Pedro Barrientos: Deportado desde Estados Unidos enfrentará a la justicia por el asesinato de Víctor Jara
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El vuelo procedente de Miami hoy aterrizará en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, trayendo consigo a Pedro Barrientos, un nombre que resuena en los oscuros pasillos de la historia chilena. Acusado de ser el responsable del asesinato del icónico cantante Víctor Jara en 1973, Barrientos enfrentará finalmente a la justicia en suelo chileno.
Este militar en retiro, deportado desde Estados Unidos, no regresa a Chile bajo el estatus de extraditado por las graves violaciones de derechos humanos que se le imputan, sino como resultado del incumplimiento de leyes migratorias en territorio norteamericano. Barrientos, quien previamente había proporcionado información falsa para su ingreso a Estados Unidos, se encuentra ahora en camino hacia el batallón de policía militar de Peñalolén, en Santiago, donde se enfrentará a las acusaciones en su contra.
La larga espera de nueve años por la extradición de Barrientos ha llegado a su fin. A pesar de haber adquirido la nacionalidad estadounidense mediante un matrimonio, sus falsedades salieron a la luz y las autoridades estadounidenses solicitaron su expulsión.
El caso de Víctor Jara, un ícono de la música latinoamericana, ha sido una herida abierta durante décadas. Gracias a la persistencia y valentía de la viuda de Jara, Joan, y sus hijas Manuela y Amanda, Barrientos fue declarado culpable por una corte federal en La Florida por tortura y ejecución extrajudicial del cantautor. Además, se le ordenó pagar una compensación de 28 millones de dólares a la familia como reparación por los daños y perjuicios ocasionados.
La lucha por la justicia no ha sido solo en el extranjero. En Chile, se le había procesado como autor material del crimen en 2012. Recientemente, la justicia condenó a siete miembros retirados del Ejército por su complicidad en los delitos de secuestro y homicidio de Jara.
Para Nelson Caucoto, abogado representante de la familia del músico en el proceso, la deportación de Barrientos representa el cumplimiento de la última fase pendiente en el juicio. Esta acción permite cerrar un capítulo crucial en la búsqueda de justicia para Víctor Jara y su legado.
El 12 de septiembre de 1973, Jara fue detenido por miembros del ejército tras el golpe de Estado en Chile. Conducido al Estadio Chile junto a cientos de personas, cuatro días después, su cuerpo fue hallado cerca del Cementerio Metropolitano, mostrando señales de tortura y 44 impactos de bala.
El legado de Víctor Jara, un símbolo de la Nueva Canción y un ferviente defensor de la justicia social y política, sigue vivo a través de su música y su lucha incansable por un mundo más justo.
La llegada de Barrientos a Chile marca un hito en la búsqueda de verdad y justicia. Es un recordatorio de que los crímenes del pasado deben ser enfrentados y que la memoria de figuras como Víctor Jara perdura como un faro de inspiración y justicia en la historia de Chile y América Latina
Nestor R Marin, Ph,D Agricultural Science. says:
Mas vale tarde que nunca. Ahora vamos a ver si Barrientos va a seguir negando su crimen, en contra de un hombre totalmente indefenso, quien alegro los corazones de millones de chilenos con sus canciones folcroricas tan tipicas. Ahora que le den 44 anos de carcel, cada ano por cada balaso que le metieron a al companero Victor Jara. Quen verguenza, que cobardia. Al fin se hizo justicia.
Gino Vallega says:
Ni perdón ni olvido !
Felipe Portales says:
¡Muy bien por la verdad y la justicia, tanto para Víctor Jara como para todas las víctimas de la dictadura terrorista de Pinochet!