Chile al Día

Ministra Cifuentes condena a militares (r) a 10 años de presidio por secuestro agravado en Tejas Verdes

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La justicia, como un faro en la noche, a veces tarda en iluminar los oscuros recovecos del pasado. Sin embargo, en un giro esperanzador, la ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes Alarcón, emitió un fallo trascendental. Se trata del caso de tres efectivos en retiro y un médico del Ejército condenados por su responsabilidad en el delito de secuestro agravado de Gustavo del Carmen Flores Quinteros, un episodio que tuvo lugar en diciembre de 1973, en la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, comuna de San Antonio.

El Fallo: Un Rayo de Justicia

En el fallo emitido por la ministra Cifuentes Alarcón, se condenó a cuatro individuos por su participación en el secuestro agravado de Gustavo del Carmen Flores Quinteros. Estos individuos son Ricardo Fortunato Judas Tadeo Soto, teniente de Ejército en ese momento; Raúl Pablo Quintana Salazar, subteniente de reserva; Ramón Luis Carriel Espinoza, sargento primero, y Vittorio Orvieto Tiplitzky, médico del Ejército. Todos ellos enfrentan una pena de 10 años de presidio efectivo como autores del delito.

El Aspecto Civil: Reparación del Daño Moral

El fallo también incluye una parte civil que refleja un intento de reparación del daño moral causado a la víctima. El fisco fue condenado a pagar una indemnización de $100.000.000 (cien millones de pesos) a Gustavo del Carmen Flores Quinteros. Esto representa un reconocimiento oficial de la injusticia sufrida por la víctima y un paso hacia la compensación de su sufrimiento.

Los Hechos Establecidos

El fallo de la ministra Cifuentes Alarcón establece con claridad los hechos que llevaron a esta condena:

  1. El 18 de diciembre de 1973, Gustavo del Carmen Flores Quinteros, simpatizante de la Unidad Popular, fue detenido de manera ilegal en su lugar de trabajo, la empresa de obras sanitarias de Cartagena. Fue arrestado por funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile, quienes lo llevaron a su unidad policial y, posteriormente, al campo de prisioneros ubicado en la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, bajo la dirección del mayor David Adolfo Miranda Monardes, el subteniente de reserva Raúl Pablo Quintana Salazar y el sargento 1° Ramón Luis Carriel Espinoza, todos del Ejército de Chile. Gustavo Flores Quinteros permaneció ilegalmente encarcelado en ese lugar hasta el 31 de diciembre de 1973.
  2. Durante su detención en el campo de prisioneros, Gustavo Flores Quinteros fue sometido a repetidos interrogatorios bajo apremios ilegítimos, que incluyeron desnudamiento, aplicación de electricidad, golpes y quemaduras. Estos abusos ocurrieron en el subterráneo del casino de oficiales de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes.
  3. En ese momento, la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes y su campo de prisioneros estaban bajo la supervisión del teniente coronel de Ejército Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, el mayor David Adolfo Miranda Monardes, el mayor Jorge Rosendo Núñez Magallanes y el mayor Mario Alejandro Jara Seguel, quienes ya han fallecido.
  4. Los interrogatorios bajo apremios ilegítimos en la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes estaban a cargo de varios individuos, incluyendo el mayor Jorge Núñez Magallanes, el mayor Mario Jara Seguel, el capitán Klaudio Erich Kosiel Hornig, el teniente Ricardo Fortunato Judas Tadeo Soto Jerez, el sargento 2° Ramón Acuña Acuña y el médico Vittorio Orvieto Tiplitzky, entre otros.

 

El fallo de la ministra Marianela Cifuentes Alarcón representa un paso importante en la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas de violaciones a los derechos humanos en Chile. Este caso ilustra la perseverancia de la justicia, incluso cuando los acontecimientos ocurrieron hace décadas. Es un recordatorio de que la lucha por la verdad y la justicia no tiene un plazo de caducidad y que, tarde o temprano, la luz de la justicia puede brillar incluso en los lugares más oscuros de la historia.

 

 

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