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Así estamos, estimados lectores y lectoras. Sí, pongo el título en inglés, la lengua dominante en Occidente y, obviamente, no por casualidad eh. La lengua de la angloesfera, la misma que hoy -junto con el dólar-, no acepta salir de su dominio unilateral a nivel global.  Y, a ello hay que sumarle la concentración de los medios de comunicación en pocas manos.  Me siento por momentos abrumado; siento indignación ante el doble estándar y la doble moral de las elites de poder occidentales. La misma que se mostró en el conflicto entre Rusia y Ucrania-Otan ; la misma se muestra ahora, con el conflicto entre el Estado sionista  de Israel y Palestina.  Es  impresionante ver como las cadenas de televisión y periódicos transmiten casi todos al unísono el mismo mantra, una y otra vez.

 

Es bueno que sepamos que hoy  tenemos 7 empresas que controlan el 70% de los medios de comunicación a nivel mundial. No puedo entrar aquí al detalle, pero déjenme mencionarles un par de cosas. Esas siete empresas son News Corporation, Time Warner, Disney, Sony, Bertelsman, Viacom, General Electric. Ellos, segundo,  controlan la televisión, los satélites, las redes de cable, las agencias de información, las radios, los diarios, las revistas, la industria cinematográfica, esto es, ¡toda la red de comunicación mundial ¡ Por cierto, todo ello bajo el mantra de la protección de la “libertad de expresión”.  .   Y eso, lectores/lectoras, rebota y se repite también acá, cómo no.  Nuestros medios -tv y diarios manejados por la derecha mediática-, se hacen caja de resonancia de esas corporaciones . Duele, entristece, porque en medio, hay cientos de vidas que no pueden autodeterminarse, que han perdido su territorio,  que viven como colonizados,  que no tienen adónde ir, y con su vida cotidiana colgando de un hilo.  ¿Pero, qué dicen las televisoras y los medios dominantes  al respecto?  Tanto para explicarse la incursión de Rusia en el Donbás, como para hacerlo de la acción de Hamas el 7 de octubre, se hace la vista gorda  con el pasado  y se deja de lado la historia real que lleva a las consecuencias que tenemos que lamentar hoy. El manido “terrorismo” que sirve para el barrido y el fregado o los rasgos de una persona o líder, parecen explicarlo todo. ¿Hace cuánto tiempo cree usted está en guerra el Estado israelí contra el pueblo palestino? ¿Comenzó el día después de la acción del día siete? ¿Por qué se ha modificado la tenencia del territorio palestino de manera impresionante desde el año 47? Indage. ¿Cuánto pesan los motivos nacional-religiosos?  ¿Por qué más de dos millones de personas tienen que vivir en,  lo que el mismo Papa Francisco reconoce como la cárcel a cielo abierto más grande  del mundo? Pregúntese.

Pero bueno, ha buen rato que vivimos en lo que algunos llaman la época de la mentira, como expresó certeramente el escritor Saramago. Supone, como dicen otros, una doble deslealtad. Una, en  relación  a quiénes se engaña; la otra, respecto a la verdad misma, porque la suplanta y la traiciona. Y allí ocupa lugar importante el doble estándar, la manipulación y las mentiras.

Para terminar, volvemos al título y reproducimos algo de ese doble estándar referido a la pérdida de vidas: como no, unas vidas que se consideran valorables y superiores, frente a otras, que se evalúan como pérdida de “animales humanos”, por tanto, inferiores. Veamos.




No tears (lágrimas) for 245 mil fallecidos en Afganistán;

No tears for 1.120.000 fallecidos en Irak;

No tears for 613.407 fallecidos en Siria;

No tears for 500.000  o más fallecidos en Ucrania;

No tears para cuántos palestinos desplazados o fallecidos desde 1948 en adelante.

Así estamos, al parecer en el que algunos llaman, el mejor de los mundos posibles, hasta las lágrimas y la empatía son privilegios solo para algunos…

 

Por Pablo Salvat Bologna

 

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Licenciado en Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Doctor en Filosofía Política de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Es profesor jornada del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Alberto Hurtado

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  1. Margarita Labarca Goddard says:

    No sabía yo que la prensa y los medios de información de todo el mundo estaban controlados por unas pocas empresas capitalistas. Siempre me había interesado Chile, donde toda la prensa o cualquier otro medio de información masiva es controlado por la derecha, pues sólo existen El Mercurio y COPESA. Pero creía que en el resto del mundo había prensa de izquierda o por lo menos independiente, pero al parecer no es así. Yo quizás soy una excepción en materia de información, pues recibo el noticiero «Sputnik» que antes era soviético y ahora simplemente ruso, pero te da información del otro lado. También recibo un noticiero norteamericano de izquierda que se llama Other News, más páginas chilenas de izquierda y de otros países de Latinoamérica,
    Claro, me doy cuenta de que esto es excepcional.
    He sabido que en Francia en que l¨Humanité era un diario importantísimo, ahora sólo es un semanario de internet. Igual que El Siglo en Chile.
    Quizás me puedan decir que actualmente la prensa impresa se lee cada vez menos y todos los diarios están sacando versiones virtuales. Pero yo creo que los diarios y revistas impresas importan porque le dan la línea a los demás. Por cierto que lo más importante es la televisión, que casi todo el mundo la tiene y es toda o casi toda de derecha.
    En suma, todo esto es terrible, pero hay que buscar la manera de contrarrestarlo. ¿Prensa comunal, radios comunitarias, interferir la televisión, que no es fácil pero se ha hecho.
    La gente de izquierda «suelta» es decir no militante que hay en Chile es mucha. Pónganse de acuerdo, coticen un dólar mensual o más los que puedan, para romper el cerco informativo. SÍ SE PUEDE

  2. Felipe Portales says:

    Y además, hay que tener en cuenta el sabio dicho de Mark Twain: «Es más fácil engañar a la gente que convencerla que ha sido engañada»…

  3. Si, no tears…no hay lágrimas para los desplazados, humillados, abusados por el «capitalismo salvaje»….sólo «finas palabras» entre los crápulas que manejan este odioso «tren de Aragua occidental judeo-cristiano siglo XXI».

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