El alcalde de las manos limpias
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La sanción aplicada por el Tribunal Calificador de Elecciones al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, suspendido de sus funciones por 30 días, se produce en momentos en que arrecia la ofensiva en su contra por parte de la derecha, la centro y la extrema derecha, obsesionadas por levantar una candidatura única con el objetivo de sacarlo del cargo – desafiando la voluntad popular – en los comicios municipales del próximo año.
El jefe comunal está al frente de la alcaldía ciudadana desde su sorpresivo triunfo en 2016 cuando irrumpía en el ámbito político, en tanto su segundo periodo lo obtuvo inmediatamente después con una abrumadora votación que le permitió mayoría absoluta sobre los postulantes opositores de partidos que son los mismos que ahora pretendían desbancarlo.
A la vez, Sharp lidera el movimiento Transformar Chile, a punto de convertirse en partido político de la Izquierda independiente, sin ataduras con ninguna colectividad pero contando con el apoyo masivo de los vecinos, los pobladores, la gente modesta de los cerros, los movimientos sociales y la clase trabajadora donde no hay asomos de la llamada “centro-izquierda” ni el sector social demócrata ni otras agrupaciones decadentes.
La autoridad porteña pertenece a la generación de recambio de los viejos estandartes que defraudaron a la población. Inspirado en la consecuencia, la trayectoria y el ejemplo del presidente Allende, en corto tiempo Sharp a través de su gestión territorial ha conseguido alcanzar la adhesión del pueblo y una estatura política que no logran otros cuyo exclusivo propósito es sacarlo de la jefatura comunal por un odioso aborrecimiento político.
El fallo del tribunal establece un “abandono de deber” por no realizar control sobre dos determinados planteles educacionales de la ciudad, en el primero de sus periodos. No hay referencia alguna a un “notable abandono de deberes”, como esperaban quienes querían que se le destituyera definitivamente.
Jorge Sharp es el alcalde de las manos limpias: tampoco hay en el fallo ningún indicio acerca de un eventual caso de corrupción, ni de fraude o desfalco, ni de apropiación indebida de dinero, ni de irregularidades o delitos de este tipo. Todo ello va contra las expectativas que se había forjado un grupo de ex concejales y políticos profesionales de tendencia antipopular que presentaron una denuncia ante el citado tribunal en 2020 por presuntos “notable abandono de deberes y faltas graves a la probidad administrativa”.
Años después el Tricel ha descartado una treintena de cargos formulados contra el alcalde y lo ha sancionado con un mes de suspensión del cargo y el 50% de su sueldo, a causa de la falta de supervisión respecto a la Corporación y la Unidad de Control Municipal. Tal decisión se fundamenta en prácticas pedagógicas irregulares en dos liceos, las que venían de largo tiempo atrás.
Se trata del Liceo Técnico de Valparaíso y el Liceo María Luisa Bombal, donde se estaban elaborando y comercializando bienes de consumo, había servicio de fotocopiado, reventa de ropa y otros servicios similares con participación del alumnado. Esos dos establecimientos se encuentran entre los 54 administrados en esa época por la Corporación Municipal y en fecha reciente pasaron al Slep.
La suspensión impuesta se basa en una práctica determinada por alcaldías anteriores que encabezaron Pinto (PDC) y Castro (UDI) ex autoridades que en su momento endeudaron irresponsablemente a la municipalidad porteña. En la actual administración se han frenado las cifras rojas que venían por años y que provocaron desconfianza en la población.
Desde el actual concejo municipal se advierte que los ex concejales acusadores que no pudieron acreditar lo que pretendían son los mismos que fueron cómplices del despojo cometido contra la ciudad. Estos pertenecen al mismo sector que vació las arcas municipales generando un fuerte déficit para Valparaíso del que hoy el municipio se está tratando de recuperar con mucho esfuerzo.
Tras el dictamen omitido por el Tricel queda claro que gran derrotado es El Mercurio que mantiene una virulenta y sostenida campaña contra Sharp desde las páginas mercuriales se coordinó e impulsó la acusación y ahora solo le cabe al diario lamentar el fallo, en sus titulares la nota editorial y la sección cartas al director, espacio destinado a ex funcionarios de la dictadura y a marinos jubilados participantes de la tiranía que han evadido la acción de la justicia.
En los cerros los pobladores no leen la prensa neoliberal – tampoco hay otra – y muchos no saben de la odiosa ofensiva antipopular, similar a la de 1973 contra el presidente Allende. Por lo demás, no se olvida la categórica afirmación del estudiantado universitario a cines de los años 60: “El Mercurio miente”, lo que se replica todos los días hasta hoy.
Hay quienes se niegan a asumir que los problemas que vive Valparaíso que se atribuyen al ejecutivo comunal – pobreza, delincuencia, desempleo, comercio ambulante, falta de viviendas – son los mismos que afectan a todo el país, producto del modelo de desigualdades impuesto por la dictadura y cuya dolorosas secuelas siguen vigentes. El traslado de empresas, industrias y oficinas comenzó también en ese tiempo oscuro.
Sharp tiene una activa participación en el “Acuerdo por Valparaíso” junto con la Empresa Portuaria local y otras entidades con el objetivo de llevar a cabo una ampliación portuaria que signifique mayores ingresos para la ciudad y sus habitantes.
Hugo Alcayaga Brisso
Valparaíso
Margarita Labarca Goddard says:
A este joven Jorge Sharp, todas las personas de bien lo admiran y lo quieren, porque es un hombre honesto, inteligente y solidario. La derecha lo odia porque no roba ni deja robar. A mí me encantó la primera vez que lo vi cantando el Himno de la Unidad Popular. Le hice una arpillera pero no se copia aquí. La pongo en mi página de Facebook, ahí la pueden ver.
Gino Vallega says:
Al menos un artículo por un alcalde sin desfalcos, cohecho y otras lindezas de los políticos profesionales chilenos.Bien por Sharp y ojalá valpo llegue aser otra vez el orgullo del mar pacífico.