Cómo se resuelven los problemas de la democracia? ¿Con más democracia?
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A menudo escuchamos a algunos políticos repetirnos una y otra vez que los problemas de la Democracia se resuelven con más Democracia. Que debemos cuidarla. Un tema que merece la reflexión y discusión pública. En una sociedad que vive de la superficialidad del consumo y el dios dinero, la falta de espíritu crítico es generalizada. Dada la vastedad del tema intentaremos dejar apenas algunas preguntas con la pretensión de incentivar su discusión.
De acuerdo con la lógica más elemental, cuando un sistema o estructura tienen repetidos problemas una y otra vez y a pesar de todas las reparaciones y arreglos hechos en ellos no cambia el resultado final, es evidente que no resiste más reparaciones. Hay que cambiarlo por otro. Sobretodo en un sistema de organización social que ya tiene más de 200 años: la Democracia que conocemos.
La Democracia (del griego «gobierno del pueblo») como se sabe, la original griega de hace dos milenios en verdad era democrática – vista a los ojos de hoy – para un cuarto de la población de Atenas, cuna de esta forma de administrar la cosa pública. La ciudadanía estaba representada por los atenienses e hijos mayores de 21 años. Los esclavos, los extranjeros y las mujeres no tenían derecho a voto.
La Democracia hoy como régimen político se define esencialmente por la igual posibilidad de todos los ciudadanos de participar directamente o a través de representantes elegidos en las decisiones y gestión de la cosa pública. Representantes elegidos a través del voto universal, libre y secreto. Un sistema caracterizado también por la Regla de la Mayoría para votaciones, a veces restringida y la separación de poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial independientes entre si. Y un principio fundamental: todos los individuos son iguales frente a la ley. Ideas surgidas en la Revolución Americana (1776) y enriquecidas por la Revolución Francesa (1789) pocos años más tarde con la que se sentaron las bases de la democracia moderna y donde quedó establecido entre otros el concepto de Soberanía popular. Esto es, el poder último de decisión en la sociedad lo tiene el conjunto del Pueblo. El es el Soberano. El único legítimo y libre para decidir las reglas fundamentales de convivencia en la sociedad, o sea, su Constitución Política.
La Democracia moderna ha sufrido modificaciones de todo tipo a lo largo de su Historia. Existen como se sabe la democracia parlamentaria, la democracia directa, democracia presidencial, democracia de consenso, deliberativa, social, liberal, la socialdemocracia de los países nórdicos de la segunda mitad del siglo XX, etc. Todas ellas eso si, como modelo de organización donde las relaciones económicas son capitalistas. Muchas dictaduras y regímenes llamados autoritarios viven también en el Capitalismo el que como se sabe, es el modo de producción de la empresa privada. A esta venden su fuerza de trabajo millones de trabajadores de diferentes grados profesionales y técnicos. La riqueza que producen con su trabajo -el único capaz de producir valor – no va a parar a su bolsillo sino a aquel del dueño(s) de la empresa. Se crean así relaciones de clase entre los individuos conforme el lugar que ocupan en el sistema productivo y las consiguientes relaciones sociales que de el derivan. La propiedad privada de la mayoría de los medios de producción y un fenómeno de progresiva concentración del capital en pocas manos permite el desarrollo de un proceso de enriquecimiento progresivo de unos pocos en detrimento de unos muchos. Un proceso incesante durante la vida del Capitalismo. Hoy día los 10 empresarios más ricos del mundo son dueños del 40% de todo lo que se produce[i]. Y en Chile el 1% más rico concentra el 49,6% de la riqueza total del país[ii].
Esta enorme desigualdad niega en la práctica los principios de la democracia, donde en apariencia todos somos iguales frente a la ley. El Dinero y su uso como instrumento de poder político y económico destruye todos los supuestos de dicha igualdad y el funcionamiento democrático de la sociedad. Porque los Estados y Gobiernos de una sociedad basada en la propiedad privada no puede preocuparse de igual manera por el interés de los desposeídos de esa misma propiedad privada. Tampoco tienen preocupaciones sociales las empresas a pesar de todas sus piadosas declaraciones. Como lo dijo crudamente uno de los padres del neo-liberalismo, el economista Milton Friedman, «la responsabilidad social de la empresa es producir ganancias».
Existen muchos otros problemas que mencionamos aquí brevemente por ser conocidos por todo el mundo.
En democracias representativas como la nuestra, los miembros del Congreso son cada vez menos reconocidos como legítimos ante los ojos de la población que los eligió. Ya no responden a sus electores sino a quienes los financian. Hasta el propio Estado colabora en este financiamiento vía los partidos políticos.
Siendo en democracia teóricamente soberano el Pueblo, en la práctica esto ha sido sistemáticamente negado a lo largo de nuestra historia constitucional. No ha sido el Pueblo, o sea el detentador del poder Soberano, quien ha redactado nuestras constituciones. Tampoco lo será en el proceso constitucional actualmente en curso.
Los procesos electorales son profundamente influenciados por la propaganda política. Los candidatos son ofrecidos como cualquier producto de consumo. E igual que la publicidad, la propaganda política miente y desfigura la realidad a su antojo. Quienes tienen dinero controlan los medios de comunicación así como las redes sociales mediante ejércitos reales o artificiales de personas y software para inducir los votantes en uno u otro sentido. Ellos crean toda una falsa realidad. Lo opuesto de ciudadanos informados. Lo opuesto a la Democracia.
La falta de soluciones a los problemas urgentes de las poblaciones y la incapacidad de los Estados para resolverlos, crea un suelo fértil para la aparición de tendencias políticas populistas y dictatoriales. En Chile un 38% de la población según las encuestas no cree en la Democracia en la práctica. Se declaran partidarios de Pinochet, cuyo gobierno fue la negación completa de esta. En general la Derecha, los grandes empresarios y sus representantes políticos tienen poco apego por la democracia como lo demuestra nuestra Historia. Paradójicamente siendo la Democracia la forma de organización social característica del Capitalismo, su clase dominante no cree cabalmente en ella. Más bien le sirve de fachada para un sistema en la práctica más o menos oligárquico y plutocrático. Basta ver lo que acuerdan hoy el Partido Republicano y Chile Vamos en el Consejo Constitucional para comprobar cual es su idea de democracia. Acaban de rechazar por ejemplo que las FFAA deban respetar sin restricciones el orden democrático constitucional y los Derechos Humanos. ¿Qué consensos son posibles con los defensores de dichas ideas?
No solo falta democracia al interior de los Estados y Gobiernos democráticos del Capitalismo. También falta esta entre los propios Estados. Mientras los Estados de los países más ricos aparentemente se rigen hacia adentro por los principios de la democracia, en sus relaciones con los países más pobres hacen tabla rasa de estos mismos principios. Existe hoy neo-colonialismo flagrante en la relación de los países ricos y muchos países pobres donde imperan relaciones de profunda dependencia económica. No solo porque todavía existen países colonizados en el mundo sino porque establecen relaciones comerciales ventajosas para ellos, apropiándose de los recursos naturales de estos, pagados a precios irrisorios y muchas veces no respetando reglas ambientales que si cumplen en sus propios países, sino que interviniendo políticamente en dichos países. Organizan Golpes de Estado duros como el de Chile o blandos como el de Ucrania en 2014, guerras ínter-tribales, intervenciones electorales, bloqueos económicos de todo tipo, asesinatos de líderes indeseados e intervenciones militares a gran escala como las ocurridas en lo que va de este siglo en Irak, Libia y Siria. De manera que Estados dichos democráticos hacia adentro, son anti-democráticos hacia afuera. Tampoco es democrática la ONU. Tiene un Consejo de Seguridad en el que solo se sientan los que disponen de un botón atómico que les da poder de veto sobre las decisiones de la abrumadora mayoría. Tienen más derechos los más fuertes. Curiosa democracia planetaria.
Esta estructura capitalista de poder mundial (sin considerar aquí las empresas multinacionales cuyo poder es mayor que el de muchos Estados) niega un derecho fundamental de los pueblos, que debía caracterizar la Democracia. El derecho al desarrollo. Este, ya difícil de alcanzar para países con poca educación y gran pobreza, es agravado por unas relaciones opresivas como las descritas, unido a un difícil acceso al crédito justo y a la falta de respeto por la autonomía política de esos países. El que nuestra A. Latina sea considerada el patio trasero de EEUU grafica esta anti-democrática relación. Así, no habiendo democracia efectiva en el mundo, es difícil que esta exista en cada país.
El Presidente Gabriel Boric gusta de repetir que la falta de democracia se debe combatir con más democracia. Una afirmación antagónica con su decidida participación en la firma del acuerdo del 19 de Noviembre de 2019 para convocar a un proceso constituyente donde el Soberano fue substituido por el Poder Legislativo. Este inventó un proceso anti-democrático para generar una nueva Constitución. No hubo Asamblea Constituyente porque no la podía haber hecha de esa forma. Tuvieron que llamarle «Convención Constitucional». Así, el Presidente de la República niega su propia afirmación al participar de una decisión tan anti-democrática como sus postulados, la que ha tenido las consecuencias que vemos hoy. Dos procesos constitucionales fallidos.
¿Qué democracia existe, cuando hoy por ejemplo no se permite que las organizaciones sociales hagan campaña política por la opción «En contra» para el próximo Plebiscito y son amenazadas por ello?. Solo los partidos políticos tienen ese derecho según el Servel (y según la ley). Donde queda entonces la participación ciudadana o esta solo se autoriza cuando el Gobierno llama a apoyar al Presidente?
Estas y muchas otras realidades ponen en duda profunda la calidad de democracia que tenemos. ¿En cuántos países con democracia representativa hay un profundo desprecio de la política y los políticos por parte de las poblaciones, poniendo en jaque uno de sus pilares básicos como lo es la legitimidad de los representantes elegidos? De otra parte, ¿qué democracia puede existir en un sistema donde los más ricos tienen permanentemente grupos de presión (lobby) que actúan en el Congreso impulsando leyes que favorecen la acumulación de su riqueza en detrimento de las grandes mayorías? ¿Qué democracia es aquella donde los ricos tienen poder suficiente para destruirla cuando sus intereses son amenazados? Para derribar gobiernos legalmente electos utilizando además de las FFAA la Justicia y el Parlamento como ha ocurrido en años recientes en Brasil, Ecuador, Perú o Bolivia. ¿Cómo se puede aplicar más democracia en un mundo donde los dueños son unos pocos? Donde estos pueden esconder su dinero en paraísos fiscales que escapan al control de cualquier Estado?
La dimensión de estos enormes problemas y su agravamiento en el tiempo nos lleva a pensar que tal cual como funciona, la democracia que tenemos no será capaz de resolverlos. Ni ahora ni en el futuro. Porque quienes tienen el Poder y la posibilidad de cambiar las cosas son al mismo tiempo los beneficiados directos del sistema imperante. Son los dueños del poder económico y político. En el mundo y en Chile.
Es importante recordar aquí que el Presidente Allende elaboró un proyecto de Constitución que perfilaba una democracia participativa que pretendía someter a Referéndum el que anunciaría justamente el 11 de Septiembre de 1973[iii]. Una propuesta de sociedad socialista y democrática. En dicho texto se incorporaba en la nueva Constitución la nacionalización de los grandes medios de producción, los cuales convivirían con medianas y pequeñas empresas privadas regidas por el mercado. Se hacía en este proyecto una profunda discusión e interpretación del derecho de propiedad privada, piedra fundamental en las constituciones de los países capitalistas[iv]. Se proponía igualmente una sociedad respetuosa de los derechos humanos y dueña de sus recursos naturales entre otros aspectos. Proyecto que murió el mismo día del bombardeo de La Moneda. Los EEUU y la Derecha local, avisados sobre esto, no podían arriesgar que dicho proyecto fuese votado favorablemente en un Referéndum como nos lo cuenta estos días Joan Garcés.
¿Cómo puede haber una democracia cercana a las personas en la la toma de decisiones en Estados altamente centralizados como el chileno, donde la regionalización real sigue siendo una quimera a pesar de todas las promesas gubernamentales? ¿Cómo hacer para que un país de 20 millones de habitantes permita la participación de muchas y muchos ciudadanos en la cosa pública? Como establecer sistemas de organización social realmente democráticos donde efectivamente la población participe con algo más que votar cada tantos años? ¿O la democracia es imposible en países demasiado grandes dejando esta en manos de unos lejanos representantes?
¿Qué medidas concretas proponen quienes repiten como loros que los problemas de la democracia se solucionan con más democracia? ¿Pueden explicarnos como lo harían? ¿O apenas se trata de buscar «consenso» entre representantes políticos, los que nunca tocan ni tocarán los grandes intereses económicos de los poderosos?
Dos elementos parecen estar en el fondo de todos los problemas de la Democracia. A saber, la organización capitalista de la sociedad que genera clases sociales antagónicas de ricos y pobres y donde el poder del Dinero niega los principios democráticos. Segundo, cómo lograr que la clase dominante dueña de todo acepte pacíficamente ceder el Poder si acaso es derrotada por una mayoría, algo que todavía nunca ha ocurrido en la historia mundial durante el Capitalismo.
De cual democracia estamos hablando cuando se dice que sus problemas se resuelven con más democracia?. Hay que cuidarla o cambiarla radicalmente por otra? Es esto una quimera imposible de alcanzar o queremos continuar el camino hacia la la extinción de la Humanidad democráticamente?
Por Patricio Serendero
[i] Tal como lo ha declarado el Presidente Lula da Silva en la reciente Asamblea de las Naciones Unidas
[ii] https://wir2022.wid.world/
[iii] Mi propuesta a los Chilenos, Salvador Allende, 1972. Ver enlace en El Clarin
[iv] Ver el interesante articulo del destacado jurista Eduardo Novoa Monreal «UN ESCAMOTEO DE LOS JURISTAS: EL CONCEPTO DE PROPIEDAD* .Capítulo IV del libro “Derecho, Política y Democracia”, Editorial TEMIS, Bogotá, 1983, digitalizado por Centro Documental Blest
Luis says:
La «democracia»que hay ahora….Es la Dictadura del capital sobre el Trabajo. Así fue demostrado definitivamente a partir del 11 de septiembre de 1973!?!
rositalux says:
asi es, marx lo dijo » la democracia en el capitalismo es la dictadura del capital»
,José Arellano says:
Excelente artículo, Patricio Serendero. Cómo hacerlo llegar a muchos compatriotas para despertar sus mentes. Lo felicito