La importancia de la deportación de Pedro Barrientos en el contexto de los derechos humanos y la justicia
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El retorno de Pedro Barrientos, el exmilitar chileno implicado en el asesinato del cantautor Víctor Jara en 1973, marca un hito en la búsqueda de justicia y el respeto a los derechos humanos en Chile. La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, ha expresado la relevancia de este momento, aunque con el lamento de que Joan Jara no esté presente para presenciarlo.
«Nos hubiera gustado que Joan Jara estuviera viva para este momento, creo que a todo el país (le habría gustado)», manifestó la ministra Vallejo. Este retorno representa un avance significativo en la lucha por justicia respecto a un crimen brutal que ha demandado años de pelea y resistencia.
A pesar de los cuestionamientos sobre la demora en el inicio de este camino hacia la justicia, la ministra subrayó que «más vale tarde que nunca». La llegada de Barrientos, tras 50 años desde el crimen de Víctor Jara, es un paso significativo para enfrentar el pasado y avanzar hacia la justicia, afirmó Vallejo.
La deportación de Barrientos desde Estados Unidos, donde fue hallado culpable por el asesinato de Jara, es considerada un momento clave. La ministra resaltó la importancia de que este exmilitar regrese a Chile para enfrentar a la justicia, subrayando la necesidad de que se siga avanzando para que sea juzgado y condenado bajo los estándares del derecho internacional.
El protocolo especial para el traslado de personas involucradas en crímenes de alta connotación pública ya está en marcha para garantizar la seguridad en el traslado de Barrientos a su llegada al país. El exuniformado será entregado al Comando Administrativo del Ejército y posteriormente quedará en prisión preventiva en el Batallón de Policía Militar en Peñalolén.
El abogado Nelson Caucoto, quien lleva la causa del asesinato de Víctor Jara, señaló que Barrientos llegará bajo prisión preventiva en virtud de una orden de detención y captura internacional. Destacó que esto marca el comienzo de la etapa final del juicio por un crimen que ocurrió hace cinco décadas, en pleno periodo de la dictadura de Augusto Pinochet.
La llegada de Barrientos a Chile representa un paso firme hacia la justicia y la rendición de cuentas por crímenes de lesa humanidad. Es un recordatorio de que, a pesar del tiempo transcurrido, la búsqueda de verdad y justicia nunca debe cesar.