La gran pregunta
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Tras sus aventuras en la Padre Patria, el célebre espía a sueldo de Güiquilics Patagonia fue citado para una nueva misión. Para resaltar la importancia del nuevo cometido la reunión secreta tuvo lugar en el Cirus Bar, último lugar patrimonial que le va quedando a Puerto Montt. Allí le informaron que debía responder a una pregunta que habían presentado en coro todos los servicios de inteligencia del planeta, y que podía resumirse, en traducción libre, como ¿Y entonces qué carajos quieren los chilenos?
Como espía ya veterano, nuestro hombrón conocía todos los principales mentideros del puerto y comenzó su recorrido. En el primer sitio dejó caer – como al descuido – que el reciente plebiscito había sido una carrera de lo más rara, ya que nadie había ganado. Uno de los concurrentes le dijo que no era así, que había sido un triunfo para los que defendían la constitución actual, la heredada de la dictadura, pero otro parroquiano le dijo:
- Citaré las inmortales palabras de un aduanero argentino ¿Vos sos sonso, sos pavito, sos boludo, qué sos vos? ¿Cuántas preguntas tenía tu papeleta? Porque lo que es la mía tenía sólo una y se refería nada más que a este último proyecto, nadie preguntaba por la constitución actual, así que no puedes sacar conclusiones boludas de respuestas imaginarias a preguntas que nadie ha hecho.
- Además, dijo otro, la única vez que se hizo la pregunta casi el 80% respondió que la actual constitución hay que cambiarla.
En vista que ya se llegaba a un consenso, nuestro abnegado agente buscó otra fuente y allí comentó la perplejidad que causaba que un 27% que en el plebiscito anterior había votado Rechazo, ahora de nuevo había votado En Contra ¿Significaba esto que habían cambiado diametralmente de opinión? De ninguna manera, le dijeron, sólo significa que siguen pensando igual. Claro, dijo una de las damas presentes, ya en el plebiscito anterior se planteó que un alto porcentaje del rechazo venía de gente que votaba obligada y que no estaba ni ahí con cualquier cosa que viniera de “los políticos” y creo que esto lo demuestra. Así es, apoyaron otros, ahora sabemos el tamaño de ese voto de la bronca ciega. Ahí veo un problema serio, dijo otra voz, ya que en ese grupo puede prender fácilmente el odio sembrado por el discurso irresponsable de quienes van al extranjero a invitar migrantes, para luego criminalizarlos cuando ya están acá. ¡Juesú, María y José! Dijo nuestro corajudo agente, templado en cien batallas. Aquí me está dando susto, mejor voy a otro sitio.
En este nuevo lugar imperaba la paz, por lo que nuestro espía respiró hondo y dijo “Qué bueno que terminó esto de la constitución”. ¿Cómo que terminó? le dijeron.
- Claro, el Presidente anunció que se cerraba el proceso, no más, chau chau.
- ¿Y de adonde sacó tu Presidente que él tiene autoridad para decidir eso? Mira viejito, en octubre de 2020 el 78% de los votantes dijo que esta constitución, la de Pinochet-Lagos, hay que desecharla, que hay que hacer otra que podamos aprobar, y mientras eso no se logre el proceso sigue abierto. Esta es la voz del pueblo y nadie, ni el Presidente ni el Congreso pueden ignorarla.
Como el ambiente se estaba poniendo del tipo espeso, nuestro astuto agente se escabulló haciéndose el sota y se dirigió a la librería de los que leen, donde encontró a doña Hipotenusa, la pitonisa, a quien solicitó una opinión.
- Revisa tus números, chico, le respondió. Compara los votos nulos de los últimos rituales electorales, mira que a veces hay silencios estruendosos.
- ¿Cómo así doña Hipo?
- Hay quienes al ver los resultados de la elección de mayo, dijeron “Chile ha virado hacia la derecha”. Lo divertido es que en la derecha lo creyeron.
En realidad en esa elección la derecha corrió casi sola, lo único que tuvo al frente fue la pseudoizquierda, cuyos partidos están en el gobierno y por lo tanto están obligados a participar en el circo, por muy infame que este sea, y si algo caracterizó a esta votación fue el insólito 17% de votos nulos.
El voto nulo está representando en importante porcentaje a un votante con una idea clara de las maquinaciones de la casta política y carente de una organización que permita coordinar acciones; es lo que podríamos llamar “la izquierda extraparlamentaria”. Fíjate como fluctúa la cantidad de nulos y saca tus conclusiones.
Cuando se votó el primer proyecto constitucional, que ya era harto dudoso, hubo 200.881 votos nulos, luego, cuando en mayo de este año se puso en práctica la más infame de las jugarretas para torcer la voluntad popular, más de 2.100.000 votantes dijeron “este proceso vale hongo, no compro boleto en este circo”; ahora cuando había que opinar sobre una propuesta ridícula de tan retrógrada, los votos nulos fueron 480.730, es decir que estos votantes responden a su asco por la institucionalidad política, pero sin perder de vista el peligro de dejarle toda la cancha al rival; por esto creo que por aquí está la izquierda.
- Doña Hipo ¿no cree que un 44% a favor de una propuesta tan reaccionaria es preocupante?
- Claro que si, pero considera también que esto viene siendo un techo. Según el SERVEL la casi totalidad de los aportes empresariales fueron a la campaña A favor, es decir que aquí también la derecha corrió sola y llegó segunda; la derecha se jugó con todo frente a un rival sin proyecto propio, y ni aún así logró ganar.
Decidido a responder a la gran pregunta, nuestro héroe recurrió a un viejo barbudo que otras ocasiones lo había socorrido. Luego de escuchar la consulta, el barbudo puso cara de “aquí va la sabiduría de los antiguos” y le respondió :
- Mire m’hijo, le voy a contestar con una cita de ese gran protagonista de la revolución francesa, el médico y científico Jean-Paul Marat: «En el momento de la insurrección, el pueblo lo aplasta todo por su masa, pero cualquiera que sea la ventaja obtenida en el primer momento, acaba por sucumbir ante los conjurados de las clases superiores, llenos de sutilezas, astucia y artificios.»
- En otras palabras, el pueblo sigue pidiendo lo mismo que en octubre del 19, salud, educación, vivienda, pensiones dignas, fin a los abusos e injusticias, y desde el 15 de noviembre de ese año hasta ahora, la casta política lo ha estado embolinando e intentando trucos cada vez más infames para que nunca llegue a existir un proceso constituyente conducido por el propio pueblo.
- Mire m’hijo, este nuevo rechazo demuestra que dentro de la sagrada institucionalidad de los mentados conjurados, no es posible acordar ese nuevo rayado de cancha que ponga por escrito lo que deseamos para tener una vida digna; necesariamente esto se logrará cuando sea el pueblo organizado quien realice el proceso constituyente en forma autónoma y soberana.
- Para controlar la impaciencia y el derrotismo conviene recordar lo que expresó el profesor Juan González López: “La deliberación popular, si es democrática, no es un proceso corto, ni ordenado, ni homogéneo, como lo ha querido imponer la llamada salida institucional. La deliberación popular funciona de formas diversas y, además debe ser permanente, porque debe incluir progresivamente a cada vez más grupos sociales. Esto impulsa la movilización, uno de los pocos medios que permiten remecer la conciencia social de la modorra política que provoca tanta democracia delegativa.”
- Los conjurados confiesan que dan por seguro una nueva rebelión de masas, ellos saben que nada han hecho por solucionar las demandas, pero han hecho harto para reforzar su capacidad de reprimir la protesta. Creo que prefieren que si no resulta tener a la gente bajo control policial por miedo a la delincuencia, el nuevo reventón sea pronto, antes de que aparezca una conducción que le de permanencia a eventuales conquistas o haga caer al Piñera de turno e instale en el poder una asamblea soberana ¡Qué susto! Pero tranquilo, en Chile estas cosas no pasan, no pueden pasar en un país sensato, amante de la formalidad, la tranquilidad y la seguridad. Esto lo he escuchado tantas veces. Tantas veces me dijeron que la rebelión popular era una utopía contraproducente, que a las dictaduras se las hacía caer con una buena franja televisiva y una rayita en un voto. Por suerte en Chile estas cosas no pasan…pero anduvo cerca.
- Por último m’hijo, le sugiero que en el google busque : Luis Emilio Recabarren, su tiempo y su obra. Ahí puede encontrar buenas ideas para este período, ya que como dijo Mark Twain “la historia no se repite…pero rima”.
Luego de esto una fuerte ráfaga de viento se llevó en volandas al viejo, quien alcanzó a decir: Chao, tengo una cita con Mary Poppins, dejando a nuestro espía con la respuesta que buscaba, pero también con tarea para la casa. Para nutrirse con más información y escuchar la voz de la calle, nuestro astuto espía se fue a una concurrida feria vecinal del sector alto y allí se disfrazó de arbolito navideño, adornado con bolas de brillantes colores. Por desgracia el disfraz resultó tan atractivo, que el numeroso público no ha dejado de toquetearle los adornos, impidiéndole concentrarse, de modo que hasta el momento no ha logrado hilvanar un informe medianamente coherente.
Renato Alvarado Vidal
Desde los siempre atareados muelles de Chinquihue, 23 de diciembre de 2023.
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