Arnoldo Camú: a 50 años de su asesinato “el proceso judicial ha sido una burla”
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En La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde estudió y se formó como abogado, se realizó un emocionante homenaje a Arnoldo Camú, asesor jurídico del Presidente Allende, quien fue asesinado en pleno centro de Santiago a pocos días del golpe de Estado.
Frente a una Aula Magna repleta de jóvenes estudiantes, académicos, representantes del mundo social y de derechos humanos, hizo uso de la palabra la Directora de Extensión de la Facultad, Cecilia Domínguez, quien valoró la importancia de preservar la memoria, porque -dijo- eso habla de quiénes somos, y aporta sobre todo al debate actual.
Al compromiso de los jóvenes se refirió la presidenta del Centro de Alumnos de la Facultad de Derecho, Josefa Fernández, al destacar el legado de Arnoldo Camú, quien -dijo- fue un luchador, alguien que estuvo en la resistencia contra la dictadura. Dirigiéndose a los familiares, les dijo: “Quiero que sepan que no están solos. Los jóvenes seguiremos su lucha. No vamos a olvidar la historia ni el ejemplo que nos dejaron”.
También hizo uso de la palabra su compañero en el Liceo Manuel de Salas, Miguel Kiwi Tichauer; le siguió la secretaria general de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Raquel Roa; la profesora de Derecho Laboral de la Facultad, Pamela Martínez; la Consejera de Escuela, Catarina Parada y el representante del Centro de Formación Memoria y Futuro, Alejandro Cid.
Alejandro Cid, de Memoria y Futuro, lo recordó como “joven, pero con vasta y sólida experiencia y riqueza militante socialista, formador de generaciones jóvenes, presentó un gran liderazgo para defender las transformaciones del gobierno de la Unidad Popular, también para ello tenía que ver con la organización de actividades de inteligencia y contrainteligencia, con el propósito de evitar los actos de violencia de una derecha política cruel, que hoy ya sabemos con certeza absoluta, cuáles fueron los medios de comunicación y los estados involucrados en esas acciones, con las consecuencias que hoy, nosotros, pueblo de Chile, seguimos sufriendo, imponiéndonos un modelo de sociedad mercantil e individualista, y Arnoldo Camú se jugó la vida junto a muchas y muchos otras compañeras y compañeros para evitar la tragedia de una sociedad que anhela equidad y justicia social”.
Las palabras de cierre correspondieron a la hija de Arnoldo, Andrea Camú, quien indicó que “desde nuestro retorno del exilio hemos tratado de buscar justicia, pero siempre ha sido esquiva, nos ha sido negada. La primera querella fue presentada un día viernes de noviembre del año 1987, con el apoyo jurídico de la Vicaría de la Solidaridad; el lunes siguiente, Juan Manuel Muñoz Pardo aplicó la Ley de Amnistía”.
Posterior a la ceremonia en el Aula Magna de la Facultad de Derecho, el auditorio en pleno se dirigió al Memorial de víctimas de la dictadura en esa Casa de Estudios, donde se realizó una presentación musical mientras se depositaban claveles rojos.
Abogado laboralista
Camú, siendo aún estudiante de Derecho, se cruzó en una reunión con Eduardo Long Alessandri, abogado laboralista que lo invitó a trabajar en su oficina jurídica. Creció entre ambos una profunda amistad político-laboral.
Junto a Eduardo Long asesoró profesionalmente a la Confederación de Trabajadores del Cobre, a los empleados bancarios; a sindicatos como los de la Compañía de Aceros del Pacífico, Mademsa, Madeco, y a trabajadores textiles, panificadores, entre otros gremios.
Su tesis de grado para licenciarse en Ciencias Jurídicas, fue elaborada con la experiencia que obtuvo en los años de trabajo en la oficina jurídica junto a Long, y en el contacto directo con sindicatos y federaciones que solicitaban capacitación sobre conflictos colectivos, el derecho a huelga, la sindicalización e historia del movimiento obrero.
Su “Estudio crítico de la huelga en Chile” (el tema de su tesis) obtuvo una excelente calificación, tanto así que la Editorial Jurídica de Chile, lo publicó en 1964. Recientemente, la Universidad de Valparaíso rescató la tesis del “silencioso olvido” y la reeditó, por considerarla un aporte a las instituciones, fundamentalmente en lo relacionado con el derecho laboral y la huelga.
Latinoamericanista
Desde fines de los años 60, Arnoldo Camú se entrega de lleno a la actividad política, y destaca su actividad latinoamericanista, junto a Inti Peredo, tras la muerte del Ché en Bolivia.
Cuando las condiciones chilenas mostraron la posibilidad del triunfo de Allende, se volcó al trabajo en Chile, apoyando la campaña y luego al gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende.
Para los años `73 se desempeñaba como asesor legal de la Presidencia. Fue un entusiasta promotor de la capacitación de los trabajadores y de la organización sindical, formó parte del comité editorial del diario “Noticias de Última Hora” y participó en la constitución y el funcionamiento del GAP (Grupo de Amigos Personales del Presiente Allende).
A 50 años: no hay justicia
Después del golpe, Arnoldo comenzó a ser intensamente buscado por los aparatos de inteligencia.
Miembro del comité central del PS, formó parte del grupo de militantes de izquierda que resistió el golpe militar en las inmediaciones de la población La Legua y de las industrias Sumar e Indumet, del cordón San Joaquín. Posterior a ello pasó a la clandestinidad y decidió permanecer en el país, trabajando por la reorganización de su partido y de las fuerzas de oposición.
Fue detenido por civiles que pertenecían a personal de inteligencia de la Armada, subido a un automóvil y baleado a sangre fría al tratar de escapar. Su cuerpo fue rescatado después de 15 días en una tumba del Patio 29 del Cementerio General.
Esto ocurrió un 24 de septiembre de 1973, en pleno centro de Santiago. Paradojalmente, donde hoy se encuentra un edificio del Poder Judicial.
Tras varias e infructuosas querellas presentadas a lo largo de estos años, dos suboficiales de la Armada fueron finalmente condenados a 10 años y un día por el delito de homicidio calificado. Al poco tiempo, se rebajó la sentencia a 5 años y un día, para luego indicar que uno de los acusados cayó en “enajenación mental”… Recientemente, hace sólo unos días atrás, el ministro en visita Guillermo de la Barra Dûnner suspendió la condena del segundo acusado por presentar -al igual que el otro reo- un estado de “enajenación mental”.
Su hija, Andrea Camú, señaló durante su intervención: “Nos llama mucho la atención que cuando deben cumplir condena de cárcel efectiva, sean diagnosticados casi simultáneamente como enajenados mentales. Tal vez, siempre lo fueron. Eso explicaría que hayan pertenecido a las áreas más oscuras, infrahumanas, de la Armada”.
Precisa que “Nunca fue posible que profesionales de nuestra confianza pudieran presenciar las sesiones de evaluación realizadas en el Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz; tampoco fueron considerados los informes de dos médicos forenses, entregados oportunamente al establecimiento”.
“El proceso judicial ha sido una burla. Una burla la tipificación del delito, una burla la sanción, una burla la impunidad, una burla 50 años después… una burla a los anhelos de justicia, una burla hacia su esposa y sus hijos que lo recordamos cada día, a sus nietos y bisnieta que no pudieron conocerlo, a su familia entera y a sus compañeros de lucha, en un país que se debate entre la memoria y el olvido, entre el rescate y la negación de su historia”.
Por eso -concluyó Andrea Camú- como sociedad debemos hacer prevalecer la Memoria, para que hechos como éstos no se repitan en nuestra patria.
Felipe Portales says:
Por si hacía falta, un nuevo recordatorio que el Poder Judicial es un poder político. Y no sólo en Chile, sino en todas partes. Y que sus decisiones dependen de la voluntad de una o varias personas, la que está condicionada por múltiples factores y que muchas veces no corresponden a la verdad y a la justicia. Si no, veamos el caso de la reciente sentencia respecto del asesinato de Frei…