Consejo Constitucional entrampado por las enmiendas republicanas
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Los esfuerzos por alcanzar acuerdos al interior del Consejo Constitucional de Chile, encargado de redactar una nueva Constitución, han llegado a un punto muerto. Desde que comenzaron las votaciones sobre las enmiendas al anteproyecto elaborado por la Comisión Experta la semana pasada, las tensiones entre los sectores de derecha e izquierda han ido en aumento, generando un ambiente de división y desacuerdo.
Entre los puntos de conflicto se encuentran las enmiendas propuestas por el Partido Republicano, de extrema derecha, y la derecha tradicional reunida en Chile Vamos (Unión Demócrata Independiente, UDI; Renovación Nacional, RN; y Evópoli). Estas enmiendas abordan cuestiones como la transformación del rodeo y la cueca en deporte y baile nacionales, la exención de contribuciones a la primera vivienda, la concesión de bienes nacionales de uso público y la inclusión de la objeción de conciencia en las instituciones, entre otros temas controvertidos.
Los consejeros de izquierda, agrupados en el bloque Unidad por Chile, han expresado su molestia por estas enmiendas, que consideran que fueron presentadas sin previa consulta y que trascienden los límites necesarios para representar adecuadamente a la sociedad chilena en el nuevo texto constitucional.
En un intento de resolver estos desacuerdos, se crearon cuatro subcomisiones negociadoras la semana pasada, pero estas no lograron avanzar. Además, los consejeros oficialistas pidieron a sus colegas de derecha retirar todas las enmiendas presentadas al anteproyecto constitucional, alegando que muchas de ellas eran regresivas y mal redactadas, lo que generó más tensión en el proceso.
Sin embargo, la solicitud de retirar las enmiendas no fue bien recibida por los bloques de derecha, que argumentaron que la izquierda buscaba suprimir la voz de los ciudadanos en el proceso. Esta controversia dejó estancadas las negociaciones una vez más.
En un último intento por resolver las diferencias, se formó un grupo negociador compuesto por 10 miembros, con representantes tanto del oficialismo como de Chile Vamos y el Partido Republicano. Sin embargo, estas conversaciones fracasaron, y las tensiones aumentaron aún más entre los diferentes bloques.
Ahora, con el tiempo en contra y sin nuevas ventanas de negociación, todo parece indicar que la decisión final sobre los artículos de la nueva Constitución chilena se tomará en el pleno del Consejo Constitucional, cuyo debate está programado para iniciar el próximo 12 de septiembre. La derecha tiene la ventaja numérica con 33 consejeros frente a los 17 del oficialismo, lo que plantea un desafío adicional para llegar a un consenso.
El resultado de este proceso constitucional determinará el éxito del segundo intento de Chile por redactar una Constitución que refleje la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos, tras la fallida experiencia de la Convención Constitucional en 2022. Este proceso prolongado ha generado incertidumbre para nuevas inversiones y ha llevado al Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare) a convocar una reunión con la participación de expresidentes y representantes de diversos sectores políticos, en un esfuerzo por abrir un nuevo espacio de negociación y encontrar una solución a las divisiones en el proceso constituyente.
La próxima etapa del proceso constitucional en Chile será crucial y determinará el rumbo del país en los años venideros, mientras la sociedad chilena busca alcanzar un consenso en medio de desafíos y tensiones políticas.