ONU: la tecnología verde huele mal
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Marcos Orellana, Relator Especial de la ONU sobre sustancias tóxicas y derechos humanos, instó ayer, 19 de septiembre de 2023, a los Estados, antes la 54a sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a acelerar estrategias de descarbonización y desintoxicación que estén integradas y guiadas por los derechos humanos.
“Se necesitan urgentemente recortes profundos en las emisiones de gases de efecto invernadero para abordar la crisis climática global. La descarbonización de la matriz energética y de los sectores contaminantes de la economía es fundamental para alcanzar las metas marcadas en el Acuerdo de París. Sin embargo, algunas tecnologías climáticas propuestas en los últimos años pueden aumentar la carga tóxica sobre las personas y el planeta”, dijo Marcos Orellana, Relator Especial de la ONU sobre sustancias tóxicas y derechos humanos.
En su informe ante el 54º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, Orellana dijo que la extracción de los llamados minerales y metales de transición puede exacerbar los impactos tóxicos de la minería. También señaló que los paneles solares y las turbinas eólicas utilizadas para generar electricidad, y las baterías de iones de litio para almacenarla, pueden plantear importantes desafíos en la gestión de residuos. «Etiquetar erróneamente la generación de energía nuclear como ‘verde’ resta importancia a los graves desafíos de la extracción de uranio y la eliminación de desechos radiactivos», afirmó.
El experto advirtió contra las campañas de desinformación que promueven narrativas engañosas y falsas sobre supuestas soluciones climáticas. “Los productos químicos peligrosos, como los perfluoroalquilos y los polifluoroalquilos, se promueven como parte integral de la transición energética, ignorando su persistencia en el medio ambiente y sus efectos tóxicos”, afirmó.
“Los esfuerzos de descarbonización guiados por los derechos humanos deben aplicarse a todos los sectores, incluida la industria naviera”, dijo el Relator Especial al presentar las recomendaciones que hizo a la Organización Marítima Internacional. Señaló que el transporte marítimo representa alrededor del 90 por ciento del comercio internacional en volumen. «La gran mayoría de esta actividad es impulsada por fueloil pesado, lo que convierte a la industria en una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos peligrosos», dijo.
Orellana destacó que los impactos adversos que provocan algunos esfuerzos de descarbonización pesan mucho sobre grupos en situación de vulnerabilidad. «Esta situación socava el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible para poner fin a la pobreza y el hambre, garantizar una vida sana, agua potable, trabajo decente, consumo sostenible y proteger y preservar tierras y aguas», afirmó.
“Las salvaguardias ambientales y de derechos humanos deben fortalecerse y aplicarse, no desmantelarse en nombre de la transición energética. Las normas de debida diligencia en materia de derechos humanos a lo largo de la cadena de suministro de tecnologías de mitigación del cambio climático deberían ser obligatorias”, afirmó el experto.
El Relator Especial instó a los Estados no solamente a evaluar el potencial de reducción de gases de efecto invernadero de la acción climática, sino también a realizar una evaluación del ciclo de vida completo, incluidos los impactos de la extracción de materiales, la contaminación liberada durante la fabricación, la exposición a sustancias químicas durante el uso y la gestión y eliminación de desechos.
Gino Vallega says:
Así no más es : nos venden COLLARES NUEVOS, pero EL PERRO SIGUE IGUAL.
La tecnología nuclear, el capitalismo economicista de crecimiento infinito y la globalización son extremadamente nocivos para el medio ambiente.