Segunda vuelta en extrema tensión: Argentina entra en veda electoral en espera del domingo
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La recta final hacia las urnas en este país se ha impregnado de restricciones y tensiones políticas que dan paso a un ambiente electoral cargado de expectativas y controversias. Desde las 08:00 del próximo viernes hasta las 21:00 del día 19, se establece un periodo de veda electoral que restringe enérgicamente el proselitismo, la publicación de encuestas y la apertura de locales partidarios en un radio de 80 metros de los lugares de votación.
Estas medidas se extienden más allá, prohibiendo reuniones de electores, espectáculos, fiestas, actividades deportivas e incluso la venta de bebidas alcohólicas. Adicionalmente, se penalizará la portación de armas y el uso de símbolos partidarios, banderas o divisas.
El domingo próximo, más de 35 millones de ciudadanos estarán nuevamente frente a las urnas, con la misión de elegir al presidente y vicepresidente de la nación. Las fórmulas en competencia, lideradas por Unión por la Patria (Sergio Massa y Agustín Rossi) y La Libertad Avanza (Javier Milei y Victoria Villarruel), se perfilan como las dos agrupaciones más votadas tras los comicios del 22 de octubre.
Para asegurar la presidencia en primera instancia y entrar a la Casa Rosada, cualquier partido o alianza necesitaba superar el 45% de los votos o alcanzar el 40% con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo candidato más respaldado. Sin embargo, ninguno cumplió con estos requisitos en la jornada anterior.
En esa oportunidad, la fórmula Massa-Rossi lideró la votación con un 36,78%, seguida de cerca por Milei-Villarruel con un 29,99%, mientras que los representantes de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich y Luis Petri, quedaron fuera de la contienda con un 23,81%.
Posteriormente, Bullrich enfatizó en su discurso la eliminación del kirchnerismo, seguidores de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, anunciando su respaldo personal a Milei junto a Petri, mientras que JxC mantendrá su libertad de acción.
Esta noticia desató una fuerte controversia dentro de la alianza, siendo cuestionada por miembros de la Unión Cívica Radical, quienes rechazaron votar por LLA, alertaron sobre la desintegración de JxC y acusaron al exmandatario Mauricio Macri de estar detrás de esta decisión, señalando hipocresía y una presunta colaboración con la extrema derecha antes de las elecciones
