Feijóo centra su discurso de investidura en la amnistía en España
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En un clima de crispación e insultos mutuos, el líder del derechista Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, compareció ante el Congreso de los Diputados para intentar sacar adelante su investidura como presidente del gobierno, que a día de hoy y a la espera de lo que ocurra en las votaciones de los próximos días -la primera está prevista para este miércoles y la segunda para el próximo viernes- no tiene posibilidades de sacar adelante.
La cuestión de la amnistía y el referendo de autodeterminación exigidas por el nacionalismo catalán centró una buena parte del debate, al que se negó a comparecer el presidente del gobierno en funciones y dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, en un movimiento inédito hasta ahora y que provocó la ira y la indignación de la bancada de la derecha y la extrema derecha, que le gritaron a voz en grito “cobarde”. Tampoco pidió el uso de la palabra la vicepresidenta segunda y líder de la coalición de izquierdas Sumar, Yolanda Díaz.
El aspirante del PP a gobernar España sabe que no tiene los apoyos suficientes para sacar adelante su investidura -172 frente a los 176 que exige la mayoría absoluta-, si bien es el candidato con más diputados dispuestos a votarle a día de hoy. El PP, con 137 escaños, sumó a su causa a la extrema derecha de Vox, con 33, y a los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC), que suman un total de 172.
Mientras que el socialista Sánchez, que logró la segunda plaza en los comicios del pasado 23 de julio, tiene los 121 del PSOE, los 31 de Sumar, más los siete diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los seis del EH-Bildu, los cinco de Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el diputado de Bloque Nacionalista Galego (BNG) y que suman un total de 171. Con lo que el partido que tiene la llave para inclinar la balanza y abrir la puerta de la gobernabilidad del país es la derecha nacionalista catalana de Junts per Catalunya (JxCat), que tiene siete escaños, y exige a cambio una ley de amnistía para eliminar los delitos a todos los procesados por la declaración fallida de independencia de octubre del 2017 y una legislación que permita la celebración de un referendo de autodeterminación.
Feijóo acudió al Parlamento arropado por una amplía representación del poder territorial y legislativo que tiene su formación: diputados, senadores, 12 presidentes de comunidades autónomas, alcaldes y presidentes de diputaciones forales. El líder del PP, con 61 años, se enfrentaba así al discurso más importante de su vida política, que derivará, según lo previsto, en una derrota inequívoca.
En cualquier caso, Feijóo inició su intervención por la parte medular del actual debate político en España, es decir, por la cuestión de la amnistía y el referendo de autodeterminación como parte de la negociación del presidente Sánchez con los independentistas catalanes y vascos para apoyar su investidura. A lo que afirmó que en ningún caso negociará ni la amnistía ni el derecho a referendo: “En el proyecto que vengo a presentarles no figura la amnistía, ni la autodeterminación de una parte de la Nación, ni fórmulas análogas o equivalentes… Para mí, ni jurídica ni éticamente es aceptable. Fuera de la Constitución, no hay democracia”, aseguró.
Feijóo además insistió en la idea del “deterioro institucional” que vive el país desde la llegada al poder de Sánchez y de su alianza con Unidas Podemos (UP, hoy absorbido por Sumar), por lo que reivindicó el modelo político y territorial que surgió de la transición a la democracia y de la Constitución de 1978. “Hay quien reniega de la Transición. Yo vengo a reivindicarla y a reclamar su vigencia. Es lo mejor que hemos hecho”, señaló.
En el PSOE habían mantenido en secreto quién daría la réplica al líder del PP, si acaso habían filtrado a un periódico afín que lo haría el propio presidente Sánchez. Pero en el momento de llamar al representante de los socialistas a la tribuna acudió el diputado y ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien pronunció el discurso más duro del debate: “Usted ha buscado de forma desesperada y en ocasiones patética la manera de cambiar a cualquier precio los designios de los electores expresados en las urnas.
Ha intentado provocar una rebelión dentro del PSOE y con ello un nuevo tamayazo, pero esta vez, en esta Cámara”. O le recordó que “intentó usted esconder su estrecha amistad con un narcotraficante cultivada durante ocho años, que se sepa, en los que usted tenía responsabilidades públicas al mismo tiempo. Después, cuando esa amistad quedó al descubierto, trató de hacer creer a toda España que usted no sabía en 1995 lo que se sabía en toda Galicia y buena parte de España desde 1990. También ha querido usted ocultar sus ingresos y su patrimonio, de cuyo gran crecimiento seguimos esperando explicaciones”.
Ante la negativa de Sánchez a debatir, Feijóo le acusó en su réplica de llegar al “cénit del desprestigio” de la política, lo que tildó de “anomalía democrática”.
Durante el debate, que se prolongó más allá de las nueve de la noche, el candidato a la investidura también intercambió puntos de vista con los voceros de los nacionalistas catalanes de ERC y de JxCat, Gabriel Rufián y Miriam Nogueras, respectivamente, quienes le reiteraron que la amnistía y el referendo de autodeterminación son exigencias irrenunciables de sus formaciones para apoyar cualquier investidura en el Parlamento español. Incluso advirtieron que después de la aprobación de la nueva ley de amnistía, que ya está, según ellos, en la faceta “técnica”, el siguiente paso será celebrar un nuevo referendo de secesión como el del 1 de octubre del 2017.
Tras la suspensión de la sesión se convocó a los diputados para acudir al día siguiente para continuar con el debate de investidura para que expongan sus argumentos el resto de los grupos parlamentarios, con EH-Bildu como el primero para intervenir.
Por Armando G. Tejeda
Fuente: La Jornmada