Estudio de expertos de la ONU sobre nuevas tecnologías y desapariciones forzadas expone riesgos y oportunidades
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Las nuevas tecnologías tienen una relación ambivalente con la desaparición forzada, dijeron expertos de la ONU durante la 54a sesión del Consejo de los Derechos Humanos en la ONU.
“Por un lado, las nuevas tecnologías se utilizan con frecuencia para perpetrar y ocultar desapariciones forzadas, obstaculizar el trabajo de los defensores de los derechos humanos y familiares de personas desaparecidas, e intimidarlos o acosarlos. Por otro lado, pueden ofrecer soluciones rentables que han demostrado ser útiles para localizar a los desaparecidos, documentar el delito y promover la rendición de cuentas”, afirmó el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias.
En un informe presentado al 54º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, los expertos expresaron su preocupación por el uso de cortes de Internet y las interrupciones dirigidas de la conectividad; programas de software espía; vigilancia selectiva y masiva, incluida la marcha y el reconocimiento facial; ciberataques y fábricas de trolls patrocinadas por el gobierno; y el uso engañoso de legislación relacionada con la tecnología para reprimir la disidencia y perseguir a los defensores de los derechos humanos y familiares de los desaparecidos.
“Las tecnologías se están desarrollando a un ritmo rápido y, a menudo, los Estados y las empresas las comercializan y utilizan sin que los Estados y las empresas apliquen la debida diligencia en materia de derechos humanos. Esto ocurre en ausencia de un marco regulatorio sólido que tenga en cuenta el derecho internacional de los derechos humanos, prevea una supervisión independiente, promueva la rendición de cuentas y ofrezca un recurso efectivo en caso de violaciones”, dijeron los expertos.
«Hasta que se establezca un régimen de salvaguardias que respete los derechos humanos, habrá una moratoria sobre la exportación, venta, transferencia, uso o mantenimiento de herramientas de vigilancia masiva, incluidos software espía, reconocimiento facial y programas similares», dijeron.
Los expertos subrayaron que las nuevas tecnologías tienen simultáneamente un gran potencial para buscar personas desaparecidas y garantizar que los responsables de este atroz crimen rindan cuentas.
“Las nuevas tecnologías han demostrado ser eficaces para localizar a personas desaparecidas y reunir pruebas del crimen. Sin embargo, las expectativas deben ser realistas: no pueden reemplazar por completo los enfoques y técnicas tradicionales”, dijeron.
Los expertos concluyeron que se debe buscar la complementariedad entre las técnicas tradicionales y las nuevas para garantizar que el acceso a las nuevas tecnologías no reproduzca ni profundice la brecha digital y las disparidades socioeconómicas existentes.
«Los Estados, las corporaciones, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones nacionales de derechos humanos, los donantes y las instituciones académicas deben coordinarse y cooperar estrechamente entre sí», dijeron los expertos. “Tienen la responsabilidad compartida de garantizar que las nuevas tecnologías se desarrollen y utilicen de manera ética y responsable dentro de un marco de derechos humanos, con el fin de fortalecer su potencial, mitigar los riesgos existentes y erradicar el uso indebido”, dijeron.
El informe incluye varias recomendaciones dirigidas a múltiples partes interesadas. El Grupo de Trabajo continuará estudiando el tema para desarrollar la presentación de un estudio de caso hipotético que ilustre el proceso paso a paso para investigar un caso de desaparición forzada mediante el uso de nuevas tecnologías para mostrar las implicaciones correspondientes, tanto en términos de ventajas como de obstáculos existentes.