La derecha se traga el polvo de la derrota
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El significativo resultado que da al voto en contra deja en el camino muertos y heridos.
Evelyn Matthei, la guaripola de la derecha, de las clases de ética y predeterminada a ser una futura candidata a la presidencia se lo creyó. Instalada en su castillo de alcaldesa no logró entender que Chile llega hasta Arica y por el sur más lejos.
Su capital político no es un pozo sin fondo y se lo gastó. Debe disputarlo con los nuevos republicanos donde no todos están dispuestos a sumarse a una carrera ya conocida y que ha perdido. Ser candidata presidencial luego de un tercer bote de la pelota es mal augurio. Golborne, Longueira y al final ya convertida en la última carta sufre una derrota.
Casi en el olvido quedan aquellos días en que Evelyn llamaba a no comprar productos españoles cuando el juez Baltazar Garzón sometía a proceso a Pinochet por delitos de Lesa Humanidad, y negaba que su padre conociera los subterráneos de la academia de guerra donde era torturado un general de la Fach junto a otros cientos de chilenos.
Los resultados obtenidos por la derecha que convirtió esta pantomima de plebiscito constituyente en una encuesta contra el gobierno salió derrotada sólo en los números. El modelo se mantiene y a pesar de la agonía de las AFP/ISAPRES los cambios sustantivos que exige la inmensa mayoría de chilenos no se concretan. No se ha ganado nada.
Toda la derecha queda en el suelo pensando que llegó la hora que reciban los palos.
Piñera/Frei/Sutil/Rincón y esa larga lista de eternos emergentes sacaron nota tres.
Chile que arrastra en su camino diario una corrupción galopante que se convierte ya en un asunto de seguridad nacional, tiene en la derecha la foto de los corruptos con nombres y apellidos. Ninguno de aquellos sentados en los banquillos de la justicia es chavista ni cubanista. Son ángeles que vociferan que el modelo neoliberal es el motor del desarrollo, el canto de sirenas para la inversión extranjera, el pasaje hacia la felicidad de los chilenos.
Extraño fue que no se haga mención a los dineros en paraísos fiscales donde no se paga impuestos y Piñera tiene domicilio fijo. Nadie manifestó la posibilidad que un plebiscito revocara el mandato de un presidente que lo está haciendo pésimo.
En esta ocasión, los empresarios saben que los negocios y los beneficios llegan cuando se hacen en países sin cuentas pendientes. No es el caso de Chile. Su militancia constitucional los debilita, pero golpea también los proyectos de gobierno. Sacaron mal sus cuentas y el sueño se les pone inquieto.
El proyecto republicano de su carta fundamental ampara la corrupción, el aprovechamiento descarado de fondos que pertenecen a todos los chilenos. Lo robado/eludido puede perfectamente medirse en liceos, hospitales y postas rurales donde no llegan las clínicas.
Una propuesta sectaria, segmentada y sostenida en conceptos de la clase neoliberal fracasó. Demuestra la limitada visión de país. De un lado chilenos con sus urgencias y del otro el servilismo al dinero y la adoración a su perfume de los grupos económicos.
También afecta a unos cuantos perdidos entre amarillos/demócratas que llegaron sin partida de nacimiento como pasajeros de tercera clase en un tren con parada en la estación del a favor.
Entonces sin duda están las condiciones para dar un salto en las propuestas, para volver a sostener que los cambios urgentes son posibles. La calle espera y mantiene su atención. Hay que recordar que fueron esos días de octubre los que gritaron aquello de los treinta años de sordera y desprecio.
Queda en el camino Kast, ese duche nativo de oscuro pasado alemán al cual la familia con herencia militar le entregó sin pagar costo alguno todas sus pasiones. Se creyeron que su bolsa de votos era amor eterno.
Hay que dejar constancia que el 78 % de los chilenos el 2020 se manifestó por la necesidad de que el país tenga una nueva constitución. Las calles de todo el territorio estaban calientes, y el gobierno de Piñera mandaba a matar como si de un asunto de Estado se tratara. La voluntad ciudadana se expresó y la soberanía popular fue ejercida sin alteración. Aquella derrota de salida fue un golpe violento.
Los resultados no fueron votos en contra de los fraudes y robos en carabineros, tampoco para dejar en evidencia a las cúpulas militares por los delitos cometidos, ni en contra de las clases de ética, ni los intentos por llevar a la plaza pública a los que roban, sencillamente un rotundo fracaso donde los chilenos fueron reemplazados por la misma casta política ya tantos años conocida. La de los acuerdos, la de los pactos y transferencias.
Se atisba una posibilidad para que la derecha deba postergar sus aspiraciones presidenciales, pero aquello es sustentable si nuevamente la iniciativa, y los fundamentales golpes de timón se hacen evidente.
La derecha en estos tiempos ha ido recogiendo las migas que le han dejado RD y Democracia Viva, Comunes con sus desayunos y facturas truchas olvidando que son el gobierno. Un segundo piso en La Moneda muy frágil, donde apuran cambios inevitables que obligarán necesariamente que Gabriel tenga que volver a mirar a la antigua concertación.
La calle espera mientras esos cuantos elegidos cruzan los pasillos del parlamento para mantener ya lo insostenible. Boric se olvidó de la plaza pública y sus calles. Lejos están las organizaciones sociales que con esfuerzo se sostienen para seguir viviendo y que serían llamadas cuando la debilidad gubernamental estuviera de cuerpo presente.
Entonces se mantiene intacta la propuesta que insistente guarda el fuego de todos los tiempos. La izquierda.
Por Pablo Varas
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Renato Alvarado Vidal says:
Estimado Felipe, no hagamos caso a los mentados TODOS. Ellos no tienen autoridad para cerrar el proceso constitucional, éste fue instalado por el voto del 78% de los electores.
Los TODOS pretenden convencernos que esto sólo se puede hacer dentro de sus fantasmales escenografías «institucionales», pero el reciente plebiscito demostró justamente que dentro de esas normativas no hay solución.
Este proceso será exitoso cuando se haga de la manera que el pueblo determine.
Lo de estos días es sólo un paréntesis.
Felipe Portales says:
Estimado Renato: TODOS (Derecha, Gobierno y «Centro-izquierda») remarcaron que con el plebiscito del domingo se cerraba el «proceso constituyente» abierto hace cuatro años. Es decir, que para todos los efectos prácticos las opciones a considerar eran: Aprobar una nueva Constitución neoliberal elaborada básicamente por la extrema derecha republicana; o confirmar la Constitución neoliberal impuesta a sangre y fuego por la dictadura en 1980 y asumida posteriormente como propia por Lagos y la Concertación en 2005. De allí que no hubo ¡una sola celebración popular la noche del domingo! Nadie fue a Plaza Italia (Dignidad) ni se sintió bocinazo alguno en toda la ciudad.
Teresa says:
Felipe Portales
Nadie Triunfo El. Domingo,17de
Diciembre del 2023
Son sus Fantasias
L’os Pueblos que No son
Escuchados .Castigan
al Mundo Politico Chileno
El Pueblo Soberano Trabajador y Honesto
Estima y Decide
No l’os Partidos Politicos Chilenos
Renato Alvarado Vidal says:
La papeleta con que voté en el reciente plebiscito tenía una sola pregunta y era acerca de un texto concreto, recién redactado.
En ningún momento vi pregunta alguna respecto a la constitución del 80.
Tampoco vi alguna pregunta acerca del desempeño de Boric.
Las especulaciones respecto a respuestas ante preguntas inexistentes son inoficiosas.
Felipe Portales says:
¡La derecha triunfó en toda la línea al ver confirmada popularmente la Constitución del 80, impuesta por sangre y fuego por Pinochet y asumida en 2005 como propia por Lagos y todos sus ministros! ¡Y, de paso, neutralizó completamente la revuelta de 2019! Y si, además, algunos creen que perdió, ¡tanto mejor para ella!