Sebastián Piñera Echenique, quien murió ahogado, al igual que el personaje de la mitología griega. (Por desgracia para la Copia Feliz y la mayoría de sus habitantes, el chileno era de verdad y se “sentó” en la mitología).

Boric y sus disculpas

Durante su gobierno las querellas y recriminaciones fueron, en ocasiones, más allá de lo justo y razonable”.

Gabriel Boric va a cumplir dos años a cargo de la Presidencia de la República y como jefe de Estado y todavía no se percata de las responsabilidades que atañen a ambos cargos. ¿No hay nadie de sus colaboradores que le pueda explicar lo que significa la actividad política y las tareas intrínsecas del funcionamiento del Estado?

¿Que el Estado es la superestructura de un sistema económico (modo de producción diría Marx) que en el caso de Chile es capitalista puro y duro (ultra neoliberalismo), donde se dan las luchas políticas por el poder, función que cumplen o debieran cumplir los partidos políticos?

Presidente Boric, muy sintéticamente, le voy a explicar que cuando un partido o un conglomerado de partidos ha ganado el gobierno (no me atrevo a decir el poder), los partidos que perdieron forman la oposición. Y esta es la característica principal que hace de un Estado (burgués) que se hace llamar democrático.

Le voy a contar un chisme: en el Reino Unido, el líder de la oposición es un “primer ministro alternativo”, dirige un gabinete en la sombra de la Oposición Oficial. Cada miembro del gabinete del primer ministro en el gobierno, tiene su correspondiente en el gabinete en la sombra. Su función, es “vigilarlo” día y noche, una especie de contralor, con el objeto de no dejarle pasar ni una. El primer ministro alternativo, tiene derecho a un salario, además del salario como miembro del Parlamento.

Y ya que hablamos del Parlamento, institución que, actualmente, no existe en Chile, (aunque los miembros del Congreso Nacional se autodenominen parlamentarios), en su sede en Londres, durante las interpelaciones al primer ministro por parte de los representantes de la Cámara de los Comunes (correspondiente a nuestra Cámara de Diputados), se dicen hasta “pa’ su madre”, muy caballerosamente, por supuesto. Don Gabriel, usted habla inglés, vea los alegatos, son bastante entretenidos y le cuento que los últimos tres primeros ministros (antes del actual que está en el cargo desde 2022), permanecieron en sus puestos menos de tres años, y que se sepa, ninguno de los miembros del Parlamento británico que promovió su destitución, ha pedido perdón porque “durante su gobierno las querellas y recriminaciones fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”.

Capítulo aparte es la explicación de Camila Vallejos sobre los dichos de Boric: “El presidente jamás ha negado ni ha desconocido lo que los cuatro informes señalaron respecto de las violaciones de los derechos humanos que sucedieron en nuestro país en el marco del estallido social. Jamás”.

Estimada Camila, las violaciones de los derechos humanos fueron cometidas por el gobierno de Sebastián Piñera y Echenique por parte de madre y no “sucedieron en nuestro país”, como si fueran un evento producido por algún fenómeno extraterrestre, una especie de meteorito. No señora Camila, le solicito, muy encarecidamente, que no nos quiera tratar como si “todos” fuéramos una tropa de imbéciles. Todavía quedan muchos que usan la cabeza para pensar, entre los que, modestamente, me encuentro.

Su explicación no resiste ni siquiera la lógica formal, mucho menos la lógica dialéctica, con el agravante que usted es una destacada militante del Partido Comunista de Chile.

Notas:

 

Hugo Murialdo es periodista, escritor, magíster en Ciencias de la Comunicación, magíster en Filosofía Política, cursos de posgrado en Estudios Latinoamericanos

 

 

 

 

 

 

 

        

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Hugo Murialdo

Periodista, magister en Ciencias de la Comunicación y magister en Filosofía Política

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