50 años del Golpe Chile al Día

El golpe comenzó en Valparaíso

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La Mesa de Trabajo de Derechos Humanos de Valparaíso, coordinadora que agrupa a distintas organizaciones y colectivos sociales y de derechos humanos, junto a otras organizaciones populares, movimientos y partidos políticos, realizaron hoy a mediodía una manifestación de protesta en el frontis de la Comandancia en Jefe de la Primera Zona Naval y en las afueras de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, para denunciar, por una parte, que el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 lo inició la Armada de Chile acá en la ciudad puerto y, por otro lado, repudiar la acción de la justicia “en la medida de lo posible” que en la práctica concreta se expresa en la impunidad que hasta el día de hoy, a 50 años del golpe de Estado, está presente en nuestro país.

Las y los manifestantes se congregaron, con lienzos, pancartas y afiches, primero frente a la Comandancia de la Primera Zona Naval, edificio donde funcionaba hasta el 11 de septiembre del 73 la Intendencia Regional de Valparaíso y que luego del golpe pasó a manos de la marina.

 

Integrantes de las organizaciones de derechos humanos manifestaron que “estamos acá el día 10 de septiembre para hacer ver que el golpe de Estado partió primero en Valparaíso, lo que se tradujo en asesinatos, prisión, tortura, exilio, desaparición forzada, por todo esto estamos acá, como parte de visibilizar estos dolorosos hechos. Vecinas, vecinos, porteños, hace 50 años atrás, un 11 de septiembre a mediodía se bombardeó La Moneda , en Chile se dio inicio a una trágica historia, se cometieron todo tipo de atropellos a los derechos humanos, pero esto ya lo había comenzado antes la marina  acá en Valparaíso, porque ya en el mes de agosto, la oficialidad de la Armada había detenido, encarcelado y torturado a los Marinos Antigolpistas que estaban denunciando el plan que llevaba adelante la Marina para derrocar al gobierno del Presidente Allende.”

Las consignas: ¡LA ARMADA CHILENA DEBE RESPONDER, MATAR A LOS CHILENOS NO ERA SU DEBER! Y ¡LA ESMERALDA, NI BLANCA NI PURA, FUE CENTRO DE TORTURA! Resonaron con energía en la Plaza Sotomayor.

Luego, un represente de la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos leyó un documento titulado “El Golpe Empezó en Valparaíso”, elaborado por dicha instancia de coordinación de organizaciones populares, documento que transcribo parcialmente a continuación:

“A pocas horas de cumplirse 50 años del criminal golpe de Estado con el que comenzaron los 17 años de la dictadura civil miliar en este país, podemos decir con certeza que el golpe se inició en Valparaíso. Y esa responsabilidad recae en la oficialidad golpista de la Armada de Chile, para vergüenza de nuestra ciudad.

La conspiración golpista comenzó antes que Allende asumiera el gobierno. En esta conspiración participaron civiles y militares, chilenos y extranjeros, que representaban lo más retrógrado de nuestra sociedad.

(…) También participaron en la conspiración y, de manera especial, la ultraderecha de este país, que recibiendo importante apoyo de la Armada de Chile, implementó tácticas de hostigamiento y sabotaje, tanto al gobierno como a organizaciones populares. El entrenamiento lo recibieron en un recinto naval de Las Salinas. Y como no, si el jefe de Patria y Libertad local era un exoficial de la Armada.

Otros actores importantes fueron los gremios industriales y empresariales que en esta zona los representaba ASIVA y fueron numerosas las reuniones donde participaron con políticos y oficiales de las FFAA. Su participación se hace evidente con la entrega de los barcos Lebu, Maipo y Andalién, apenas comenzado el golpe, para ser usados como cárceles flotantes.

(…) El sector más conservador de la Iglesia Católica también se involucró en la conspiración, pero de manera más solapada. En algunas iglesias se reunieron los conspiradores y también son bien conocidas las posturas reaccionarias del Obispo de entonces, Emilio Tagle Covarrubias.

(…) Una vez alineado con los oficiales golpistas, Merino ordena al Estado Mayor la elaboración de un plan anti insurgencia, que incluyera un estudio de inteligencia de las fuerzas paramilitares de Valparaíso. Así surgió el Plana Cochayuyo, que dividía a la zona en siete sectores (los cordones industriales) y en que los trabajadores de Valparaíso se consideraban enemigos internos los que había que combatir y bombardear sus poblaciones si fuera necesario.

Una vez resuelto el tema de la marinería antigolpista -que denunció la actividad golpista de los oficiales navales, los cuales ordenaron en represalia una brutal represión contra los marineros que se oponían al golpe, acusándolos de amotinamiento- los oficiales golpistas de la Armada afinaron el Plan Cochayuyo y con el visto bueno de la Armada Norteamericana, se aprestaron a iniciar el golpe.

(…) A cargo de dirigir el Plan Cochayuyo, el día 10 Merino puso al Capitán de Navío Arturo Troncoso Daroch, quien fuera el último agregado militar en Washington del gobierno de Frei Montalva y fue el mismo individuo que desarrolló los vínculos con la DIA, de la inteligencia norteamericana. Es evidente que la Armada chilena, que tanto apela al nacionalismo y al patriotismo, esa vez no hizo nada más que ser un vil peón de una potencia extranjera. ¡Qué vergüenza señores oficiales golpistas! Lo que vino después fue una vergüenza mayor, se ensañaron con un pueblo indefenso. Por eso es que les gritamos que:

¡¡LA ARMADA CHILENA DEBE RESPONDER Y QUE MATAR A LOS CHILENOS NO ERA SU DEBER!!”

 

 

 

Luego de este acto de denuncia frente al edificio de la Armada, las y los manifestantes se desplazaron hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que queda a un costado de la Comandancia en Jefe de la Primera Zona Naval, para realizar allí una protesta y denunciar la complicidad y el débil actuar que tuvo la justicia, no solo durante la dictadura, sino también durante los gobiernos civiles posteriores que, con la doctrina de la “justicia en la medida de lo posible”, contribuyó a establecer la impunidad en nuestro país.

Ubicados en las escalinatas de los Tribunales de Justicia, manifestaron su “enérgico repudio al accionar que tuvo la justicia durante la dictadura, que denegó cientos y cientos de recursos de amparo (…) El golpe de Estado no solo afectó a las víctimas directas de la represión, sino que afectó a todo un pueblo, al país entero, no solo están los asesinados, los encarcelados, los torturados, los detenidos desaparecidos, los exiliados, están también los exonerados, los expulsados de su trabajo por razone políticas. Las secuelas de todos estos atropellos están presentes hasta el día de hoy. El daño es inter generacional. Por eso estamos aquí frente a lo tribunales, para denunciar el accionar repudiable de la justicia en estas materias y para mostrar y visibilizar todo esto para las nuevas generaciones. La memoria es un derecho y un deber de la sociedad entera. La poca justicia que se ha logrado ha sido única y exclusivamente por la lucha incansable de los familiares y las organizaciones de derechos humanos (…) Por eso compañeras y compañeros gritemos con fuerza:

¡¡JUSTICIA, VERDAD, NO A LA IMPUNIDAD!!”

 

La movilización de memoria y resistencia en contra del olvido y la impunidad continuó con una marcha que se desplazó por las calles Prat y Esmeralda, para terminar en la Plaza Aníbal Pinto.

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 10 de septiembre 2023

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